viernes, 14 de febrero de 2014

RONDA..... Y SUS TOREROS ( CAPÍTULO VIII )




En la temporada de 1951 se cruza en la vida de Antonio una persona que iba a compartirla íntimamente por muchos años. El torero se enamora de Carmen González, de familia torera, hija y hermana de los Dominguín. Antonio conoció a Carmen, a la salida de misa en las Calatravas. Dos años duró el noviazgo. Antonio estaba lleno de ilusiones y estaban comprometidos para casarse en otoño.
En la temporada de 1952 alterna en Sevilla con Pepe Luis Vázquez, logrando Antonio un triunfo memorable : era un elegido.
El 18 de junio de 1952 un toro de Alipio Pérez Tabernero lo hiere de cierta gravedad. 
Torea 74 corridas y lo coloca a la cabeza del escalafón de matadores de toros.
En 1953 reaparece en España Ernest Hemengway y en la vida de Antonio Ordóñez.
Han pasado más de treinta años y el premio Nobel ya no es el joven excombatiente de la primera guerra europea.
El encuentro se produce en Pamplona, Hemingway acude allí quizá en pos de sus recuerdos, para que su esposa Mary viese corridas de toros.
Ella había visto a Manolete en México y deseaba conocer más a fondo la fiesta. Antonio, que toreaba en aquella feria, al tener noticia de que el novelista de " Fiesta " se hallaba en la ciudad, le mandó recado para que le encontrase en el hotel.
Acompañado por el matador mexicano Jesús Córdoba aparece Hemingway en el hotel donde Antonio Ordóñez se hallaba descansando del ajetreo de la corrida y le recibió Antonio con una pregunta :
- Dígame. ¿ Soy tan bueno como mi padre ?
Fué una amistad más serena que la que pudo unirle con Cayetano. Antonio le llamaría Papá Ernesto y pacta con éste una fantástica asociación en que uno se ocuparía de la literatura y el otro de los toros.
En 1953 suma 47 festejos entre España y Francia, con dos percances.
En 1954, 49 corridas entre España y Francia, dos en Portugal y cuatro en Colombia. El 20 de septiembre, la alternativa a su hermano José Ordóñez, con Antoñete de testigo.
Mal año el de 1955, Antonio, entra en el servicio militar. Se cuenta que con ese motivo estalló " la guerra de los capitanes generales ".
Uno que admiraba a Chamaco que llenaba la Monumental de Barcelona dos y hasta tres veces por semana.
Y otro que admiraba a Antonio Ordóñez. Los dos toreros coincidieron, en fechas, en el servicio militar. Antonio en febrero torea dos corridas en Venezuela, acude sin permiso a la feria de Castellón, celebrada el 13 de marzo. Alterna con él su hermano José y Carlos Corpas, los toros de Miura. Uno de ellos produce a Antonio una " cornada " en el muslo derecho. Pronostico muy grave.
Volvería a vestirse de luces en la feria de Sevilla, los días 18, 20 y 21 de abril. Vuelve a ver las caras a los Miuras, con Rafael Ortega y César Girón.
En 1956 torea 65 entre España y Francia y nueve en México.
En Madrid no le contrataban durante varias temporadas por problemas de despacho.
El 14 de mayo de 1957 vuelve Antonio a Madrid en la isidrada, triunfó y dió el titulo de doctor a su hermano Pepe con César Girón, de testigo y toros de Eusebia Galache. Antonio cortó una oreja, tras torear magnificamente y encandilar al público recibiendo la reválida de los aficionados madrileños.
Torea el 17, la de Carlos Núñez y el 18 la de Pablo Romero.
Vuelve a Madrid, el día 21 de junio, en un mano a mano con Antonio Bienvenida. Cuatro toros de Francisco Ramírez y dos de Albaserrada. Ordóñez cobró 300.000 pesetas, y fué cogido de gravedad en el muslo derecho, pronostico grave.
Terminó la temporada 1957 con 48 corridas.
Antonio Ordóñez en la temporada de 1958 recordaba siempre su triunfo en la Plaza de Jerez el 14 de septiembre de 1958.
En el jurado figuraba Juan Belmonte.
Los tres primeros toros ( de Juan Pedro Domecq, Alipio Pérez Tabernero y Joaquín Buendía ) desilusionaron a los expertos. Cuando salió el cuarto del toril se hizo, como milagro, el silencio. Era un espléndido toro negro de la ganadería de Benítez Cubero.Antonio con un traje de luces oro y rojo, vió  qué adversario ideal tenía en sus manos : el tipo de toro con el que sueñan los toreros siempre. Su cuadrilla, tras la barrera, no se movió. Ordóñez con paso lento se dirigió al centro del redondel. El toro se arranca. Antonio sin moverse una pulgada, mueve suavemente el capote, haciendo uno, dos, tres arabescos en el aire. El toro se vuelve embiste de nuevo. Todo el arte de la verónica salido de la Escuela de Ronda se manifiesta en todo su esplendor. El toro acomete en la suerte de varas con gran acometividad. Con la muleta la fusión del toro y el torero con una armonía de posturas y de ritmo con una gran lentitud y sus pies clavados en el suelo. El público que desde hace diez minutos retiene la respiración, prorrumpe en una gran ovación. Sonaron tres toque de clarín. El ganadero a petición de Antonio, solicita el indulto que concede el presidente y " Compuesto " es devuelto a los corrales en medio de ovaciones indescriptibles
En 1958 llega a 72 corridas. Cogida grave en San Sebastián por un toro de Carlos Núñez
La boda de Antonio y Carmina se llevó a cabo en otoño de 1953 se engalanó la finca Villa Paz para ser escenario de un gran acontecimiento. En el patio central de la casa se levantó una gran pared verde y salpicada de flores. Y allí se instaló el altar en el que don Julio, cura de Saelices que más tarde casaría a Luis Miguel y Lucía Bosé bendijo la unión de la pareja.
Allí se unieron en matrimonio y, además aquel acto significaba la unión de las dos dinastías. Domingo, el patriarca, había conseguido su gran sueño. Desde que se hizo cargo del apoderamiento de Antonio, en visperas de su alternativa, sin que mediasen por medio más contratos que la palabra, le fue tomando afecto. Antonio entraba en la casa de la calle Principe como en su propia casa.
La fiesta de la boda duró hasta las cuatro de la madrugada, los padrinos la madre de Antonio y Luis Miguel Dominguín.
( Continuará )













2 comentarios:

  1. Mi torero de mi Juventud solo e visto tres grades faenas con la izquierda grandiosas: Antonio Ordoñez en la Monumental De Barcelona 1961, Paco Camino en Madrid y Manuel Cano "El Pireo en Madrid, los que me-llenaron mi afición junto a Rafael Ortega.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Juan Hidalgo :
      Muchas gracias por tu comentario. Para mí Antonio Ordóñez es el torero que más me gustó, la pena és no poder seguir viendolo en los ruedos. Un abrazo.

      Eliminar