sábado, 1 de abril de 2017

MAL EMPEZAMOS



En la pasada Feria de Fallas, de Valencia 2017, faltó la casta en las corridas lidiadas y sobró la vuelta al ruedo a un toro de la última corrida así como el generoso indulto muy discutible, pues Pasmoso, que así se llamaba el toro de Domingo Hernández indultado, salvo un derribo accidental al caballo, no peleó en varas. Y para salvar a un toro de la muerte en el ruedo debe ser un astado excepcional en todos los tercios de la lidia.
Esperemos no sirva de precedente en las próximas Ferias en las plazas de Primera como Sevilla y Madrid.
La casta se considera como el origen de donde procede el toro de lidia su herencia genética en cuanto a comportamiento incluso a morfología.
El toro tiene que combatir haciendo derroche de energía y vivacidad trazando la silueta del temperamento.
Para mí, casta es conjugar o unir fortaleza física con fiereza. La casta tiene que ir aparejada al poder. La bravura incluye casta. Actualmente también llamamoa a la casta " raza ".
La bravura de los toros de la pasada feria de Valencia y la " emoción " andaron tan distantes que la desilusión nos embargó durante toda la feria, todos los toros parecen iguales, y no se someten a la prueba fundamental " la suerte de varas ". " A los toros hay que verlos en el caballo ". " Esa es la primera piedra de toque de casta ".
La suerte de varas es muy necesaria pues con ella se decide lo principal ver si el toro tiene " casta ".
La auténtica bravura es la respuesta del toro al caballo, aunque luego moleste al torero. Sin ese toro encastado y con mucha acometividad el aficionado se aburre como nos aburrimos en la feria de Valencia 2017.
El ganadero de bravo en su dehesa desde que empieza a ejercer su profesión conoce que el objetivo principal es disfrutar de la ganadería, los resultados económicos ni los persigue ni los conseguirá, porque no existen.
El ganadero por tanto con el toro que cría pone en él su gran amor, es su afición y su vida, su gran reto, pero no su negocio.
Pero el ganadero debe estudiar la falta de fuerzas y la falta de casta de sus toros, de no hacerlo, peligra cada vez más el futuro de la Fiesta.
Pero también tiene que solucionar que su toro, pueda llegar apto para la suerte de varas, para no verla como hicieron en Valencia, asistimos a un espectáculo denigrante. Si el toro no tiene fuerzas a que viene someterlo a un puyazo falso, levantando el palo el picador y dejando en ridiculo al toro y al ganadero.
La suerte de varas que por desgracia tampocas veces vemos ejecutar en las plazas de primera como Valencia, como todos sabemos tiene dos objetivos fundamentales, quitar fuerza al toro y ahormar y atemperar la embestida, pero esos principios básicos se obvian constantemente.
La corrida se compone de tres tercios, la corrida actual esta desprovista de pasión, emoción y sentimiento y el público que paga, por verlo, tiene que exigirlos.
El barullo de las orejas en las plazas de primera por mucho que sea la unanimidad en la petición, la presidencia como norma invariable de buen juicio puede cortar el barullo y concederlas no por complacencia de las masas, donde no se tiene en cuenta un gran número de factores, colocación de la espada, calidad de la faena de muleta, enganchones, etc., la oreja representa aquel premio reservado a efemérides taurinas dignas de perpetuar en el recuerdo.
La primera oreja en Madrid a Vicente Pastor. La primera oreja a Joselito, en Sevilla.
De una oreja se pasó a dos ; una tarde el cortador se le ocurrió añadir el rabo.... y toda abusiva extralimitación quedo en costumbre.
Como aficionado pienso que en las Plazas de Primera Categoria la oreja tiene que estar concedida en condiciones excepcionales, que después no haya dudas, con lo que se salvará el prestigio de las Plazas de Primera y sobre todo el de la Fiesta.
¿ Que debe exigirse para conceder la oreja del toro como simbolo de perfección ?
Ante todo tener en cuenta el toro ; su facilidad, su dificultad, su peligro y que todo, absolutamente todo lo que haga el torero sea perfecto, claro, seguido, sin una vacilación, sin una duda, sin una flaqueza, sin un recurso que lo descalifique.
Se habla de los festejos y de las orejas cortadas por los toreros pero se tiende a obviar los méritos de los toreros para conseguirlas.
Respetable público de las Plazas de Primera Categoría : Ponganse serios y con la mayor formalidad para que no sean sus ligerezas pretexto de abusos, y reclamen tarde tras tarde que no les sustraigan más cosas de la corrida.
El indulto bien concedido siempre es positivo, aún así siempre sera cuestionable, pero cada vez al conceder el mismo se levanta más la mano quedando excesivamente de manifiesto que los mismos se conceden teniendo en cuenta solamente el comportamiento del toro en la faena de muleta.
El fin primordial del indulto es el de perseguir el objeto de preservar la pureza de su encaste y poder trasmitir el gen de bravura a las próximas generaciones de la ganadería.
Se debe indultar al toro excepcional que cumple con honor en los tres tercios de la lidia, sobre todo teniendo en cuenta el comportamiento en la suerte de varas.
Incluso sin olvidarnos como discurre la lidia en el segundo tercio, banderillas, de gran importancia, observando siempre si el toro escarba o berrea durante la misma, si se duele a banderillas, la prontitud con que acude, andando o gazapando, al galope, si se frena en la carrera, o si cambia su trayectoria, si echa la cara arriba, defendiéndose, si hace hilo con el torero, por tanto como pueden ver el segundo tercio también forma parte a la hora de evaluar el comportamiento del toro de cara a un indulto.
Pero donde hay que poner los cinco sentidos es en el comportamiento del toro, en la suerte de varas.
Cuanto menos tenga que mover el caballo el picador y menos se le ayude con los capotes, más puntos a favor del toro.
A su vez evaluaremos la prontitud de la arrancada al caballo, si acude galopando o gazapando. El mayor mérito del toro vendrá dado en la mayor velocidad en el momento del impacto, además observaremos si el toro empuja con ímpetu al caballo " metiendo los riñones " apretando con persistencia la embestida, y lo mas importante, ver, en ese momento si la salida se produce por voluntad del toro o por voluntad de los toreros.
¡ Pues si no tiene un comportamiento igual o muy parecido, no se puede pedir en una Plaza de Primera el indulto de un toro !






