miércoles, 2 de abril de 2014

NOVENTA Y CUATRO AÑOS DESPUÉS DE LA TRAGEDIA DE TALAVERA



La cogida y muerte de Joselito en Talavera de la Reina el 16 de mayo de 1920, abrieron en aquel momento un gran peréntesis en la historia del toreo.
Estaba tan centrada la afición en la competencia entre José y Juan, cosa muy lógica, y por eso se le llamó la " Edad de Oro del Toreo ", que el 21 de mayo de 1920, comienzo de la " Edad de Plata " y comienzo también de un periodo de desorientación que hace que los aficionados vuelvan la vista a los toreros que quedan, y los examinen con lupa a la espera de buscar uno que sea el contrapunto de la supremacía indiscutible de Juan Belmonte.
Asistimos a las corridas plenamente convencidos de que tendrán un final feliz, a pesar de que el duelo del hombre con la muerte sea real.
El público de los toros tiene vocación de inmortales y se emociona al vez que la muerte es burlada por el torero.
Cuando un torero pierde el respeto a un toro con poder, se enciende la chispa de la  " emoción ", y todo se convierte en gracia, alegría, elegancia, incluso en sabiduría.
Para que el diestro se sienta superior al toro y se recree en cada pase de la lidia el toro tiene que reunir : trapio, bravura y nobleza.
Joselito elevó las faenas de aliño a la categoria de arte, incluso en los toros difíciles mostraba una faceta más de su extraordinaria personalidad ; José alegraba con adornos y desplantes la labor arída de dominar un toro, cualquier toro que no se prestaba al lucimiento.
En algunas crónicas se podía leer que Joselito era soberbio.
Pero no había tal soberbia en José. Era tímido y sólo salía de su caparazón de timidez ante el toro y en la plaza ; allí se vengaba de su actitud recogida y casi monjil fuera de los cosos.
En la temporada de 1917, estaba toreando en Antequera una corrida durísima de Félix Urcola. El segundo se acostó con una estocada en las agujas. Joselito, sin perder de vista a " Perdiguero ", y con su muleta debajo del hocico de éste, dice al puntillero :
- Si aciertas a la primera, te doy cinco mil pesetas.
El puntillero acertó y fué al hotel donde se hospedaba José a cobrar la promesa. " Parrita ", con gran extrañeza, pero cumpliendo el encargo de su maestro, paga religiosamente los cinco grandes. Después preguntaría a José :
- Pero, bueno, ¿ y esto por qué ?
- Porque ha sido el único toro que ha salido por los chiqueros y que he matado sin llegar a comprenderlo. José constantemente quería desentrañar sus misterios, conocer el porqué de las cosas y de los casos. No se limitaba a que estas salieran bien por casualidad o a aplicar unos cuantos recursos de latiguillo, sino que se esforzaba en desentrañar el porqué de cada momento y sabiéndolo aplicar en su justo remedio.En una palabra encontrar la verdad de acuerdo con su convencimiento.
A Joselito no se le fué ningún toro, salvo el " urcola " citado, sin que él le conociera.
Fué el que más corridas toreó como único espada, y le llamaron Joselito " Matasiete ".
Siendo un niño toreó y mató seis becerros, con gran lucimiento en Cádiz, y ya novillero, despacho en Sevilla seis novillos.
Casí recién doctorado, siete toros de Guadalest murieron a sus manos en Valencia, en octubre de 1913, e inolvidable fue la tarde que dió en Madrid el 3 de julio de 1914, toreando otros siete del ganadero de Colmenar don Julián Fernández, a los toros Coralito y Pesumido les cortó las orejas
Aquel mismo año, en Valencia, el 18 de octubre, estoqueó otros seis de Contreras.
Ocho corridas de tal naturaleza toreó en 1915.
En Málaga, el 3 de junio, seis toros de Medina Garvey ; seis murubes, en Andújar, el 4 de julio ; el 22 de agosto en S. Sebastián, otros seis de Santa Coloma ; dos días después otros seis de Murube, en Almagro, y el Alcalá de Henares, el 26, tres del duque de Tovar.
El 30 de septiembre, en Sevilla dió cuenta de seis toros de Santa Coloma, y todas aquellas hombradas las cerró con broche de oro en Valencia, el 17 de octubre, enviando al desolladero ¡ seis miuras ! de los que entonces se lidiaban.
No se quedó muy atrás en 1916, pues el 9 de agosto, en Vitoria, se las entendió con cinco de Murube y uno de Alaiza.
En septiembre, las Plazas de Almería y Salamanca fueron testigo de idénticas hazañas, matando en la primera seis toros de Guadalest, y en la segunda, seis de Saltillo y uno de Amador García.
El 18 de octubre, en Zaragoza, siete de Contreras, y otro siete de Martínez, en Bilbao, la tarde del 22.
En 1917 tomó parte como único espada, en cinco funciones, la primera en Granada, con toros de Salas, el 20 de abril.
Con seis de Albaserrada y uno de Antonio Pérez en Barcelona el 3 de junio y el 24 del mismo mes, en Sevilla, con seis de Carmen de Federico.
En Málaga, seis de Veragua y en Tolosa cuatro de Martínez.
En casí todas las corridas cortó orejas, y , siendo notabilísimas sus actuaciones, su tarde más gloriosa fue la del referido dia 24 de junio, en Sevilla, corrida celebrada a beneficio de la Asociación de la Prensa.
En tal inolvidable función se lidiaron por primera vez a nombre de Carmen de Federico, los toros de Murube, y Joselito realizó enormes faenas, cortando las orejas de los toros lidiados en primero, segundo, cuarto y quinto lugar ; en total seis orejas.
La última corrida que toreó Joselito, en Zaragoza, tuvo lugar el 19 de mayo de 1918, con Saleri II y Camará.
La corrida organizada a beneficio de la familia de Florentino Ballesteros, torero local, muerto trágicamente en Madrid, y los toreros actuaron desinteresadamente.
Seis de Santa Coloma, Joselito entre los acordes de la música realizó en su primero una gran faena que coronó con un gran volapié, oreja y vuelta.
En el cuarto se lastimó la mano derecha al matar al toro, ingresó en la enfermería entre una gran ovación.
Contra su voluntad, no le dejaron los médicos salir al ruedo.
El 19 de marzo de 1920, al filo de la una y media de la tarde llegaba a Cádiz el transatlántico que traía a Joselito de América, emocionado abrazaba a sus amigos que le esperaban.
Para festejar su santo obsequió a sus amigos con una espléndida cena.
Y en la misma tuvo una confidencia a su amigo don Justo :
- Deseaba mucho - le dijo- regresar a España.
Estoy enamoradísimo de la hija de un popular ganadero sevillano y voy a casarme con ella.
Dentro de un par de temporadas - prosiguió - me retiró, y lo voy a hacer como Guerrita en la feria del Pilar de Zaragoza, a la que tanto amo, y por sospresa.
- Está muy bien - le contestó -, su amigo Justo que se cumplan pronto tus deseos y que seas muy feliz.
Dos meses más tarde " Bailador ", en Talavera de la Reina echó a rodar los deseos de José :
¡ Torear su última corrida en Zaragoza y ser feliz, contrayendo matrimonio, con la bellisima hija del ganadero andaluz !
Y José, noventa y cuatro años después, su cuerpo descansa en el cementerio de San Fernando, en Sevilla, en el mausoleo, que cinceló Mariano Benlliure, junto a su cuñado Ignacio Sánchez Mejias, los dos solos, como decía Bécquer - que se quedan los muertos -frente a los cipreses y los rosales que crecen en el cementerio.




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