En la lidia ordinaria se corrieron seis de la ganadería de don Julián Fernández ( antes de don Vicente Martínez ). No estuvo mal en su primero aunque no tuvo suerte en el descabello.
Sosote el toro, pero valiente y decidido el matador. Al final, el público le aplaudió con cariño. Luego, en el transcurso de la corrida, estuvo admirable con el capote, hizo quites maravillosos, dió lances modelo de arte y de temple que fueron ruidosamente ovacionados, y luego, al final, en el último toro, realizó una de las mejores faenas de muleta que se han ejecutado este año en la Plaza de Madrid. Valiente, cerca y, sobre todo artístico, elegante, suave con un gran estilo personal. El público lo aclamó con verdadero entusiasmo.
De no haber actuado Juan Belmonte, o, mejor dicho, de haber actuado con otros toreros que dicen que fueron y que aun siguen diciendo que lo son, ésta hubiera sido la gran tarde de " Gitanillo de Triana ". Se cumplió la profecía de Belmonte. En " Gitanillo " hay un torero. Y un torero caro. De toda su promoción, éste es sin disputa, el más enterado, el de mejor estilo, el de más gracia torera. Aquí están los comprobantes con el sexto toro : decía A.B.C. " Gitanillo " es tan excelente torero y tiene un estilo tan personal, tan suyo, que no obstante alternar en esta corrida con Belmonte, y en esta tarde para éste espléndidamente triunfal, destacó su personalidad en todo momento, no sólo lanceando con el capote de modo admirable, sino realizando dos faenas de muleta, especialmente la última, de verdadero artista.
En 1927, treinta y dos novilladas y dieciocho corridas de toros. " Don Ventura " juzgó así la actuación del gitano en este año : " Después de una lucida campaña como novillero, de matador los aficionados ven en " Curro Puya" como le llaman en Sevilla, un torero de relevantes cualidades y un excelente estoqueador. Es decir, que " Gitanillo de Triana " torea y mata ; es valiente y es artísta, pues singularmente con el capote hay pocos que le igualen.
Al preguntarle a su representante en Madrid Sr. Fernández Arranz :
- ¿ Cómo era " Gitanillo " en su aspecto humano ?
- Si como torero su arte alcanzó cimas difíciles de lograr, como hombre no se quedó atrás. Era inteligente y era bueno. Apenás triunfo en la vida, se preocupó de sí mismo y cultivó su espíritu buscando en los libros la cultura necesaria para andar por el mundo. Yo recuerdo que en cierta ocasión en que pretendieron molestarle en una reunión de amigos, dió una contestación tan oportuna que desde entonces Taviel de Andrade - uno de sus más fervorosos admiradores - siempre decía cuando hablaba de él : " Ese no tiene de gitano más que el color ".
- ¿ Era hombre caricativo ?
- Si. Para los suyos era...... rumboso. En realidad, para él el dinero tenía poco valor. No era interesado. Quería mucho a sus hermanos, sobre todo a Rafael.
" Ese.... decía el pobre Curro..... conseguirá lo que quiera en el mundo. Vencerá, cualquiera que sea el camino que elija.
- Y.... ¿ para los demás ?
- Era un hombre fundamentalmente bueno. Cuando conocía una necesidad la remediaba, calladamente, sin ostentaciones.... Recuerdo que una vez fue a visitar a un banderillero humilde que se hallaba en cama, y sin que nadie se diera cuenta dejo bajo la almohada un billete de quinientas pesetas.
A su peón Moyano, le siguió pagando cuando cayó enfermo de gravedad, y hasta que el pobre murió no le faltó su asistencia. A otro banderillero que hubo de ingresar en otra cuadrilla porque " Gitanillo ". a consecuencia de una cogida, no toreaba, y que sufrió un serio precance en Valencia, le pagó como si hubiera estado toreando con él.... ¡ Era muy bueno Curro !
