lunes, 26 de julio de 2010

RECORDANDO A DON PACO COQUILLA, INOLVIDABLE GANADERO



No podía imaginar Don Paco Coquilla, cuando en 1.916 pone en marcha la ganadería, que desarrolló durante 19 años. Tuvo que desprenderse de la misma por motivos económicos en 1.935 enajenándola en cinco lotes que todos conocemos, que noventa y cuatro años después, y a pesar de que todo está en contra, queden ganaderos que defienden su encaste, más, que él mismo en su época gloriosa, tuvo la suerte que en los años que la conservó en activo estar en la primera línea de ganaderos de ese momento y sus toros se los torearan todas las figuras, como lo prueba el cartel que en estos momentos estoy ojeando y que hoy les muestro, pues pienso les puede gustar.

El primer espada Victoriano Roger, Valencia II, les hablé de él en Los Escastes Olvidados, editado en el blog en fecha 30 de Mayo de 2.010, para no repetirlo, el que quiera puede verlo en ese día.

Del segundo espada Cayetano Ordoñez y Aguilera, " Niño de la Palma ", nació en Ronda, en 1.904, y sus familiares no conocían  ningún antecedente taurino, aunque bien pronto lo tuvieron en exceso, pues los cinco hijos fueron toreros: matador Cayetano, novilleros Antonio, Alfonso y Rafael y banderillero Manuel.
Su padre tenía un establecimiento titulado " La Palma " y el apodo vino de esta razón. Cayetano bien pronto se aficionó al toreo, presentándose en 1.922 en Algeciras. Se presenta el 5 de Abril de 1.923 en Sevilla y el éxito no pudo ser más lisonjero, pues cortó orejas y rabo en la Maestranza. Gregorio Corrochano esculpe su célebre frase "Es de Ronda y se llama Cayetano". Toma la alternativa en Sevilla de manos de Juan Belmonte, el 11 de Junio de 1.925, con la presencia de José Algabeño y toros de Don Félix Suárez. Belmonte reaparecía ese día y la corrida fue memorable.
El Niño de la Palma lo poseía todo: arte, conocimiento de los toros, elegancia, alegría honda y viveza austera y sobre todo, seguridad. Las temporadas de 1.925 y 26 son triunfales para Cayetano. Pero sin embargo se advierte en él una apatía, que intriga e intranquiliza a la afición. En 1.927, aquella soberbia personalidad artística comienza a desinflarse y con ello su posibilidad de ser el dueño y señor del estamento de la torería. Cada vez se halla más decaído, con menos afición y se retira en 1.928, con gran sorpresa de los aficionados, que todavía esperaban de él las mejores cosas.
Regresa en 1.929 y torea desanimado, y en 1.930 aún torea menos y su decadencia es inequívoca. En 1.931 y 32 va descendiendo peldaño a peldaño del alto lugar que hubiera podido ocupar. En 1.932 corta una oreja en Madrid, en una tarde triunfal y en 1.933 y 34 obtiene todavía éxitos señalados que dan las últimas muestras de aquel arte opulento suyo.
Fue un experto director de lidia, uno de los pocos de aquellos momentos. Luego, como ejecutador de todas las suertes, fue depurado y sólido. Con la capa tenía una elegancia congénita y una naturalidad jugosa e inagotable. Con la muleta era inteligente y artista, templaba extraordinariamente y conocía el estilo de las reses. Su toreo tenía peso casi sensual y estaba anudado con una pincelada recóndita y viva. Como banderillero era fácil, elegante y perfecto, así preparando la suerte como clavando los palos. La espada fue su flaco, a pesar de los cual dió excelentes estocadas, y fue de los toreros que con más frecuencia ha intentado la suerte de recibir. Tal fue el volumen artístico de Cayetano Ordoñez, que se sintió de pronto sin afición, que se amilanó a la primera cornada y se retiró de la lucha, toreando últimamente sólo para salir del paso. Los verdaderos degustadores del toreo como un arte, recuerdan apenados a este magnífico espada que no supo ser el mejor.

