martes, 22 de febrero de 2011

JUAN BELMONTE




Cuando el 17 de Febrero 2011, les hablaba del "TEMPLE" y el ejemplo más claro del mismo irrumpió de manos de Juan Belmonte, motivo por el que revolucionó el toreo de su época. Pensé en ese momento mostrarles una biografía amplia de la vida y la tauromaquia del genio auténtico que ha dado el toreo JUAN BELMONTE y que la crítica del momento le bautizó como " TERREMOTO ".
Nadie ha ligado así el toreo, con tal hondura en aquel momento, como si una espina mágica, invisible, acudiera a coser los lances, pero sin mostrar huellas de sus puntadas.
Los brazos del trianero entraron y se abrieron en los cosos taurinos con un renacer de milagrosa destreza frente a los astados. La capa y la muleta de Juan irradian desde los primeros momentos de su aparición el magisterio ingénito de un numen inspirador.
¡ La verónica ! ¡ La media verónica ! ¡ El Pase natural ; y el de pecho, y el molinete ! Algo de " emotiva  perfección inenarrable ".
Mas como una epifanía del riesgo, con sello inconfundible, los brazos de Juan seguían la grandeza, la marca de su unidad de arte.

CAPITULO  1.

Juan Belmonte nace el 14 de Abril de 1892, en la calle de la Feria, 72, de Sevilla, su abuelo tenía allí una modesta tienda de quincalla. Lo bautizaron en la parroquia de Omnium Santorum, precisamente en la misma pila donde fueron cristianados " El Gordito " y " Antonio Montes " ; en la misma pila donde algunos años después, recibiera también las aguas bautismales Gitanillo de Triana.
El niño crece en un ambiente relativamente fácil. La tienda de quincalla del abuelo proporciona a la familia decorosos ingresos. Cuando Juan se asoma al mundo, cuando su razón comienza a distinguir las cosas, le sale al paso, en su casa, en la calle, en el colegio ......, noticias no muy recientes de un suceso que Juan no alcanza a comprender en su trágica dimensión ; la muerte de Manuel García " El Espartero ".
Mientras los pianillos van repartiendo por la ciudad un pasodoble pegadizo y torero, las niñas cantaban en las aceras :
Manuel García
" El Espartero "
el que fue rey
de los toreros....
Juan no sabe entonces quién es el Espartero, ni que razón hay para que la gente se interese tanto por su muerte, pero algo hay en el fondo de su pequeño mundo de preocupaciones infantiles que le hace repetir, con cierta emoción, el nombre del torero muerto :
¡ Pobre Espartero,
descanse en paz !
De la calle de la Feria, pasa la familia de Juan a la de Roelas, al otro lado de esa gran arteria que es  La Alameda de Hércules. Allí pasa Juan los años de su niñez.
Un día, unos amigos le devuelven a su casa con la cabeza vendada. Se había caído desde el muro que guarda el acceso a un palacio de la Alameda, y lo tuvieron que curar en la Casa de Socorro. Sus amigos venían alabando su valor.
¡ Se ha portado muy bien !......
Ocho años tenía Juan cuando se traslada con su familia a Triana. La casa tiene la espalda al río. Allí, al poco de instalarse muere, muy joven aún, la madre de Juan.
Juan decía que no recordaba de ella, sino que era muy guapa. El día que murió, le mandaron las vecinas a jugar a la calle con otros niños. Aquella noche Juan sintió la primera gran amargura de su vida.
Pero Juan no lloró. ¿ No decía todo el mundo que ya era un hombrecito ?
La muerte de su madre hizo cambiar de vida a Juan.
Por el día trabaja en el puesto de quincalla que su padre tiene en el Altozano. Por las tardes acude con el Sr. José, su padre, a los cafés de la calle Sierpes donde se juega al billar.
Juan siempre que puede le gusta leer. Su inteligencia descubre el placer de la aventura en los libros heroicos que caen en sus manos.
Por esos días 1907, muere en México Antonio Montes, uno de los primeros espadas que con su toreo paradísimo, puede considerarse como un antecesor de Juan Belmonte.
Por el Guadalquivir sube el Cristina, que trae desde Cádiz los restos carbonizados del desgraciado diestro. El barco fondea en el muelle de San Telmo y toda Sevilla se une al entierro de Montes. Juan tiene entonces quince años.
Una tarde, mientras juega con otros muchachos al toro, un desconocido le grita desde el pretil del puente :
¡ Eh, muchacho ! ...... ¿ Quién te enseña a torear así ?.
Nadie........
Pues lo hacer muy bien.... ¡ Tu serás torero !
Y le regaló un duro. Pero Juan no tomó en serio la profecía.
En su casa las cosas no van bien. Su padre, que ha vuelto a casarse con una hermana de su mujer, se preocupa poco de la familia.
Juan entonces adoptó un aire de " incomprendido " y se lanzó de lleno a la amistad de un grupo de picaros que tenían sus cuarteles en las tabernas de los alrededores del Altozano. Aquel era un mundo complicado, donde privaba la baraja, el tabaco y la desverguenza.
Juan en aquellas tertulias escucha elogios a Montes y siente que una vocación se despierta en él ; una vocación confusa, pero que no tarde en hacerse firme.
Y llegó la hora de la prueba. Fue en la Venta de Cara- Ancha, donde por unas pesetas soltaban a los aficionados un becerrote infeliz. Juan admiró aquel día a sus amigos.
Cambió de rodillas, toreo de capa y muleta, simuló las más diversas suertes de la lidia.... Después el becerro cansado de portarse bien, se arrinconó junto a un burladero y cada vez que Juan intentaba acercarse, lo derribaba.
Aquella noche volvió a su casa sucio, despeinado y roto, pero contento.
Desde la puerta saludó a su tía madrasta : Vengo le dijo muy orgulloso, de buscarle el pan a toda esta gente. Y señaló a sus hermanitos que jugaban medio desnudos en el patio
A la vez que descubría su vocación se hacía un firme propósito: nada de merondear mendigando tentaderos.
El quería ser torero de una vez. Y pronto, porque su casa iba de mal en peor. Sus hermanos habían sido repartidos en Hospicios y Asilos. Y había días que apenas tenía para comer.  ( CONTINUARÁ ).




2 comentarios:

  1. ¡Hay es nada! el "Pasmo de Triana" me contaba mí padre que en su época se decía que Belmonte hacia la faena de muleta en el ruedo de un capacho de molino; este genio del toreo es un buen prologo para mentalizar nos cara al Curso de Encina Hermosa.

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  2. Juan :
    Se tienen que plantear que tienen que ir a las dehesas de Tablada y así será mas sencillo. Saludos.

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