martes, 14 de enero de 2014

ENERO..... LLUVIA Y FRÍO



Del 4 al 7 de Enero de 2014 han caído en Extremadura muchos litros de agua, el norte de la provincia de Cáceres estuvo con aviso amarillo, y el 112 atendió 2600 llamadas y gestionó 81 incidentes relevantes.
Les muestro una fotografía de Encina Hermosa que acredita la noticia.
El agua es siempre bien recibida en la dehesa, pese a algún incidente puntual, nos ha remediado la sequía que veníamos padeciendo con un otoño muy seco así como el principio del invierno.
Algo similar recuerdo que ocurrió en Enero de 2005, y lo recuerdo con tanta precisión por coincidir con el nacimiento de " Bonarillo ", semental nº 14, cuya fotografía aparece en la portada del blog y que aprovecho para contarles tal y como me quedó grabado :
Transcurría Enero de 2005 y el día 4 en Encina Hermosa a mediodía, la tierra estaba a pesar de lo avanzado del día cubierta de rocío helado, la niebla muy espesa permanecía intacta y el viento gélido unido a la humedad hacían que el ambiente fuera muy frío.
Las lluvias de esos días hincharon de agua los regatos y desbordaron el arroyo que la cruza. Los caminos estaban intransitables, incluso a trozos borrados por el agua y llenos de barro por todas partes.
Ayer llovió con tanta fuerza durante todo el día, una gran borrasca del Atlántico llena de nubes bajas penetraron y parecía la dehesa una costa con las olas azotando las encinas y los alcornoques.
La niebla se arrastraba desde el rio Tiétar y daba signos de no querer desaparecer aquel día.
En los lotes de vacas se notaban algunas con sintomas de estar a punto de parir.
A las vacas con el frío les gusta mucho ramonear la poda de las encinas y las paridas aprovechan esas ramas para proteger a sus becerros del frío de la noche y del viento gélido.
Desde el caballo me dí cuenta que " Bonarilla " nº 252, estaba a punto de parir, era una vaca  de seis años y contaba con una excelente nota en el tentadero, éste sería su tercer becerro, los dos anteriores fueron machos. Con gran disimulo iba abandonando el grupo y se marchaba a la soledad de algún punto solitario, que ellas conocen muy bien, y que suelen ser los mismos donde paren a toda su descendencia.
A distancia la observé y pasó la tarde sin mostar signos de empezar el parto, pero permanecía en el sitio fijado por ella y muy separada del resto de las vacas. Con la puesta de sol me marché. En el regreso la niebla era muy fría y bastante llorona, al pasar bajo las encinas parecía que estaba lloviendo.
Pero con el nuevo día apareció un sol radiante, hacía frío y mi primer pensamiento de la mañana fué ir a ver a " Bonarilla " .
Cuando atravesé el grupo de vacas las mismas estaban comiendo lo que desde el tractor y el remolque les extendían, enseguido distinguí a " Bonarilla " que estaba con ellas pero comía poco y las ubres estaban muy abultadas, el área bajo el rabo estaba hinchado y flácido, se le notaba fuir un chorrillo de liquido.
Estaba intranquila y enseguida abandonó la manada con mucho disimulo y se dirigió de nuevo al sitio escogido por ella para el parto.
Una abubilla se hacía notar con su " puuu - puuu " que intranquilizaba a la vaca y por fín se echó al suelo y se decidió a comenzar a parir.
Pero al momento los ladridos de dos perros no muy lejanos comenzaron a molestarla. La vaca miraba en la dirección del sonido con las orejas apuntando hacia adelante ; los perros para las vacas paridas son como sombras de lobos.
Con la cabeza apoyada en el suelo, sus costados palpitaron pesadamente. Enseguida comenzó a aparecer el extremo del saco lleno de líquido que contenía el becerro. Pronto fueron visibles las puntas azules de las pezuñas ; los becerros nacen con la cabeza por delante y las patas traseras extendidas. A los diez minutos, se levantó " Bonarilla " con trabajo el extremo del saco colgaba bajo la cola como una gran bombilla. Se volvió a echar su respiración cada vez era más pesada, levanto la cabeza del suelo, volviéndola para mirar el saco. Tenía las ubres llenas. Sus costados palpitaban con los dolores del parto. De pronto se estremeció con más fuerza, forzando al becerro a terminar de salir y caer al suelo. Levantó la cabeza y lo miro durante varios minutos. Se levantó y agacho el hocico para tocar con su nariz la del becerro. Comenzó a comerse la placenta y a limpiar a su becerro macho." Bonarillo " emitió apagados quejidos y movió la cabeza débilmente.
Lo dejo limpio, y lo acariciaba con el hocico. La vaca le empujaba suavemente. Durante un momento se mantuvo de pie, cayendo después sobre el costado. Tras varios intentos consiguió ponerse de pie y dar unos pasos tambaleándose y cayendo ; las largas y delgadas patas le temblaban y se le doblaban.
Por fín consiguió enderezarse. " Bonarillo " estaba hambriento y olfateó el vientre de su madre. Sabía lo que buscaba. El dolor de la hinchada ubre hizo que la vaca levantara la pata trasera, facilitándole así la toma de los primeros calostros. Tocó uno de los pezones con la nariz, lo lamió y comenzó a chupar.
.
Tan insimismado me encontraba con el acontecimiento que sin advertirlo me descubrió " Bonarilla " en el caballo y levantó la cabeza y agitó los pitones amenazantes, pero no embistió, no quería por ningún motivo abandonar a su precioso becerro. Se volvió y empezó de nuevo a lamerlo en un paraje lleno de juncos, que le resguardaba del viento frío.
La tarde languidecía y un viento fuerte ondulaba la arboleda, jugando y silbando entre las hojas.
De vuelta, el ruido del andar del caballo entre el barro y cuzando las grandes encinas me hizo pensar en el destino  de " Bonarillo ", su madre obtuvo en la tienta una gran nota en cuanto llegara apuntaría a " Bonarrillo " en mi agenda,  para probarlo de semental.
Por la mañana " Bonarilla " se la notaba débil del parto. La hierba tierna y joven acariciaba el hocico del becerro haciéndole cosquillas.
La encontré cuando ella venía en busca del grupo de vacas y la comida que en esa primera hora de la mañana les suministraban heno y tacos de camperina.
Pasó el tiempo y el sueño se cumplió " Bonarillo " a los dos años de vida, en la plaza de tientas de Encina Hermosa se tentó y pasó una de las más difíciles pruebas, la de semental para toros de lidia, y durante varios años ocupó un puesto importante de semental en la ganadería.





6 comentarios:

  1. Don Mariano como siempre un placer leer este precioso articulo

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  2. Garridet :
    Muchas gracias por su cordial comentario y que sirven de gran apoyo al blog para seguir su andadura.. Saludos.

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  3. Precioso relato y que treinta años de disfrutar de algo tan especial!!

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  4. Agradezco mucho Juan Hidalgo tus entrañables palabras, y la verdad no dejan de ser una constante añoranza esos treinta años tan bonitos. Un abrazo.

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  5. Don Mariano.

    Aun con el dolor de haber renunciado a la cría de sus Coquillas, por favor no deje de ilustrarnos con el relato de escenas camperas como ésta.

    Reciba un cordial saludo,

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    1. Anónimo :
      Muchas gracias por su comentario y por el gran apoyo que representa el mismo y que gracias a ellos el blog sigue vivo. Cordiales saludos.

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