jueves, 9 de julio de 2015

MANOLETE..... su tauromaquia ( Capítulo IV )



El cordobés ya apuntó en Tetuán de las Victorias su estilo personal y estoico. Una y otra vez aguanta impávido la embestida del novillo, que le cogió varias veces destrozándole el vestido de alquiler. Manolete ofrece una estampa trágica del torero vencido. El público le increpa sin piedad. Pero a Manolete no parece dolerle el cuerpo ni importarle el vestido roto, ni la cara sucia. Hay en él un deseo de triunfo que aquella tarde del 1 de mayo de 1935 no logra alcanzar.
Uno, le grita, poniéndose en pie en la solanera :
- ¡ Chalao !
- ¡ El chalao lo será usted, idiota ! - responde Luis Miguel irritado.
- Padre, ¿ de verdad es un chalao Manolete ?
- No hijo : no es ningún chalao. Con ese valor, si le respetan los toros, va a ganar los estados de Isabel II.
Dominguín repite el 5 de mayo, y tampoco mejora la inpresión causada en su debut. Se muestra valiente, pero soso, sin angel y codillero. Los críticos dicen en sus periódicos : " Este hijo de Manolete no llegará ni a la medianía que fue su padre.
El 25 de julio de 1935 se presenta en Córdoba con picadores, donde obtiene el primer triunfo importante de su carrera : dos orejas y rabo. Repite en Córdoba en noviembre y corta una oreja.
Inicia la temporada 1936, toreando el 6 de mayo en Córdoba y repite el 31 y el 14 de junio. En este último festejo corta orejas y rabo.
El 18 de julio de 1936, estalla la guerra civil, pero Manolete continuará toreando a lo largo de aquellos tres años, contando con la dirección artistica de su paisano Camará.
La Sevilla " empepeluisada " dijo sí al espigado y nuevo espada cordobés.
La convenció con el argumento irrebatible de su exactitud a la hora de la verdad.
A la cuarta actuación - 9 de octubre de 1938 - y concretamente compitiendo con Pepe Luis Vázquez, la Maestranza consagra a Manolete. Nunca hasta ese día disfrutó Manuel de un mayor gozo.
Fue un día grande ese 9 de octubre de 1938. Bota el nombre de Manolete de los mostradores de las tabernas trianeras.
Rebota en los bares de San Julián, El Palmarejo y el Arenal.
No se atreven a hablar de todos los que viven en San Bernardo ; les duele que su vecino Pepe Luis - con tanta gracia como tiene y con lo muchisimo que sabe - no pueda ser en exclusiva el amo de la torería. Los aficionados del barrio de la Macarena reconocen que es difícil que se pueda ver torear mejor al natural como lo ha hecho Manolete. Sólo de Manolete se habla en todo Sevilla.
El novillo de Villamarta - bravo, fino y fiero - ha salido de bandera. Le ha tocado a Manolete. Ha podido expresar con él cuanto de torero siente. Se ha consagrado en la Maestranza. Después de la novillada le visita el viejo maestro José García " El Algabeño ", amigo de Camará y le dice el veterano matador :
- Pepe, debe ya tomar la alternativa, Manuel, tu paisano.
Como matador de toros ganará él a Marcial Lalanda y a Domingo Ortega, que están ya cansados.
Camará piensa y medita. Tres días despés toreará otra vez con Pepe Luis - Manolete en Córdoba. En masa, copando los trenes especiales, los sevillanos se desplazan cerca de la Mezquita - a Manolete, Manuel Calderón y Pepe Luis Vázquez con ganado de Villamarta.
A Manolete no se la ganan esa tarde - 12 de octubre de 1938 - esos dos. La personalidad de Manolete sólo la tiene Manuel Rodríguez. Lo suyo - ya lo han visto en Sevilla - es diferente.
Termina la contienda el 1º de abril de 1939, año en el que licencian al artillero Manuel Rodríguez Sánchez y se doctora el torero Manolete.
Camará sigue meditando lo que el Algabeño le ha dicho en Sevilla.
La alternativa se produce el 2 de julio de 1939, sin que importe para el llenazo en la Maestranza que sea día de tórrido calor. Respetuoso siempre, le pregunta al padrino Chicuelo en el instante de la entre ga de los trastos :
- ¿ Esta mejor el toro por el lado derecho, no maestro ?
- Si, pero tú eres Manolete y serás capaz de sacarle naturales. Mucha suerte, tocayo - le responde Manuel Jiménez " Chicuelo "
No tiene firmadas muchas corridas. Las primeras las irá conquistando tarde a tarde Manuel. Gana 12000 pesetas ese día de la alternativa y entrega 2000 pesetas como donativo a los fines benéficos de los periodistas sevillanos. Memorable corrida de la Prensa. Nunca se le vio a Chicuelo más inspirado en su " Sevilla ". El testigo Rafael Gitanillo se abelmontó en el quinto, que salió de bandera, y con el capote recordó a su hermano Curro Puya. También - como no - hubo orejas para Manolete.
Manuel Rodríguez está contento, cuando al regresar a Córdoba le ofrendó a su madre su primer éxito como matador de toros.
Días después torea en el Puerto.Juan Belmonte le dijo a Clarito en San Sebastián :
- Entonces, ¿ no ha óido nada de Manolete ?......
Y le contó entonces la tremenda corrida de Pablo Romero que presenció Juan en el Puerto desde el callejón, luego de haber actuado como rejoneador. Domino Ortega, Pascual Márquez y Manolete formaban el cartel. Los dos competían desesperadamente sin reparar en el volumen y poderío de los toros. Y Domingo Ortega, viéndoles cogidos y nada deseoso de apencar con la carga, recomendaba :
¡ Muchachos, arrimarse, sí, pero con cuidado ! " A Manolete lo desbarató el tercer toro.
Hecho trizas la ropa y el cuerpo, nadie esperaba, y todo el mundo aplaudió, que en lo álgido de la pelea del cuarte saliese Manolete de la enfermería a toda prisa inquiriendo ¡ si le tocaba el quite !....
Y le contaba Juan Belmonte a Clarito - a mí, que debía de estar curado de espanto, me puso la carne de gallina.....
Córdoba lo alumbro, Sevilla lo consagró. Le falta sólo a Manuel Rodríguez, para conseguir como Manolete sus objetivos, la conquista de Madrid.
No cabe más novedad ni más lujo en el cartel del 12 de octubre de 1939. Juan Belmonte ( rejonedor ), Marcial Lalanda, Juanito Belmonte y Manolete, con toros de Antonio Pérez, que es la ganadería en boga.
( Continuará )





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