Los distintos sectores taurinos andan revueltos estos días, con reuniones y más reuniones para conseguir una reducción de costes de producción en el espectáculo taurino.
Reducir costes y conseguir una bajada en el precio de las localidades, siempre contará con el beneplácito de los aficionados, pero eso sí siempre que no se rebaje ni un ápice la calidad del espectáculo. Pues si la reducción lleva consigo mermar calidad a la fiesta, entonces será cuando el aficionado, que queda, se apartará definitivamente de la misma cada vez más, y a los empresarios no les cuadrarán los números de ninguna manera, al espectáculo desde antes de la crisis le faltan espectadores, y ahora por supuesto muchos más.
Sin querer ser " agorero ", recordemos que hace tres o cuatro años se creó la Mesa del Toro, que prometía lo impensable para la fiesta y ya nadie se acuerda de ella. Por tanto, es muy difícil llegar a algún tipo de acuerdo cuando intervienen tantos intereses, y de llegar será flor de un día, como les comento que ocurrió con la Mesa del Toro donde se integraron todos los estamentos de la Fiesta. Esperemos que al menos consigan unificar el actual Reglamento Taurino, en todas las Comunidades.
El número de festejos con cifras definitivas desciende un 54%, en 2.007 se dieron 2.174 festejos y en 2.012 1.010, pero el bajón es todavía mayor en las novilladas que alcanza el 63% menos.
Dice don Carlos Núñez, Presidente de la Unión, que hay que bajar a toda costa el precio de las entradas para que los ganaderos lidien sus novillos, los novilleros se placeen y la Fiesta siga en marcha, " sin novilladas el toreo se tambalea ".
Bajo mi modesta opinión mientras el público no sientas interés por acudir a las plazas para ver a un determinado torero, como lo hizo en la temporada que acaba de terminar, eso sí solo en tres tardes que actuó José Tomás.
El incremento del IVA en las corridas de toros pasa del 18% al 21%, pero en las novilladas pasa del 8% al 21%.
Las llamadas figuras, hasta hace poco G-10, han demostrado durante la temporada, que interesan muy poco a la afición taurina, ninguno de ellos ha sido capaz de llenar la plaza donde actuaba ( exceptuamos Madrid, en San Isidro ), y en sus actuaciones han demostrado una preocupante uniformidad y vulgaridad.
Como recuerdan el G-10 lo formaban : El Juli, Pereda, Manzanares, El Cid, Talavante, Morante, Cayetano, El Fandi, Ponce y César Jiménez.
Las ganaderías de bravo atraviesan un mal momento, lo llevo diciendo toda la temporada, donde impera excesiva mansedumbre y falta la casta, la emoción ha desaparecido de los ruedos lo que traduce la corrida en una ola ascendente de aburrimiento durante todo el festejo.
¿ Y así queremos que el público acuda a las plazas de toros ?.
Todos sabemos y bastante de la actual crisis económica, pero no culpemos del todo a la crisis, nos engañaremos si no reconocemos que al público actual solo muestra interés por un torero José Tomás, y si en vez de torear tres corridas en 2.012 hubiese toreado veinte se habría agotado el papel en las veinte.
No crean ustedes que esto de tratar de abaratar la Fiesta es nuevo, en otras épocas se intento igualmente sin conseguir lograrlo. Concretamente en 1.946 decía un empresario: "El sueldo de los toreros lo fija el público. Si los empresarios contratan toreros que interesen a la afición, está irá a las taquillas, y no discutirá el precio de las localidades."
Esto lo saben los toreros ; y cuando son figuras hacen que se les pague como a tales.
A veces los toreros más baratos son los que cobran más dinero, si a su vez son capaces de llenar la plaza de espectadores.
Un apoderaba opinaba : "Si se reducen los impuestos que gravan los presupuestos de los festejos y baja el precio de los toros se podrá bajar el precio de las localidades, sobre todo a base de intercalar en cada cartel a un torero de segunda fila que interese a la afición."
Ahora, tal cosa no se puede hacer, porque los gastos son muy grandes y la única forma de defenderlos es reunir en un cartel a tres grandes toreros que garanticen el lleno.
Un ganadero opinaba : "En estos días se reúnen los estamentos de la Fiesta con vistas a un abaratamiento de la misma. Resulta que ahora se quiere abaratar la Fiesta, a costa de los toreros y los ganaderos."
Y mientras se nos discute, Las Empresas, por su parte, siguen, día a día, pagando cifras astronómicas por las Plazas. Se paga tanto dinero, que muchas Plazas, valen más lo que pagan de canon que lo que costaron edificarlas.
Han pasado sesenta y seis años, desde que en 1.946, hicieron unos y otros estas afirmaciones y parece que el tiempo no ha pasado, pues todo lo que dicen se puede equiparar perfectamente al momento actual.
Pero es curioso como en 1.946, el empresario hablaba de llenar la plaza, a sabiendas que para ello tenían que contratar toreros caros.
Ante el 2.013 que nos auguran, me temo que por desgracia muchos toros seguirán pasando por los mataderos, sin pisar la arena de las plazas.
Es tal la afluencia de toros a los mataderos que en Sevilla, organizado por varios hoteles de la capital, se anuncian unas jornadas gastronómicas en la primera quincena de noviembre, sobre " la cocina del toro de lidia " : arroz meloso de rabo de toro, vuelta al ruedo con sabor a manzana, rabo de toro a la sanluqueña, mini hamburguesa de toro, crépine de toro con su verdura, son entre otros, los manjares que se ofrecen.
Cuanta verdad expones Mariano, pero en España se toman medias a "Toro pasao" cuan prácticamente esta ya todo destrozado, y después a llorar y lamentarse.Un abrazo
ResponderEliminarAmigo Juan :
EliminarMuchas gracias por tu sabio comentario que comparto plenamente. Un abrazo.
Buenos días a los dos Mariano y Juan.
ResponderEliminarSabemos que la fórmula que funciona es Público=Rivalidad+Emoción+Promoción+Precio
Vayamos por partes:
La rivalidad es responsabilidad de los toreros: aceptarla y provocarla. No he oido desde hace años aquello de "... a ese que me lo pongan en Madrid..." Los toreros no han necesitado asumir esos compromisos y tampoco muestran deseos de ser el mejor. Han devaluado la frase "quiero ser figura del toreo" identificando ser figura del toreo con torear un número alto de festejos en lugar con "Mandar en el toreo"
La emoción corresponde al toro y por lo tanto a los ganaderos. ¡Qué les voy a decir aquí de lo difícil que es equilibrar "casta y vender la camada"! De todas formas los empresarios deberían pensar más en si realmente interesa comprar camadas descastadas.
Los dos parámetros finales de la ecuación son Promoción y Precio. Esto corresponde por igual a propietarios de plazas y a empresarios. Pero me temo que muchos de ellos no tengan gran interés en analizar otros modelos de promoción y difusión de espectáculos...
En fin D. Mariano, ¡qué buen tema para una sobremesa!
Un abrazo
Amigo Felipe :
EliminarMuchas gracias por tu elocuente comentario que comparto totalmente y que además sirve como continuación y aclaración a mi última entrada. Un abrazo.