La pandemia de gripe, también conocida como gripe española, fue una pandemia causada por un brote del virus influenza A.
Recibió el nombre de gripe española porque la pandemia ocupó una mayor atención de la Prensa de España que en el resto de Europa, ya que España no estaba involucrada en la guerra mundial y por tanto no se censuró la información sobre la enfermedad. Aunque el origen se acepta que fue Estados Unidos - 4 de marzo de 1918 - en uno de los campamentos militares en el transcurso de la primera guerra mundial.
Tras registrarse los primeros casos en Europa al parecer en Francia, la gripe pasó al Reino Unido, después a Italia, más adelante cruzó Alemania y por último a España, un país neutral que en la guerra no censuró la publicación de los informes.
En 1919, la enfermedad ya fue mucho menos virulenta por estar la mayoría de los organismos adaptados al virus. Finalmente en 1920 a.un se detecto un último repunte, pero no hubo más.
Varios autores mencionan entre 50 y 100 millones de victimas. Causó más muertes que la primera Guerra Mundial que estaba terminando cuando se desató la pandemia.
La medicina y la ciencia eran campos muchos más limitados para tratar la enfermedad, si la comparamos con la actualidad.
Los tratamientos también eran limitados. El primer antibiótico no fue descubierto hasta 1928, Y la primera vacuna para la gripe solo estuvo disponible en las años 40.
Pero ante todo, no había sistemas públicos de salud, incluso en los países desarrollados la salud era un lujo. La mayoría de las victimas fueron personas entre los los 20 y los 40 años y los hombres se vieron notablemente más afectados que las mujeres.
India vio fallecer a 17 millones de personas, Estados Unidos cerca de 550.000 personas. En España causó 300.000 muertos.
" En muchos países no quedaban hombres jovenes para llevar adelante el negocio familiar, dirigir las explotaciones agrícolas ".
" La falta de hombres elegibles llevó al llamado problema de las mujeres ".
La falta de trabajadores causada por la gripe y la guerra le dio a las mujeres el acceso al mercado laboral.
" Para 1920 las mujeres eran el 21% de todos los empleados.La disparidad en las estadísticas se convirtió en caso de estudio que concluyó que la distancia social era una estrategia eficaz para frenar la epidemia.
Un análisis de las intervenciones que se hicieron en varias ciudades durante 1918 mostró que aquellos municipios que habían prohibido reuniones masivas y habían cerrado teatros, escuelas e iglesias tenían menos número de muertos.
Las mascarillas eran presentes al igual que ocurre ahora.
También murieron entonces afectados por el virus muchos perros y gatos..
La temporada taurina en 1918 también fue atípica.
Se suspendieron las fiestas de fallas de Valencia y la Magdalena de Castellón, incluyendo sus respectivas fiestas taurinas. La feria de abril de Sevilla se celebró y Joselito actuó las cinco tardes de abono. Ausente Juan Belmonte que estaba en América. Su momento más cumbre lo protagonizó con un bravo toro de Concha y Sierra, lidiado el 21 de abril, Joselito a plaza llena. De ella escribió Gregorio Corrochano : " ¡ Como se agiganta la figura del torero en los medios, aislado, lejos del rumor del tendido, solos mano a mano toro y torero ! ".
Tres páginas hubo de dedicar " La Lidia " a todo lo sucedido en la Maestranza ahora hace 100 años. En aquellos cinco carteles acompañaron a Joselito, en cuatro ocasiones Gaona, en tres Camará - que pocas semanas antes se había doctorado en Madrid - y en dos Diego Masquiarán " Fortuna ". Pese a que hubo días de lluvia, la plaza se llenó. Destacó don Ventura las corridas de Concha y Sierra y del marqués de Albaserrada.
Madrid celebró su ciclo isidril y el mismo comenzó el día del patrón con toros de Benjumea alternaron Gaona, Joselito y Sánchez Mejías.
Días y semanas después de terminado San Isidro, la capital se llenó de enfermos, el director general de Sanidad relacionó directamente el estallido de la pandemia con la afluencia de personas a la capital con motivo de sus fiestas.
En Córdoba se anunciaba la feria de Nuestra Señora de la Salud, que comenzaría el 25 de mayo, con Joselito, Belmonte y Camará, al final Belmonte se casó en Lima con Julia de Cossio, y permaneció en Perú, a Joselito contratado para las tres tardes sufrió un percance el 19 de mayo en Zaragoza, por tanto no pudo torear, tuvieron que contratar a Francisco Martín Vázquez, Saleri II. La feria arrancó con mal pié y artísticamente no fue lucida.
En Pamplona durante la epidemia, se produjeron 243 muertos, Apareció un primer brote en primavera, con solo 15 fallecidos, que desapareció al llegar el verano y los Sanfermines se celebraron, aunque la enfermedad reapareció en otoño y entonces se produjo la mayor mortalidad. Hay que tener en cuenta que la duración actual de los Sanfermines, del 6 al 14 de julio, es relativamente reciente, ya que data de los años sesenta, En 1918 normalmente había sólo cuatro corridas de toros.
Bilbao celebró sus corridas, los días 18, 19, 20, 21 y 25 de agosto, con las ganaderías de Miura, Carmen de Federico, Pablo Romero, Conde de Santa Coloma y Gamero Cívico, matadores Cocherito, Joselito, Belmonte, Saleri II, " Fortuna " y Camará.
En las Arenas de Barcelona también se dieron toros durante 2018, el 20 de junio se lidiaron 8 toros del Conde Santa Coloma, Gaona, Malla, Joselito y Saleri II.
Murcia celebró una corrida de toros el 8 de septiembre con toros de Vicente Martínez, de Colmenar Viejo, para Joselito, Saleri II y Fortuna.
Albacete en su feria de septiembre celebró tres corridas del 9 al 12, matadores Malla, Peribañez, Joselito, Saleri II, Fortuna, Camará, Varelito, Dominguín y Almanseño.
La misma decisión de suspender las corridas de Fallas de Valencia y Castellón hubo de tomarse en octubre de 1918, en Zaragoza, los contagios y las muertes aumentaban cada día. Las listas de victimas eran cada vez más largas. La vida transcurría con la población sumida en el pánico más absoluto y la lucha de las autoridades contra el enemigo de la virulencia atroz.
Cinco corridas tenía programadas Joselito y la despedida de su hermano Rafael, Belmonte en 1918 no pisó los ruedos. Al final Rafael volvió a torear en 1919, sin importarle que su madre le cortara la coleta en la plaza de Sevilla.
La Virgen del Pilar no pudo salir en procesión.
Hasta el rey Alfonso XIII se contagió.
En 1919 la enfermedad fue menos virulenta y la temporada de toros se normalizó.
Pero parece mentira que cien años después se repita la historia con tanta similitud.
Los aficionados deseamos que la pandemia se alivie en lo que queda de año y que en la temporada de 2021 podamos disfrutar nuestra incomparable Fiesta desde Las Fallas hasta El Pilar.
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