miércoles, 10 de abril de 2019

DON FELIPE DE PABLO ROMERO





Una de las ganaderías más admiradas por los aficionados a los toros es, sin duda, la que hoy traigo. Junto con la de Miura constituyen los dos únicos casos de imposible repetición. Son dos ganaderías muy peculiares, singulares, que han estado siempre en manos de la misma familia desde su fundación, desde que se consiguió su irrepetible modelo de toro. Ambas constituyen un importante patrimonio de este espectáculo insólito que es la fiesta de los toros. Si tuviéramos que hacer una definición de lo fundamental de lo característico del toro de Pablo Romero, destacaríamos dos adjetivos : belleza y seriedad.
Fue fundada en 1885 por don Felipe de Pablo Romero, con divisa : Celeste y blanca ; Rabisaco en la oreja derecha y muesca en la izquierda ; Antiguedad 9 de abril de 1888 ; Raiz : Gallardo y Cabrera ; Tronco : Duque de San Lorenzo, Rafael Laffitte, C. Conradi ; Linea Felipe de Pablo Romero : Derivación : Felipe de Pablo Romero ; Rama : F . y José Luis de Pablo Romero Artaloitia - Felipe de Pablo Romero ; Encaste . " Pablorromeros ".
La Casta Cabrera fue fundada por Rafael José de Cabrera, en Utrera, Sevilla, durante el siglo XVIII, a partir de reses desconocidas.
Estas características de comportamiento llevaron poco a poco  a los ejemplares de Cabrera hasta el borde de la extinción, de forma que en la actualidad sólo se conservan reses de esta Casta en la ganadería de Miura.
La Casta de Gallardo tiene un origen similar al de Cabrera y en la actualidad no quedan ejemplares puros de esta Casta.
Los últimos descendientes de la Casta de Gallardo, cruzados con líneas Jijonas y sobre todo Vazqueñas, subsisten en la ganadería de Pablo Romero.
Se trata de reses de excelente trapío, anchas de pechos y de grupa, con las extremidades más bien cortas, constituyendo la única linea ganadera de la raza de lidia susceptible de calificarse como hipermétrica. La cabeza es muy chata, el cuello corto y el morrillo muy prominente.
Don Rafael Laffitte y Castro, de Sevilla, adquirió en el año 1870 a don Rafael José Barbero, de Córdoba, la ganadería formada por él con vacas jijonas de don Álvaro Muñoz y sementales de Cabrera, cuyos productos como nuevos, y a nombre del señor Barbero, se corrieron en la plaza de Madrid con divisa encarnada, blanca y amarilla el 19 de septiembre de 1852.
El seños Laffitte, en 1874, compro a don José Bermúdez Reina gran parte de las reses de origen Benjumea que aún conservaba, más setenta y tres vacas oriundas de los Gallardo, del Puerto, y procedentes de la ganadería del Duque de San Lorenzo.
Don José Bermúdez Reina formó su ganadería en 1868, con 500 cabezas de las de José María Benjumea, de origen vazqueño, a las que agregó en 1871, la torada del Duque de San Lorenzo. El duque, la cruzó con dos toros de López Cordero, oriundos de Hidalgo y Barquero.
La primera vez que se lidiaron los toros en la plaza de Madrid a nombre de don Rafael Laffitte, fue el 11 de julio de 1875, expresando en los carteles que antes pertenecieron a don Rafael José Barbero.
A principios de 1885, don Rafael Laffitte vendió la ganadería a don Carlos Conradi, el que, en octubre del mismo año, la vendió en dos partes : una a don Francisco Gallardo y Castro y la otra a don Felipe de Pablo Romero, y a nombre de don Felipe se lidiaron los toros por primera vez en Madrid, con divisa azul, celeste y blanca, anunciando en los carteles que procedían de la ganadería del Duque de San Lorenzo, en la primera corrida de abono celebrada el 9 de abril de 1888, a cargo de los espadas Manuel Hermosilla y Rafael Guerra Guerrita.
Sobresalieron en dicha corrida los toros " Cuchillero " y " Chato ", que tomaron trece varas cada uno, matando tres y cuatro caballos, respectivamente.
Durante veintiún años don Felipe llegó a conquistar los máximos honores por la bravura de las reses y el esmero en la presentación de las mismas. En el año 1906, y por fallecimiento de su padre, entró en posesión de la ganadería su hijo de igual nombre, quien de hecho la venía dirigiendo desde años atrás, el que, siguiendo la pauta marcada por su progenitor, cuidó y seleccionó dicha ganadería con esmero y sobre todo mucha afición.
En don Felipe de Pablo Romero y Llorente no influyeron los vaivenes que, de vez en cuando, se producen en la fiesta.
