lunes, 11 de noviembre de 2013

REFLEXIONES FRENTE A LA CHIMENEA



Sentado frente a la chimenea, en Encina Hermosa, y mirando el intenso brillo del fuego fijamente, sin querer, me empiezan a fluír pensamientos a una intensidad pasmosa.
Pienso por el momento tan crítico que atraviesa la cabaña de bravo, sobre todo para los criadores de encastes minoritarios. Si antes teníamos un hueco, aunque siempre pequeño, por los pueblos de nuestro país, ahora sin apenas festejos, y si alguno se lleva a cabo los empresarios buscan hierros del máximo renombre, pues al fín y al cabo el precio sera el mismo.
Si tienen la paciencia de repasar las reseñas de espectáculos celebrados en plazas de tercera categoría durante 2013, comprobaran este dato de forma fehaciente.
Sabemos que la economía taurina se basa en adquirír la materia prima al precio más bajo posible, y en estos momentos las opciones son limitadísimas, vender a muy bajo precio, mandar los productos al matadero.
Todo un conjunto de circunstancias adversas han venido a confluir al unísono sobre las dehesas de bravo.
Esa alocada carrera en los últimos años de crear ganaderías, multiplicando las ofertas y sobre la base de un encaste muy concreto, es por tanto que si los encastes minoritarios atravesaban una etapa de peligrosa extinción, hoy, podemos decir que viven al borde del abismo.
El ganadero cría toros por el método de la descendencia. Para fiarse de un reproductor tienen que pasar varios años. Las reatas son fundamentales para la selección. Por eso llevan mucha ventaja las ganaderías que tienen cien años de supervivencia.
Es importantisimos que los ganaderos presten mucha atención al comportamiento de sus toros al finalizar las lidias.
Y que el toro se crezca ante el castigo.
Tendríamos que recuperar como fuera la suerte de varas.
Si ello fuera posible comprobariamos el poco caudal de bravura que circula por nuestra cabaña de bravo actual.
El torero busca el encaste con el que está más a gusto delante y al que mejor le pueda cortar las orejas, los gustos del aficionado ni los sopesa.
El comportamiento del toro actual es empezar muy fuerte en la faena de muleta y en cuanto le pueden se raja.
Del indulto en 2013 : ¿ Se han pasado unos cuantos pueblos ?
La cría del toro de lidia es muy costosa en lo referente a tiempo y dinero. Si estudiamos la estadística de 100 toros lidiados, 50 son mansos, 20 pasables, 20 regulares, y tan solo 10 bravos.
Las fuerzas del toro dependen de eso, el esfuerzo de su hígado es brutal cuando desde que de desteta al becerro de la vaca empieza a comer piensos.
En la rumia de un toro bravo el animal debe segregar en torno a 60 litros de saliva.
En España las ganaderías tienen que volver a la normalidad forzosamente, hemos vivido sobredimensionados, ganadero de bravo puede ser cualquiera, y al igual que se exige título para muchos sectores, sería conveniente exigirlo para desarrollar una ganadería.
Con el encaste único se incrementará cada vez más la consanguinindad.
La consanguinidad produce un aumento del nivel de homocigosis y aumenta el riesgo de la aparición de efectos indeseables el el fenotipo, estando denominado como depresión por consanguinidad, que generalmente se asocia con afectaciones de fertilidad y la longevidad.
La corrida de toros es un derroche barroco, y los seis toros están condenados de antemano a morír.
Lo que pasa es que ha de haber tambien la sensación perpetua de que el que cabe que muera sea el torero, en un " ballet " con la muerte.
La vida parece más admirable después de haber toreado.
Juan Belmonte dijo : " Allí donde no hay poesía, no hay toros ".
Y Rafael " El Gallo " : " Toreá es tené un misterio que decí, y decirlo " .
¡ Se puede imaginar mayor misterio que el de la muerte rozando los alamares de la chaquetilla !
Pero de lo que tenemos que convencernos al andar con el toro en el campo, los toreros en el ruedo, es que la cogida es tan repentina como imprevista y factible de ocurrir en cualquier instante.
El toro bravo es el que coge. El torero cuando nota su bravura, se arrimá más al toro, pero la bravura lleva intrínseca a la vez sus defectos. Y uno de ellos origina el percance. Se dice con demasiada frecuencia que la cogida se debe a un descuido, a una equivocación del matador. el toro no perdona las equivocaciones, o al menos su deber es no perdonarlas.
Me viene de pronto en mente Pascual Márquez.
Pascual Márquez, nacido en un pueblo de Sevilla, había trabajado en las fincas de Concha y Sierra.
De muchacho trabajaba en los campos de arroz, doña Concepción le dió la oportunidad de entrenarse en los tentaderos, pues Pascual quería ser torero. Más tarde le recomendó a los empresarios.
Todo el mundo sabía que con su apoyo Márquez había podido saltar del cenegal de las marismas a la arena dorada de la Maestranza.
Cuando tomó la alternativa los toros de Concha y Sierra se convirtieron en sus favoritos, favoritos en la forma en que un hombre tiene preferidos entre los animales que mata.
Tomó la alternativa en Sevilla, en 1937, de manos de Fuentes Bejarano, confirmando en Madrid, con toros de Braganza.
En 1941, un día de marzo Pascual Márquez fué a la finca de Concha y Sierra a echar una ojeada a la camada que tenía doña Concepción para lidiar en la temporada.
Comentaba doña Concepción que en los de saca había un cárdeno corniveleto de un aspecto un tanto siniestro.
Según Diego su mayoral, al acercarse el grupo de caballistas, levantó la cabeza y miró fijamente a los ojos de Pascual Márquez. A Mázquez le impactó tanto la forma de su mirada que dijo abiertamente a Diego que ese toro no lo mandaran para la corrida de Madrid.
Llegó el 18 de mayo de 1941 y la corrida de Madrid. Alternaban Márquez con Domínguez y Gitanillo de Triana. Como habían pasado unos meses desde la visita de Márquez a la finca, a la hora de embarcar la corrida no se acordaron de la observación de Pascual, y " Farolero " nº 52, que así se llamaba el siniestro cárdeno entró a formar parte de la misma,
Le tocó a Pascual en primer lugar y salió en tercer puesto y le asestó una tremenda cornada mientras lanceaba de capa en el pecho, dejándole el corazón al descubierto. Murió el 30 de mayo.
Se apagaron las llamas de la chimenea, solo quedan ascuas, con ellas se disipan mis reflexiones.






2 comentarios:

  1. La verdad del Toro, hay que afrontarla.
    Entre éstos párrafos, se desgrana mucha sabiduría. Se debería tener en cuenta el consejo de tantos hombres de campo bravo, que han madurado a la vera de la agridulce pasión por la raza del _Toro de lidia y su riqueza de encastes.

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  2. Fernando Fabre :
    Muchas gracias por su elocuente comentario que comparto y le agradezco. Cordiales saludos.

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