Mientras vivió su madre Joaquín Murube, tuvo que acatar sus designios. Por ejemplo, ella consideraba que los toros debían buscarse el sustento en el campo. Por tanto, los Murube eran, como ocurria por doquier, toros de hierba, lo cual no suponía problema durante los años buenos, pero explica una cierta decadencia ya hacia el final. Cuando Joaquín toma las riendas, lo primero que enfoca es la selección y la alimentación, los resultados no se hacen esperar ; más fuertes y mejor seleccionados, demostraron también mayor nobleza. Areva decía que " los toros de Murube tan bravos como el que más y nobles hasta la exageración.
El crítico Manuel Serrano García-Vao, " Dulzuras ", los calificaba así : " Entre las manos de don Joaquín, los toros de Murube han adquirido una reputación tal, que puede afirmarse que son los mejores de España. Bravos, nobles, duros, finos, y portadores de todas las cualidades que se esperan de un toro de lidia. Algo que no implica que los nuevos toros de Murube sean cándidos, como dan testimonio las hazañas de " Manzanito " lidiado en Sevilla en 1887, el día de la alternativa de José Centeno : mandó a todos los toreros a la enfermería y se convirtió en el amo del redondel. Ante tanta bravura, el público pidió el indulto.
El nombre de Joaquín Murube aparece por primera vez en los carteles madrileños el 2 de mayo de 1897. Miembro del partido liberal, Joaquín Murube ha sido ya electo diputado por el distrito de Utrera y a partir de 1894 ha sido hermano mayor de la Hermandad de la Consolación, institución en el seno de la cual su esposa Tomasa Escribano y Roca, recauda fondos para obras de caridad, Joaquín Murube también multiplicará estas actividades altruistas. En 1895 cuando el campo se encuentra paralizado debido a las fuertes lluvias, lo que llevo a un paro forzoso a los jornaleros cuya situación empeoraba, don Joaquín va a acudir presuroso en auxilio de la orden de los Salesianos, financiando con 50.000 pesetas ( el precio de 5 corridas vendidas a las grandes plazas de la época ). Gracias a dicha financiación, numerosos obreros pudieron trabajar durante largos meses.
La bondad del ganadero sólo es igualada por la de su toro " Playero ", negro meano nº 24, el cual en Sevilla el 18 de abril de 1897, es indultado después de haber tomado seis puyazos, en honor a su leyenda : en el campo se dejaba acariciar y montar por todos aquellos que se atrevían a ello. En 1894, cuando lo tentaron a la edad de dos años, le puso el ganadero nota de sobresaliente. Al año siguiente herido en una pelea, se había acercado a la casa del vaquero Joselillo que los cuidaba. Al verlo así le curó las heridas, a partir de ese día, el toro acudía a su voz y dejaba que le montaran los valientes. La prensa hablo de ello y hasta la dedicaron un grabado en la revista " La Lidia ", el cual mostraba a Antonio Reverte sentado a horcajadas en su lomo. Tan grande era la reputación que había adquirido en Juan Gómez que todo el mundo lo venía a visitar. ¡ Hasta la Duquesa de Alba se empeño en montarlo en los corrales ! y la Duquesa también formó parte del cortejo que lo acompaño hasta la plaza junto al ganadero y su conocedor Manolillo Cabezas. Detrás iban los hermanos Miura, Joaquín Murube hijo y algunas personalidades más.
Recordemos que Antonio Reverte fue un torero irrepetible, único, adelantado a su tiempo, nacido en Alcalá del Rio ( Sevilla ), Antonio Prudencio de la Santisima Trinidad Reverte Jiménez, lo podemos definir como valiente, galante y generoso, la alternativa del alcalareño tuvo lugar en Madrid el 16 de septiembre de 1891, de manos de Rafael Guerra " Guerrita ", que le cedió el toro " Toledano " de Saltillo. El primer automóvil que circuló por Sevilla fue el de Reverte. " La novia de Reverte tiene un pañuelo, con cuatro picadores, Reverte en medio "
Todos los que acudieron a la Plaza de Sevilla sabían que la madre de " Playero " había tenido un comportamiento similar y siempre una bravura extraordinaria. Cuando el público pidió el indulto y el presidente accedió, Reverte lo estuvo acariciando en el ruedo.
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