En el Museo de Encina Hermosa y dentro de la colección del semanario "El Ruedo", se encuentra el de fecha 15 de Agosto de 1.946, número 112, donde se recoge un reportaje que le hicieron al que fue acreditado ganadero Paco Coquilla, en el mismo habla de como consiguió crear un toro de tipo uniforme.
La verdad, es que Coquilla, una combinación de santacolomas con albaserradas, en 1.917, donde surgió el encaste único de Coquilla, donde con una bravura y una nobleza no exenta de picante, consiguiendo unos toros que fueron los predilectos de las figuras durante mucho tiempo, por su movilidad y brillantez.
Paco Coquilla fue un ganadero inteligente que supo anticiparse a sus colegas salmantinos e intuir que el toro de su época, sufriría un gran cambio con el triunfo del belmontismo.
La selección que hizo en su nueva ganadería influyeron en que el toro de Coquilla fuese un toro marcadamente "ibarreño" a pesar que buena parte de lo que adquirió perteneciese a la linea más "asaltillada" del Conde de Santa Coloma.
Este hecho fue posible por el poco tiempo que había transcurrido desde el cruce que hizo el Conde de Santa Coloma "Saltillo e Ibarra" no habían fijado todavía con claridad los caracteres. Con esta base, propia de los grandes ganaderos, Paco Coquilla, tuvo la habilidad de colocarla entre las preferencias de las figuras del momento, Marcial Lalanda, apreciaba muchísimo la combinación nobleza y casta que lograra tan insigne ganadero.
En 1.935, tuvo que desprenderse muy rápidamente de la ganadería, por motivos económicos, vendiéndola en cinco lotes, López Cobos, Villagodio, Santiago Ubago, Alfredo Corrochano y Justo Sánchez.
Otro gran ganadero charro D. José Matías Bernardos "El Raboso", adquiere en 1,952 el lote que le correspondió a Dolores Sánchez Fabrés y durante 30 años colocó a sus Coquillas en primera línea. Consiguió un toro más grande y corpulento, que torearon las figuras, recordemos el tercio de quites que protagonizaron en las Ventas, entre Ortega Cano y Julio Robles, con el toro "Cara Puerco" que pesó 639 kilos, del "Raboso".
Le preguntaban en la entrevista del Ruedo al prestigioso ex ganadero en aquella fecha: ¿Heredó usted la ganadería de sus padres?. "Pero la vendí más tarde y compré en el año 1.917, cien vacas de desecho procedentes de Albaserrada y Santa Coloma, y trabajando con gran entusiasmo conseguí un toro de tiro uniforme que, creado por mí, respondió a mis mayores esperanzas. Un tipo de toro que sin ser grande, llegaba a los 280 ó 300 kilos con las cabezas bien hechas y tan iguales que apenas se distinguian unos de otros."
En aquella época su ganadería gozaba de gran fama y se lidiaban mucho sus toros.
"Hubo temporadas en que solo Marcial Lalanda toreó catorce corridas de mi ganadería. Y hubo un año que en todas las corridas corto orejas. El año 1.926, en la corrida del Montepio de Toreros de Madrid, actuando como espadas, Marcial Lalanda, Valencia II, Antonio Márquez y el Niño de la Palma, se lidió una corrida mía de 8 toros que me dió gran fama. Durante cinco años seguidos he enviado corridas para el Montepio."
"En el Sanatorio de Toreros, hay una lápida de azulejos que lleva mi nombre, como prueba de gratitud."
"Siempre tenía yo una corrida a disposición de los toreros, que disponían de ella a su antojo y marcaban ellos mismos el precio. Tengo también gran motivo de agradecimiento de todos los toreros."
"Por mi casa han desfilado todos los toreros de esa época incluyendo también a los mejicanos."
"Todos.... A Joselito no alcance yo a conocerle. En cambio, Belmonte toreó la primera corrida de mi ganadería en Salamanca en el año 1.921, en la que torearon también Sánchez Mejías y Granero. Recuerdo también a Gitanillo de Triana, Curro Puya, pues a éste de ahora, a Rafael Vega, no lo he conocido..."
"Lo pasábamos muy bien. De día se toreaba y se cazaba, y por la noche, para distraernos, cada uno hacía sus habilidades. Como yo tenía prohibido que se jugara dinero, aprovechaban el momento que yo me iba a la cama y se quedaban jugando, ¡quién sabe hasta que hora!."
"Lo cierto es que como no había calefacción eléctrica, había noches en que se consumía una encina entera, pues había que preparar braseros para todas las habitaciones."
Alguna vez también acostumbraban a gastar bromas ¿no es cierto?"La broma de los gamusinos."
¿En que consistía?
"Al incauto a quien se le va a aplicar la broma se le hace creer que se va a cazar gamusinos y que este es un animal que posee una piel muy bonita y de gran valor; cuando más confiado está esperando la presa se le suelta un manso a un novillo y el susto que se lleva se lo puede usted figurar."
Don Paco Coquilla y un cartel de una novillada en Madrid el 8 de Septiembre de 1.921.
Sr. Cifuentes no deja de sorprenderme con sus relatos, con el encaste de su ganadería y con la historia que se desprende del museo que tiene en ella, tanto que engancha como una novela de aventuras, a los que como yo aun sentimos una parte de la niñez, en la curiosidad que siento por el mundo del TORO desde niño.
ResponderEliminarNuevamente gracias por su aportación a mí interés.