El herradero es una de las operaciones de mayor importancia y tradición en una ganadería brava. Consiste en marcar a hierro y fuego a todos los animales que se destetaron de las vacas en el mes de Septiembre último. El animal una vez marcado, llevará de por vida el hierro de la casa que le vio nacer, luciéndolo con orgullo donde quiera que vaya. Aparte adquieren individualidad propia y pasan a formar parte de la ganadería, pues hasta ese momento decías el becerro de la vaca tal y después del herradero dirás el becerro número tal.
En Encina Hermosa, tenemos separados desde el destete, los machos y las hembras.
El primer día del herradero, herramos los machos y el segundo las hembras.
Ya han empezado los preparativos. La leña de encina para el mismo ya está preparada ya que lo seguimos haciendo a la antigua usanza, repasar los hierros, hacer las listas de los animales, etc.
En la lista se pone el número y nombre de la madre, número de fuego que le corresponde al animal, número de crotal, fecha de nacimiento, número del padre y nombre del herrado. Como en la lista los crotales están correlativos, cuando entra un animal al cajón de herrar y le miras el crotal, tienes tanto el ganadero como el veterinario que dirige el mismo, toda la identidad del animal.
A los machos se les quita el crotal una vez herrado, pero esos crotales acompañan a la documentación una vez que se lidia; las hembras continúan de por vida con el crotal que se les pone el día que nacen.
El herraje es muy peculiar, cada ganadero tiene su norma, por ejemplo en algunas los machos se hierran en el lado derecho, las hembras en el izquierdo. En los machos hay quien numera del 1 hasta el final de la camada, y otros siguen la numeración de año en año, la ventaja que puede tener que si en una corrida lidia toros cuatreños y cinqueños, nunca habrá dos números repetidos, todos serán distintos, es corriente en ganaderos portugueses, Palha, lo hace así.
En el herradero y puesto que la numeración es trascendental, los machos porque la lucen en las plazas y las hembras porque durante toda su vida la lucirá, tienen que quedar los hierros lo más perfecto posible, pues piensen cuando se va en un caballo a toda velocidad y tienes que apartar unos animales determinados, si los números no son bien visibles difícilmente se podrá hacer sin tener errores.
En cuanto a la marca de la ganadería también existen gustos. Lo normal es poner la marca en el centro de la nalga, pero hay quien lo pone arriba junto a la penca del rabo.
La operación de marcar, como todo en la vida, tiene su técnica, que es más fácil de explicar que de poner en obra.
Una o dos de las personas que intervienen en un herradero son los encargados de poner los hierros en el fuego y de darlos a los que se lo solicitan para ponerlos al animal, por tanto durante la duración del mismo se oye constantemente "el cuatro y la marca", "el ocho pide otro" " toma éste está frío " etc. Se utilizan dos hierros por número y la marca de la ganadería, pues en algunos momentos se piden dos números a la vez, el becerro 20, uno pedirá el 0 para el veinte y otro pedirá el 0 para ponerla en la paletilla del animal, que sirve de guarismo.
El hierro al ponerlo tiene que marcar con su propio peso. Si apretamos para que salga mejor se escurre y se hace un verdadero borrón.. Hay que sentarle bien sobre la piel del becerro, que este se mueve se retira enseguida y se vuelve a poner en el mismo sitio de antes. Cuando se ve cierta espumilla se puede levantar después de un ligero cabeceo, que es como la rúbrica de la operación.
Mientras le tuestan la piel, el becerro a veces muge, otros se lo tragan todo sin rechistar, y todos los que están alrededor del cajón de herrar, se ven envueltos en una poderosa nube de humo blanco y espeso. La gente del campo dice que cura los constipados, pero yo opino que sales del herradero como si te hubieras fumado una caja de puros, hay momentos que no ves poner el hierro a veces conviene quitarse la gorra y espantar el humo abanicando con la gorra junto al hierro.
Cada vez que se termina de herrar un becerro la gente que interviene se repliega hacia las paredes intentando ponerse algo a salvo pues la puerta del cajón se va abrir y el becerro sale como alma que lleva el diablo, pero hay veces que alguien se mueve en ese momento y como se venga hacia los presentes la capea está servida, la mesa donde tanto el ganadero como el veterinario que dirige el mismo tienen los papeles, salen la mesa y los papeles por los aires, la gente se sube donde puede y hay momentos de tensión hasta que al final el becerro se marcha.
Las personas que asisten y que están de meros espectadores tienen que tener mucho cuidado, pues el becerro está en el cajón cogido con dos cadenas, pero al ponerle algún hierro saca una pata y sufren alguna lesión, aunque eso sí les convierte en pequeños héroes ante sus amistades.
La velocidad que se lleva en el herradero es de unos 12 animales a la hora, no siendo exacto, pues a veces lo de menos es poner los hierros, no quieren entrar del chiquero al cajón, se dan la vuelta, los que tienen más pitones a veces no quieren sacar la cabeza por el agujero que lleva el cajón al frente, etc.
Con los crotales se evita el ahijado. Hace unos años cuando no se ponían crotales una vez herrado un becerro se juntaban con todas las madres, entonces para saber quien era hijo de quien, se montaban a caballo el ganadero y el veterinario y se decía la vaca tal su hijo es el becerro tal, así una por una; con el crotal cuando un becerro entra al cajón miras el número y se tiene toda la información en las listas, del becerro.
El ahijado se sigue haciendo pero antes del herradero. El veterinario presente en el herradero viene un día a la finca lo manda la Asociación que tenga cada ganadero y lo tienen que realizar antes del destete, como el ganadero todos los meses tiene que dar un parte con todos los nacimientos especificando la madre, el padre el número del crotal del becerro, el veterinario comprueba esos datos en vivo y en directo dice la vaca tal, el becerro tal le acompaña mira en el parte de nacimientos y así una a una hasta que lo realiza de todos los nacidos en el año.
Todo esto se lo explico a modo de adelanto, cuando se lleven a cabo los mismos, entraré a explicarselo con más detalle y les mostraré fotos de los distintos momentos.
Con lo bien que empezó la "otoñá" en Extremadura y lleva quince días que no llueve y el campo ya no presenta el buen aspecto que tenía hace unos días, lo peor es que los pronósticos no son optimistas en lluvias por lo menos en quince días vista, y los piensos no paran de subir, una subida desorbitada que arruinará al sector ganadero en poco tiempo tanto al de lidia como al de carne, puesto que los precios van a la baja por el poco consumo.
Que bonito tiene que ser ese acto de marcar a los becerros, como todas las faenas del campo cada una tiene su importancia y su belleza.
ResponderEliminarQue el herraje salga perfecto y no tengais accidentes.
Saludos de Gabriel.