sábado, 5 de octubre de 2013

RONDA...... Y SUS TOREROS ( CAPÍTULO III )



Pedro Romero nace en Ronda en la mañana del 19 de noviembre de 1754.
Todos los historiadores y cronistas taurinos de la época coinciden plenamente al afirmar que la figura de Pedro Romero ha sido la más ingente y gloriosa de la Tauromaquia, él tuvo el mérito de ser el primero.
Este mozo honradisimo de toda verdad, perteneció al linaje de una ilustre familia en cuyo seno se moldeó una de las dos grandes cunas del toreo, y su concepto del mismo es el reflejo de un carácter cenceño junto al de una recia personalidad.
El concepto del toreo de Pedro Romero estaba basado en la quietud y un templado talento, para lo que era necesario ser poseedor de valor, hombría y pundonor, así rezaba en una de sus viejas normas que quedaron esculpídas en los cimientos de la Tauromaquia, su obsesión fue saber si después de su último paseillo, su arte, el de Pedro Romero, lo aceptarían las nuevas generaciones, o si, por el contrario, moriría con él.
En el libro " Escenas Andaluzas ", su autor " El Solitario " describe a Pedro Romero, como un torero de alta estatura que le hacía dominar la fiera, ánimo y corazón a toda prueba, habilidad inagotable que le sugerían recursos en los mayores apuros.
Es con Pedro Romero cuando se empieza a hablar del arte en el toreo: el arte de Pedro Romero.
La regla fundamental del magisterio que dictó decía que " el torero no deberá contar nunca con sus pies sino sólo con sus manos ", lo que no imaginaba Pedro es que habrían de pasar más de cien años para que su regla se cumpliese y llegase la restauración de un viejo concepto rondeño que había sido apuntado por algún torero, pero nunca fué puesto en vigor.
De esta forma, de un don rondeño, un nuevo canon surgía en un mágico poder : EL TEMPLE.
Así el toreo de Juan Belmonte hizo realidad el sueño y el deseo de Pedro Romero ver la Tauromaquia convertida en un arte.
Juan Belmonte fué un torero trascendental, no sólo por la naturaleza de su toreo, sino porque entendió su designio, no como profesión, sino como una verdadera pasión artística.
La primera simiente para implantar y ver la Tauromaquia convertida en arte, la plantó su abuelo, Francisco Romero y Acevedo.
Pedro Romero deja bien claro un concepto de la Tauromaquia basado en la quietud, no correr jamas delante de los toros, el espada no debe saltar nunca la barrera, más vale una arroba de valor, parar los pies y dejarse coger, este es el modo de que los toros se descubran.
En cierta ocasión le preguntaron a Juan Belmonte :
Maestro, ¿ puede usted decirnos en que consiste eso tan cacareado que se le viene llamando temple ?
A lo que Juan Belmonte contestó :
- Tiene usted razón, joven. Se viene hablando mucho del temple, pero para templar primero hay que parar al toro en el ruedo, quien para domina.
Se deduce que Juan en sus declaraciones quiere decir que en la vida para afrontar cualquier tipo de situación primero hay que pararla, controlarla, fijarla, pero eso sí, parando los pies, como decía en sus normas Pedro Romero.
Pedro Romero tuvo como primer oficio el de carpintero de ribera. Su inclinación al toreo era inevitable por imperativo de ambiente y de sangre.
Su primera salida taurina fué en una fiesta organizada en Los Barrios por varios señores de Ronda. Contaba su padre Juan Romero que le dieron de gratificación ciento veinticinco reales, por matar los toros con acierto, en el segundo sufrió una cogida que, al romperle el calzón que vestía Pedro Romero, fué denunciante de la aventura ante su madre.
Era costumbre de Juan Romero al terminar la temporada de la lidia en Madrid y regresaba a Ronda, celebrar una función de toros gratuita, en acción de gracias por haber salido bien de la temporada de aquel año.
Le dieron permiso para su ejecución y mandó anunciar seis toros que le ayudaría a matar su hijo Pedro Romero. Vió Pedro Romero torear por primera vez a su padre, que mató el primer toro, cediendo los restantes a Pedro. Veinte días después, volvió a organizarse otra novillada a beneficio de la fábrica de la Iglesia Parroquial, entonces en obras. Mató seis novillos Pedro Romero con general aplauso. En 1771, cuenta Pedro con diecisiete años. Su padre, persuadido de sus aptitudes de torero, le lleva ya consigo como a segundo espada, y le cede los toros que por sus condiciones se prestan más al aprendizaje. Acude a Jerez de la Frontera, donde lidia tres corridas y donde por primera vez ve practicar la suerte de varas. Así terminó la temporada toreando como segundo espada en diversos pueblos de Extremadura y costa de Málaga.
En 1775 se presenta en Madrid, acompañado de su padre, y el 8 de mayo se le anuncia para matar cuatro toros. Vuelve a Madrid el siguiente año y se repiten sus buenos éxitos. Los aficionados no dudan en enfrentarlo con el máximo prestigio del toreo de aquellos días " Costillares ".
Se retiró Pedro Romero en la temporada de 1799.
En 1830, a instancias del conde de la Estrella, se funda la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, de la que había de ser apasionado protector el famoso asistente sevillano Arjona. La situación económica de Pedro Romero era precaria, pero nadie se acordó de él en ocasión de nombrar el personal técnico que había de dirigirla, bien por olvido, o porque habiendo cunplido setenta y seis años, juzgarían que no estaba en disposición de comprometerse a un magisterio activo.
Nombraron a su cuñado Jerónimo José Cándido director, y de segundo, Antonio Ruíz ( El Sombrerero ). Desde su retiro de Ronda, seguía Pedro Romero los trámites del asunto, y hubo de acudir a un hijo del conde de la Estrella que informó a su padre de los deseos del famoso diestro de presentarse de director.
Mandó Pedro Romero una carta al Rey, que le nombró maestro de la misma.
Fallece en Ronda el 10 de febrero de 1839, cuando contaba 84 años de edad, conservando hasta el final, el vigor y la gallardía que tanta parte tuvieron en su gloria taurina. Pedro Romero es uno de los toreros que deben quedar en la historia del toreo como ejemplo de valor y competencia.
La seguridad de Romero al matar recibiendo mereció el calificativo de infalibre.

 

Pedro Romero recibiendo un toro. Litografía de la Lidia de los años 1883 y 1885.





2 comentarios:

  1. Ronda cuna de toreros y pedro Romero creo la primera Escuela Taurina y dio un gran paso hacia el Toreo Moderno si no me equivoco.... creo.

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    1. Juan Hidalgo :
      Muchas gracias por tu comentario y estoy totalmente de acuerdo con el mismo. Un abrazo.

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