2 comentarios:

  1. Sr. Cifuentes, lo de Valencia -y casi todo lo de Sevilla en breve- era de esperar nada más ver los carteles, con las ganaderías de cámara que imponen los de arriba y en las que la casta y la bravura que tanto valoramos y añoramos brillan por su ausencia.
    En segundo lugar, para aquilatar en un toro todos los factores que tan lúcidamente ha plasmado en su entrada haría falta que un nutrido grupo de aficionados guiasen y educasen al mayoritario público, pero el sistema se ha encargado de alejarlos de las plazas por extenuación y aburrimiento, dejando los tendidos a merced del vulgo ignaro, pachanguero y rumboso, que necesita ver cortar orejas para considerar amortizada su carísima entrada.
    Resultado: que seguirán imponiéndonos el dinosaurio con sospechosos pero descomunales pitones que sale picado de chiqueros, el manso noblote que embiste, el animal "colaborador y artista", la "bravura" del siglo XXI... ¿Hasta cuándo? Hasta que el invento reviente y hasta los que no tienen ni idea se den cuenta de que hace años que asisten a un espectáculo en el que con monotonía se repite la misma faena, al mismo "toro", entonces esto reventará, pero por una implosión provocada por los que le hacen daño a la Fiesta desde dentro, porque ya no quedará ni toro bravo, ni torero que lo lidie, ni aficionado que lo presencie ni público que sostenga económicamente el aburrido chiringuito que han ideado.

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    1. Curro :
      Estoy totalmente de acuerdo con su comentario, es una pena que los aficionados aquellos que empeñaban su colchón por presenciar las corridas de Joselito y Belmonte, que dirían si presenciaran los desastres actuales.
      Un cordial saludo y muchas gracias por su excepcional comentario.

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