domingo, 24 de abril de 2016

SALTILLO



Con la compra en 2013 del histórico hierro de Saltillo a sus primos, Joaquín Moreno Silva ha reunificado las dos vertientes de este encaste único, donde su toro Viergado, lidiado en las Ventas en septiembre último, ha surgido como un salvador providencial.
Los primos de Joaquín, Félix y Enrique Moreno Maestre de la Cova, heredaron el viejo hierro de Saltillo, pero como eran más urbanos que campesinos se lo vendieron a Joaquín que cumplió así el sueño de su vida.
A la entrada de su finca la Vega, el hierro histórico de Saltillo sustituyó inmediatamente al de Moreno Silva, y también en los registros de la Unión de Criadores de Toros de Lidia.
Los cuatreños de saca son los últimos en lucir el segundo hierro. Todas las reses nacidas a partir del año 2013 son Saltillos en cuerpo y alma. Y, más importante todavía coinciden con la vuelta del encaste a la primera fila. En las laderas de la dehesa, que se extiende sobre las primeras estribaciones de la Sierra Norte, las vacas de Saltillo gozan de una vista única sobre la vega del Guadalquivir, desde Palma al oriente hasta Peñaflor al poniente. Una situación previlegiada de la que disfrutan con mucha naturalidad, como si estuvieran convencidas de la superioridad de su sangre. En la Vega, Joaquín tiene un solo lote de cubrición, y los machos. Las otras estan en el Molino de Chirrión con los cochinos de patas negras, 400 vacas en total. Pero gracias a esta cantidad de madres, el peligro de la consanguinidad se aleja, las camadas se amplían y las posibilidades de escoger la flor de cada una para la lidia, también. Poco a poco, el pelo cárdeno está superando al negro.
Las vacas tienen unos comederos de piedra tallados a mano hace un par de siglos. En algunos, unas conchas fósiles se han quedado atrapadas en la roca, vestigios de tiempos inmemoriales, cuando el mar sumergía lo que ahora es una cantera abierta en lo alto de un cerro.. Al igual que los estratos gealógicos del suelo, los encastes bajan y suben a lo largo de su historia. El de Saltillo se hundió durante la guerra y consiguió sobrevivir entre dos aguas gracias al empeño de los hijos de don Félix Moreno Ardanuy, y ahora de su nieto Joaquín Moreno Silva.
Reducido a un pequeño nucleo por culpa de las normas sanitarias impuestas con la entrada en el Mercado Común allá por el año 92, pudo desaparecer del todo, pero se salvó gracias a las naranjas que también se crían en la Vega. La cosecha del 2015 fue espectacular. Las naranjas de la Vega dan mucho jugo, lo que durante décadas permitió mantener a la ganadería, ampliarla con paciencia, mejorarla, pulirla sin quitarle un ápice de su personalidad, y al final, después de algún refresco por la vía de Buendía, darle su perfil actual, más moderno, pero igual de temible.
A pesar de todos los esfuerzos del ganadero, este renacimiento no habría sido posible si otro movimiento subterráneo no se hubiera puesto en marcha : cuando las aguas parecían haber cubierto para siempre al encaste Saltillo, el empeño de los aficionados y de algunas plazas por levantarlo hizo que, lentamente, remontara desde el fondo hasta la superficie, emergiendo desde las aguas, como un islote perdido en el mar del monoencaste. Igual que las extrañas piedras marinas que los geólogos encuentran a menudo en lo alto de las montañas, los fósiles de Saltillo volvieron a brotar, despertando la curiosidad entre los aficionados, para los cuales representan un pasado remoto que se cría perdido.
Enrique, el mayoral, entró en la Vega muy joven, hace 25 años, para ocupar el puesto de su padre, que fue mayoral en tiempo de don Félix Moreno Ardanuy, el abuelo de Joaquín, y luego de su tio.
En tiempo del abuelo de Joaquín, su padre le contaba a Enrique que los toros se criaban en la misma vega, que son las mejores tierras.