El tercer espada Francisco Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana", al dar su verónica, fue un puro intuitivo. La primera vez que se puso delante de un toro ya la supo ejecutar. La daba con el capote dormido, lentísima, sostenido sobre un compás de piernas no natural, sin exceso, hincados los pies en la arena, el cuerpo erguido y las manos bajas. Fue tan lenta que se la llamó la verónica de un minuto de silencio. Como ejecución plástica, posiblemente ha sido la suerte en que se ha apurado más profundamente la belleza estética del toreo. Del inolvidable Gitanillo dijo el crítico Corrochano que se le paraba el corazón en cada verónica.
Gitanillo de Triana, usó también el remoquete familiar de "Curro Puya". Nació en Triana en 1.903, su compañero de juegos fue Cagancho y con él corrió las primeras aventuras taurinas en la adolescencia. Toreó bastante de novillero hasta recibir la alternativa en Sevilla el 28 de Agosto de 1.927, de manos de Rafael el Gallo. El mismo torero se la confirma en Madrid el 6 de Octubre del mismo año con toros de Julián Fernández. De testigo Juan Belmonte. Con el toro de la alternativa estuvo magnífico y con el capote tuvo un toro de los que hacen época. En 1.928 toreó 69 corridas triunfales. La calidad artística de esta temporada fue extraordinaria. En 1.929 descendió mucho su categoría, y toreó sólo 24 corridas para desmoronarse más en 1.930, si bien las tardes que triunfó fueron apoteósicas. En 1.931 el 31 de Mayo torea en Madrid con toros de Graciliano Pérez Tabernero, con Chicuelo y Marcial Lalanda.
Su primer toro " Fandanguero ", en un ayudado por alto le cogió asestándole tres desgarradoras cornadas, una en cada muslo y otra a la altura de la cadera.
El desgraciado Gitanillo estuvo agonizante aquellos dos meses de calor espeso, de 64 kilos que pesaba al ser cogido, llegó a pesar 32 al morir. En su espantoso delirio gritaba de una manera infrahumana, de modo que se oía a través de las paredes de la clínica, en plena calle. Murió el 14 de Agosto.
Gitanillo de Triana, además de ser el más maravilloso torero por verónicas de su época, logró torear con la muleta, cuando el toro se prestaba, con elegante estilo. Pero necesitó siempre su toro para poder torear cómodamente con aquel arte suyo transparente y triste, y fue porque carecía de recursos y de fortaleza física. Con la espada fue poco efectivo y, como la mayoría de estilistas de la época, no banderilleó jamás.






Les sigo mostrando cosas del Museo de Encina Hermosa. La foto del torero, es del mismo torero de Albacete, que no han acertado todavía, lo mismo en ésta, lo ven más claro.
En cuanto al torero toreando en la plaza de tientas de Encina Hermosa, no es Miguel Abellán, se trata del matador de toros en la actualidad Matías Tejela, entonces empezaba en la Escuela de Tauromaquia de Madrid.





3 comentarios:

  1. Don Mariano: Interesante reflexión sobre los inicios de lo que representa Coquilla para la fiesta de los toros.

    Me sorprendí al ver el cartel de la corrida del 19 de mayo de 1928, misma que hice motivo de un comentario en La Aldea de Tauro hace ya algo más de un año y a propósito de una tarde triunfal de Morante de la Puebla en Las Ventas.

    Le dejo la liga al mismo, que quizás lo encuentre de interés:

    http://laaldeadetauro.blogspot.com/2009/05/una-vision-trasnochada-trasatlantica-y.html

    Saludos desde Aguascalientes, México.

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  2. Ese es el gran Pedrés D.Mariano
    Un saludo!

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  3. Preciosa historia de los Coquillas y un bonito repaso de una parte importante de lo que ha venido haciendo de manera muy didáctica en el Blog. Con un objetivo muy altruista conectar con los aficionados y acercas otras muchas personas al TOROR DE BRAVO.
    Gracias por todo lo que ha hecho y que a significado mucho para mí.
    Un abrazo

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