martes, 9 de septiembre de 2014

ENCASTE VAZQUEÑO ( CAPÍTULO XII )




Los fuegos y juegos, que conjugan la cadena genética, casí siempre tan inexplicables, hacen que la capacidad de sospresa del ser humano sea todavía posible.
Los pelos y pintas de los " Concha y Sierra " son como una explosión maravillosa de flores inverosímiles al comenzar la primavera. Esos estigmas, dejados por su descubridor don Vicente José Vázquez y después por la familia de Concha y Sierra hacen que perduren hoy con el mismo brillo que antes, incluso de siempre.
Poseedor de esa carga bestial genética y con las armas del trabajo y de la afición, don José Luis García Palacios, sueña, despierta, para que los toros de la " viuda " engorden, todavía más, ese gran pedazo de historia que escribieron.
Los toros de la " viuda " han sido relegados durante un tiempo a su historia : pero hoy siguen siendo actualidad, gracias al esmero, al vigor y a la afición de la familia de don José Luis decidida a colocarla, de nuevo, en el sitio que nunca debió perder.
Miguel Báez y su mayoral les sirvieron de gran ayuda y ellos lo interpretaron desde su criterio lo que decían, porque ser ganadero es como las tarjetas de crédito : personal e intransferible. Miguel les dió todo tipo de ayuda. El equipo de trabajo de don José Luis comenzó con un mayoral magnífico Santiago Chacón, al que por motivos ajenos a ellos pasados cinco meses perdieron la gestión extraordinaria que desarrolló que fue tremendamente útil a la ganadería.
Los defectos que se encontraron en la ganadería fueron más que nada por falta de atención, algún defecto de pitones, pero nada más, algún cruce que no fue el más idoneo.
Eliminaron todo lo del cruce con el toro del Conde de la Corte porque les ofrecía unas hechuras que se salían del tipo de lo de Concha y Sierra, y producía embastecimiento en el tipo zootécnico de la ganadería.
Eso de que los toros se parecen al ganadero que los cría, es cierto, pèro tienen que pasar cuatro o cinco generaciones para que ocurra. Lo de Concha y Sierra es un encaste que se ha mantenido bajo la misma linea y sin cruce alguno desde mediados del siglo XIX, su comportamiento es muy particular y sobre todo de muy alta calidad.
Al preguntarle a don José Luis : genéticamente, ustedes no pueden refrescar con otras sangres, ¿ qué medidas piensa tomar para subsanar posibles casos de consanguinidad ?
Mire : nosotros estamos en un islote y no hay nadie que nos pueda ayudar. Si tuviéramos algún ganadero más en nuestro islote, sin duda que no estaríamos hablando de este encaste como lo hacemos. ¿ Qué conlleva esto ?, que la consanguinidad puede traer casos fenotípicos, pero bueno, la consanguinidad hay que saber conjugarla porque uno de sus primeros efectos es que fija mucho los caracteres de la lidia.
No podemos refrescar, por lo que tratamos de indagar en los avances que nos ofrecen los programas informáticos sobre la posibilidad que el semental cubra vacas que den productos con una consanguinidad más baja.
Cuando don Vicente José crea el encaste, podemos decir que se da este florecer genético de los pelajes, que es muy difícil prever qué pelo va a salir. Si que hay un pelo muy prototípico, el burraco. Pero hay veces que te sosprendes ; por ejemplo puede salír un becerro salinero de una vaca cárdena y un toro burraco. Tiras de libros y encuentras que su tatarabuelo tuvo ese pelaje. Los saltos genéticos que da lo de Concha y Sierra son impresionantes y, la verdad, son una delicia.
Algunos piensan que este hierro tiene una historia negra.
Nuestro reto es cambiar todo ésto y recuperar el crédito que debiera tener. Esto es, regresar a las grandes ferias, sin ningún ánimo de sacar la ganadería fuera de tipo para lidiar. Lo que buscamos es el situar nuestra ganadería entre las principales. Cumpliendo eso, nos sentiríamos satisfechos porque fuera demandada por los aficionados, y, por qué no, por las figuras que tantos éxitos nos dieron antaño.
Fuerza y resistencia, además de buscarlas en la selección se alcanzaran con otros factores externos que si podemos reforzar. El manejo, la sanidad, la alimentación, todo ello nos darán más garatías para poder cumplir con el compromiso que tenemos con el aficionado.
Y al final, cuando un toro embiste como tú tienes en mente, cuando ves que los hijos de una vaca se comporta como preveías, te sientes agraciado por el dichoso azar de la genética y a la vez eres consciente de que no todo es suerte ; que el trabajo serio y diario de los ganaderos tiene su recompensa, ya sea de naturaleza íntima, o a la luz del día en una plaza de toros.
Faltaba comprobar el juego que daban estos Concha y Sierra regenerados por la familia García Palacios. En 2004, el 20 de mayo, Swan Soto cortó en Nimes la oreja de uno de los tres toros de Concha y Sierra que se lidiaron junto a otros tanto de Albarreal, el otro hierro de don José Luis.
El 31 de julio siguiente, frente a otros cuatro lidiados en Valdepeñas, Jesulín, Rivera Ordóñez y el Fandi se repartieron cuatro orejas.
Volvieron los vazqueños a Madrid después de muchos años, pero en Vistalegre, en 2006, para Eugenio de Mora, Antonio Barrera y Fernando Cruz. Justitos de presentación, fueron flojos en conjunto, pero hubo un tercero superior, al cual Fernando Cruz cortó una oreja.
En 2008 volvieron los Concha y Sierra a dos plazas de primera; en la concurso de Zaragoza y en Málaga.
En 2009, en Calasparra, Pavito ganó el premio al novillo más bravo.
Pero fue en Madrid, en el marco de los encastes en peligro de extinción, donde los Concha y Sierra dieron prueba de su mejoría. Gustos aparte, de los doce novillos lidiados en las Ventas en 2012 y 2013, muchos hicieron gala de esa nobleza, así como de una gran humillación. A algunos les sobró algo de mansedumbre para seguir los vuelos, en otros afloraron ligeros problemas de fuerza, pero en conjunto se vio la calidad del trabajo llevado a cabo durante los últimos años por los García Palacios.
De hecho, al finalizar la novillada de 2012, José Luis hijo se mostraba muy ilusionado, pero seis meses después estalló la noticia : los Concha y Sierra acaban de venderse a un panadero francés.
La familia García Palacios siguió con lo de Albarreal, 
El hombre y sus circunstancias. En la primavera del 2013, las 80 vacas sus crías y 4 sementales salieron para la Camarga francesa, donde les esperaba otro episodio de su larga historia. Y en septiembre don José Luis lidió en las Ventas su última novillada, en presencia de su comprador. El veredicto del sector progresista de la crítica fue bastante duro, pero hubo otros muchos que pensaron lo contrario : " Definitivamente, este señor francés es un romántico ".
( Continuará )




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