Mire usted - continuaba - Fernández Arranz - lo que hizo con un muchacho malagueño que andaba mal de cuartos y llegaba a la alternativa sin dinero para adquirir un buen traje de luces : se lo llevó a su casa, abrió el ropero donde guardaba los suyos y ,encarándose con él, le dijo : " Escoge el que más te guste ". El aspirante a matador de toros se fue al más deslucido. Pero Curro sin darle tiempo a pensarlo, le ofreció el mejor terno que tenía, a la vez que le reprendía su cortedad : " Pero....
¡ hombre ! para un día así hay que ponerse lo mejor. Y le obligó a llevarse un traje que él no se había puesto más que una sola vez.
- ¿ Frecuentaba tertulias taurinas cuando venía a Madrid ?
- Aquí tenía muy buenos amigos. Lo mismo que en Sevilla y en Málaga, donde tenía casa para pasar temporadas.
En Madrid iba mucho con Antonio Márquez, don Antonio Pérez Tabernero. En Sevilla frecuentaba el trato con Juan Belmonte al que tenía como su mejor maestro, así como con Chicuelo y " Cagancho ", que a pesar de las rivalidades que entre ambos hubo, sentía un sincero y fraternal afecto.
- ¿Alcanzó a ganar mucho dinero ?
- Si. Pero gastó mucho también.
- ¿ Cuanto cobró en la corrida que más le pagaron ?
- Dieciocho mil pesetas. Eso entonces era una cantidad muy respetable.
- Dejó mucho al morir ?
- Creo recordar que tenía algunos bienes en Sevilla : una casa en la plaza de la Mata, otra en la de Santas Patronas, otra en la de San Jacinto ( que compró siendo aún novillero ), y otra más no recuerdo en que calle. Tenía tambiém alhajas, aunque él era sobrio en el vestir y no le gustaba presumir de hombre adinerado.
- Le ¿ gustaba el cante y el baile ?
- Le gustaba oir el buen cante y ver bailar " lo suyo ", lo gitano. Pero él ni cantaba ni bailaba.
- Bien..... ¿ Quiere usted decirme algo sobre la vida amorosa de " Gitanillo "?
Comprenderá que .... en " eso " sea un poco discreto. Dire tan sólo que Curro tenía gran éxito entre las damas. Su natural simpatía, su popularidad, su logrado triunfo en el arriesgado juego de los toros.... eran suficientes motivos para que las mujeres se sintieran atraídas hacia él. Muchas, sin graves preocupaciones, le asediaban.... a todas horas. El no tomaba nunca en serio estas manifestaciones de admiración. Creo que en una sola ocasión se enamoró de verdad. Ella era una gran artista famosa que triunfó incluso fuera de España. Pero.... respetamos su nombre, porque ella murió también.
- Pero....
le contaré una anécdota graciosa que le ocurrió en Málaga.
La gracia no está en el coloquio amoroso, sino en..... las consecuencias que pudo tener. Vera uste. Un día recibió una notita de una señorita que le citaba para charlar con él. Curro, sospechando que se trataba de una pesada broma de sus amigos malagueños, no quiso acudir a la cita.
Pero la dama insistió y " Gitanillo ", al fín, acudió a la misteriosa entrevista. El lugar escogido para el encuentro era la playa. La hora, las nueve de la noche.
Total, que.... cuando Curro paseaba con la incógnita amiga por la orilla del mar, un carabinero se presentó, e, invocando la prohibición de pasear a tales horas, intentó llevarse a la Comandancia al torero y a su acompañante. Menos mal que en una ráfaga luminosa de un faro próximo, el agente de la autoridad reconoció a Curro y, ante la sospresa de la pareja amorosa, resolvió el caso con estas palabras : " ¡ Ah !.... ¿ pero era usted ? Haberlo dicho, hombre. Yo soy un admirador suyo....
¡ Menudo torero ! Y dió media vuelta y dejó a " Gitanillo " y a la dama..... " Nunca - decía después Curro - me alegré tanto de haber triunfado en la Fiesta de los toros ".
( Continuará )
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