Ajeno por completo a conveniencias particulares él continuó sin escamotear los puros principios de la crianza y presentación del toro bravo, no siendo, pues, de extrañar que los " pablorromeros " alcanzaron justa fama, don Felipe solicitó y se le concedió un real decreto por el cual se unían los apellidos Pablo y Romero con un guión y pasó a llamarse Felipe de Pablo-Romero y Llorente.
El 29 de diciembre de 1942, a la edad de 84 años, falleció, en Sevilla, don Felipe de Pablo-Romero y Llorente. Pero con mucha anterioridad en 1917 había cedido la ganadería a sus hijos, don José Luis y don Felipe de Pablo-Romero y Artaloitia, cuyos nombres aparecieron por primera vez en los carteles de la plaza de Madrid, anunciando la corrida de toros que se celebró el 15 de mayo de 1917, en la cual intervinieron los diestro Joselito, Belmonte y Saleri II.
Al fallecer don Felipe, en agosto de 1944, quedaron como dueños de la ganadería su hermanos don José Luis y los hijos de don Felipe, anunciándose los toros por primera vez en Madrid, a nombre de  don José Luis y herederos de don Felipe de Pablo-Romero, en la corrida que se celebró el 26 de mayo de 1946, en la que alternaron Pepe Bienvenida, Rafael Ortega, Gallito y Manuel Álvarez.
En 1955, don José Luis queriendo perpetuar el nombre y que no hubiera una división de fincas ni de ganadería, ni por supuesto de hierro, no quiso que ocurriera lo que pasó en otras ganaderías, que se dividieron. En ese momento don José Luis tenía 10 hijos y cuatro sobrinos, por tanto tendrían que haber hecho catorce partes. Mantuvo el criterio de no dividir y para asegurar más la unidad constituyó una sociedad anónima, quiza una de las primeras sociedades de ese tipo en España, desde luego agrícola-ganadera que se llamó Hijos de Pablo-Romero Sociedad Anónima. Se lidió durante unos años a nombre de Hijos de Pablo-Romero, pero ante la confusión de muchas personas que decían   " "Hijos de don Pablo-Romero ", se puso a la ganadería el nombre de Pablo-Romero
Don José Luis murió en diciembre de 1975, aunque como ocurrió con todos sus antecesores, hacía ya varios años que los hijos llevaban la ganadería, por tanto desde el año 1956 la ganadería la dirigía su hijo don Felipe de Pablo-Romero y Cámara.
Al morir don José Luis el consejero delegado de la sociedad anónima era su hijo don Felipe y el presiden el hermano mayor.
En 1974 hicieron una reducción de capital por la cual se desmedro un cincuenta por ciento de la sociedad, porque sus cuatro primos quisieron su parte, los hijos de su tio Felipe, todavía vivía don José Luis y tuvieron que hacer un sacrificio económico comprándoles el cincuenta por ciento que les correspondía.
La ganadería pastaba en las fincas Partido de Resina, Herrerías y Venta Negra, de los terminos de Aznalcázar, Sanlúcar la Mayor y Puebla del Río, respectivamente en la provincia de Sevilla.
A pesar de la escasa rentabilidad de la ganadería don Felipe mostró una gran preocupación por estudiar el toro bravo de su ganadería, las caídas y la consanguinidad. Pablo-Romero reconoció que tenían un problema grave que era el de las caídas de sus toros. Hallaron el equipo de Jordano Varea que en el año 1971- 72 empezaron a trabajar en la ganadería
Durante eses años dieron un aperturísmo total, dejándoles a ellos con su equipo que realizasen cuanto estimasen oportuno. Luego en una asamblea en Madrid, se acordó plantear este estudio, dotarlo económicamente y llevarlo a efecto en colaboración con el Instituto de Investigaciones Científicas. Y, tras dos años de trabajo llegaron a constituir una asociación sobre la investigación del toro bravo.
En 1975, le sucede a don Felipe, su hijo del mismo nombre, y al fallecer éste en 1979 pasa la gerencia a su hermano don José Luis.
Nunca acudieron a la Maestranza en Feria, al parecer por tradición familiar, don Felipe de Pablo Romero promotor de la ganadería, le gustaba mucho la feria de Sevilla, que entonces era totalmente ganadera y decidió que no quería que su corrida le amargara la feria donde lo pasaba también entre ganaderos de toda clase de animales, tenían una caseta donde se realizaban los tratos, se tomaban unas copas entre guitarras y flamenco.
Fuera de feria no rehusaron nunca lidiar en Sevilla, recuerdo la despedida de Manolo Vázquez, de novillero.
Desde 1986 pasa a pertenecer en exclusiva la ganadería a don Jaime de Palo-Romero y Cámara que después de mantenerla durante once años en 1997 la vende en su totalidad a la Sociedad Agrícola y Ganadera Partido de Resina, la finca, antigüedad, señal y divisa.
La finca Partido de Resina tiene una capacidad de 400 hectáreas, con encinas y alcornoques.








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