Hoy les hablo, de las peleas de los toros y lo hago, como consecuencia de la publicado el día 13-10-10 en el blog, titulado las dos caras de la noticia, me mandaron varios mensajes interesándose por este tema.
Las peleas entre los toros no se pueden evitar. Para evitarlas los ganaderos de bravo tendríamos que tener un toro en cada cercado, y como eso es imposible, se matan muchos toros a cornadas.
En cada camada siempre hay uno o dos que son los más gallitos y, de uno en uno, no les pueden; pero aprovechan, y cuando se agarran con uno, vienen los demás y ya cuando lo cogen entre todos, es muy difícil que se escape. Ellos se lían alrededor, pero no pelea ninguno, si de pronto uno se pone a pelear con uno de los gallitos, entonces los otros aprovechan, y se pegan muchas cornadas y se matan muchos toros, pero es inevitable, aparte de los que quedan inservibles para la lidia y tienen que ir a un matadero.
Después de una pelea de esas, todos los toros están calientes y si alguien aparece por allí se puede arrancar cualquiera de ellos. Como están muy enfadados lo pagan con lo que se cruza por su camino en ese momento.
El más peligroso, es el toro perdedor que se aleja del resto y si aparece una persona por allí lo tiene encima en segundos.
Una de las principales causas de las peleas de los toros, son los cambios de tiempo. Ellos lo barrutan con antelación, sobre todo cuando hace mucho viento es cuando se pelean con más fuerza.
Cuando pelean entre varios el mayor peligro está si alguno cae al suelo, en ese momento le atacan varios a cornada limpia, hay toros que mueren y se les cuenta entre veinte a treinta cornadas.
El toro bravo, por lo menos el último año antes de lidiarlo, hay que tenerlo en cercados de sobre una hectárea para cada corrida, de esta forma se pelean menos. En la ganadería de Ana Romero, los tienen de tres en tres, y aún así tienen bajas.
Cuanto más hermanos de camada son, más se pelean. Si se mezclan toros de varias ganaderías no se pegarían ninguno, al menos, hasta que pasara un poco de tiempo.
En una pelea donde estén varios toros, todos se pondrán a favor del toro ganador y en contra del perdedor, cuando el perdedor abandona la camada y sale huyendo para ocultarse de ellos es perseguido por todos los demás. Si el que le ha pegado consigue revolcarlo, entonces lo pueden matar entre todos.
A veces el visitar alguien la ganadería puede influir para que se produzca la pelea. El ver una o varias personas extrañas, cuando se enganchan, eso es horrible hasta que no cae uno, no cejan en el intento. Allí están día tras día luchando y estudiándose hasta que llega el momento en que se enganchan otra vez.
Las peleas no tienen horas, pueden ser a las doce del mediodía como a las doce de la noche, cualquier día, cualquier momento. Uno los puede ver apaciblemente, echados todos ahí, y de buenas a primeras se les cruzan los cables y ya se están dando leña.
Si se producen por el día, enseguida con los caballos y los perros los vaqueros intentan separarlos y aunque se les separe durante varios meses, como los tengas que juntar, se tienen tanto odio y rencor que se acaban pegando, de nuevo.
El toro tiene que sacar la adrenalina de alguna manera y ellos la queman en las peleas.
No están cansados porque no hacen ningún esfuerzo, así que manifiestan sus líos, sus rencores, en peleas, en juegos y los juegos acaban en riñas.
Hay otro motivo principal en las peleas, aparte de los cambios de tiempo. El toro se lidia, no ha conocido hembras, salvo en su primera etapa antes del herradero, por ese motivo como siempre están rodeados de machos, "mariconean" entre ellos y cuando hay alguno que aguanta que los demás lo monten todos quieren montarlo, vienen a él y ahí tenemos un fuerte motivo de pelea, pues el gallito solo quiere acercarse el y no permite que lo haga nadie más que él, entonces se enfrenta a todos y las peleas son tremendas.
Si el toro en alguna pelea donde matan a un compañero huele la sangre se pone como loco, empieza a olerla y es tal el volumen del bramido que vienen los demás, braman todos, y enloquecen.
Cuando los vaqueros pueden intervenir la única manera de evitar muertes es estando eso sí con los caballos y perros, abrirles una puerta de otro cercado cercano, al que le están pegando en cuanto se percata busca su defensa huyendo, y toman la puerta rápidamente.
Cuando las peleas se producen en horas de la noche, el toro pegado huye y se suele meter en la charca que tiene cada cercado, los demás lo esperan en la orilla para no dejarlo salir, el otro sigue nadando hasta que agotado se ahoga.
Las vacas también se pelean durante toda su vida, el factor fuerza es predominante, la que se considera fuerte tiene a las demás asustadas, les quita la comida, siempre están demostrando su superioridad.
Pero el tiempo pasa y la fuerte se convierte en vieja y otras más jóvenes que le tienen rencor y odio un día aprovechan y como la tiren al suelo la acribillan a cornadas.
La experiencia que tengo, en esto, a través del tiempo, es que las vacas que tienen mucho poder mueren siempre de viejas, no de muerte natural, si no a cornadas, insisto en que el mayor peligro es cuando el animal cae al suelo, pues ahí se abalanzan todas y la muerte es segura.
Los becerros desde que tienen unos días ya empiezan a jugar y en seguida se pelean, pelea que no se interrumpe mientras dura su vida.
A veces algunos toros hay que apartarlos en algún corral para evitar los maten y se le echa algún añojo y con ellos conviven bien y se notan que se pelean menos.
Esto es lo que les puedo contar de las peleas de los toros, por eso en este oficio tienes que estar mentalizado a recibir en cualquier momento la peor noticia, la muerte del animal que en más estima tengas en la ganadería.
Muy interesante. Me ha gustado mucho la descripción que hace de estos juegos de vida y muerte en el maravilloso mundo del toro bravo. Muy ilustrativo. Había oído muchas veces hablar de las peleas de toros e incluso he visto varios documentales en la televisión, pero su descripción es estupenda y muy aleccionadora. Un saludo.
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