Hoy son los primos de Joaquín, que cultivan allí patatas, espinacas..... todo crece en ellas.
Comenta Enrique, el mayoral : Desde que se destetan, los machos crecen a hierba y bellota en el monte hasta bien cumplidos los tres años. Luego, cuando los cercados de la parte baja de la Vega, se vacían, los bajas a ellos, se enfundan y se preparan a pienso para la lidia.
" En el monte, los pitones se endurecen mucho. Los treinta y pico utreros disponen de 60 hectáreas donde se reparten en varios grupos.Cuando se juntan los grupos suele haber grandes broncas..... Tienen tres corridas para 2017. La criba es considerable. Aparte de las bajas, sólo hay que dejar lo mejor para toro. Y para Madrid, si puedo juntar todo cárdeno, no metó negro. Si dejo una corrida negra me cuesta mucho venderla ".
¡ Saltillo tiene que ser cárdeno !
Yo nací en aquella casita que está alli. " Me fuí de aquí con dos años y volví con 24, estuve con el padre de Joaquín cinco años, y luego con él ".
La campaña de tentaderos va muy bien y Enrique tiene prisa para que termine : " En cuanto antes echemos fuera las vacas desechadas, mejor. Más espacio y más hierba para las que se quedan. Al día siguiente de conocer las desechadas, suben al camión del carnicero.
Los toreros llaman todos los días para tentar. Se nota que hay menos vacas por todas partes.
El toro lidiado en Las Ventas bendijo a la ganadería a ojos de los toreros. " Fue extraordinario. El Rosco se quedó afónico de tanto gritar para pedirle la vuelta al ruedo...... Yo entiendo que el toro nuestro es más de público que para estar delante. Esas corridas son para toreros muy preparados y dispuestos. La última corrida que se lidió en Céret tenía cerca de seis años, peso más más de seiscientos kilos y le dieron una media de cuatro puyazos fuertes a cada toro.
La que preparamos en la Vega para esta plaza en 2016, no le va a la zaga.
La de Madrid es más bonita y pareja, sin dejar de ser una tía. Para su vuelta a San Isidro, Joaquín Moreno Silva ha dejado la flor de su camada. Se escogió por notas y hechuras. Son toros fuertes y mus culosos. Deberían dar mucho juego.
En el cercado lindando con la corrida para Céret asoman tres esparragueros. Andan de furtivos por la Vega y no se cortan un pelo cuando tropiezan con el personal de la Vega, algunos se han llevado una cornada, pero vuelven igual. Dicen que con los espárragos viven todo el invierno, cosechando de ocho a veinte kilos a diario. En la Vega, todo se aprovecha : espárragos, toros y naranjas.
Joaquín ha invitado a los dos triunfadores de la corrida madrileña que le permitió salir del purgatorio y entrar en San Isidro.
En la corrida el quinto " Viergado ", cárdeno, de 576 kilos al que José Carlos Venegas le cortó una oreja. Si " Viergado " hubiera caido en manos de un torero más preparado, se le había pedido el indulto, lo cierto es que le pidieron la vuelta al ruedo y, a pesar de la fecha tardía del festejo, tuvo tanta trascendencia que se le consideró como uno de los mejores toros de la temporada madrileña.
Para los del 7 y la Asociación del Toro de Madrid, " Viergado " resultó de los mejores de la temporada, y así lo premiaron.
En el palco de la plaza de tientas, el ganadero está rodeado por los hermanos Álvaro y Pepe, los de la Quinta. Son primos lejanos a través de los " de la Cova " de la generación de los abuelos.
En Saltillo, se ha producido algún refresco via " La Quinta ". De hecho, cuando Javier Buendia vendió la parte de la ganadería familiar que había recuperado, Joaquín Moreno Silva y Álvaro Martínez Conradi la compraron a medias, lo cual explica que en ambas ganaderías se vean animales con el curioso pelo flor de gamón, muy claro, procedente de un semental de Bucaré que padreó en casa de Javier Buendía y que sigue padreando en casa del maestro Paco Camino.





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