El día en que los ganaderos decidieron hacer el toro... simpático al torero, firmaron sin saberlo su sentencia de muerte, desde entonces perdieron su voz, su rumbo y el timón de la fiesta que los antiguos llevaron tan hábilmente durante muchos años.
Y así el resultado actual, el ganadero perdió su fuerza, su ilusión, su dinero, y no pareremos de ver desenlaces y más desenlaces.
Antes el ganadero cuidaba su ganadería pensando en satisfacer sus ilusiones ganaderas que incluso en muchos casos se acrecentaban con los años.
En el año 30 una corrida de toros valía 10.000 de las antiguas pesetas. Las figuras de entonces no llegaban a cobrar esa cifra. Hoy en las plazas importantes las corridas valen menos de la mitad de lo que cobra una figura.
Antes se cuidaba más al toro en el transporte los cajones eran más amplios y aunque tardaban más que ahora en los viajes podían echarse en los cajones, incluso comer y beber durante el viaje.
Hoy, se han reducido tanto los cajones y se han aumentado tanto las cornamentas que una vez que coloca el toro en el cajón los pitones tiene que mantenerla así a lo largo de todas las horas del viaje.
Al ganadero se le considera por lo general como el hombre que lleva escondido el secreto del engaño.
Si el ganadero indica en los corrales de las plazas que no se moleste a la corrida, peor, entonces piensan que lo que no se quiere es que se descubra el gato. Si se dice que venga el camión muy temprano para cargar con la fresca te dicen que pagues tú el camión.
Si se habla de genética en las ganaderías bravas te tildan de pedante.
Si la corrida sale buena el ganadero siempre está en un segundo plano tanto del público como de la prensa, al torero lo sacan a hombros y del ganadero y del mayoral muy pocos se acuerdan de felicitarlos.
El torero a veces por medio de su cuadrilla tratan de impedir una vuelta al ruedo a un toro pues la misma restará mérito a su éxito.
Pero si el toro no embiste, cojea, etc ¡cómo se acuerdan todos del ganadero !
Hoy, el periódico Hoy de Extremadura y valga la redundancia, publica de nuevo (en su día hizo un extenso reportaje) sobre el triste desenlace de mi ganadería en el matadero y viene unas declaraciones de una ganadería que indica que el ganadero pierde actualmente de 3.500 a 4.000 euros por cada toro que cría. En otros blog taurinos leo con mucha frecuencia sobre lo mismo, la carestía de los piensos, la paja, la sequía, etc.
Cuando el 9 de marzo de 2012, publiqué en mi blog el adiós de Los Coquillas de Cifuentes y que toda la ganadería iría al matadero, no fue por ningún capricho tomado a la ligera, ningún arrebato de Mariano Cifuentes por desprenderse de lo que durante 30 años fue su joya, cuidó, y defendió a capa y espada. Fue una decisión muy meditada y ahora a toro pasado la encuentro cada vez más lógica e irremediable.
Criar machos para después mandarlos al matadero se puede hacer una vez, pero no todos los años como conozco a muchos ganaderos que llevan varios años con esa práctica, inaguantable a cualquier bolsillo, si criarlo cuesta 5000 euros y en el matadero recuperas 500 por la carne, el negocio es redondo.
El equilibrio de la razón parece que se pierde, pero lo cierto es que el cálculo cuando entramos en el ecuador de la temporada 2012, señala que se darán un 60% menos de festejos.
Muchas ganadería llevan tiempo en venta, sin compradores.
En Salamanca sobre todo, pero en algunas provincias más, sabemos que un buen número de ganaderos han cubierto sus vacas con el charolaises.
Criando ganado de carne obtendrán algo más de ingresos y en poco tiempo los venderán machos y hembras.
Y todo esto que les cuento no es para nada " pesimismo " es ser totalmente realista.
Tengan en cuenta que por cada toro que se lidia tienes que mantener diez cabezas más en la ganadería, contando las vacas que se quedan vacías, las que abortan, las que paren hembras y los toros que se estropean, que por desgracia no son pocos,
En el laboratorio de los ganaderos, el componente básico de la magia de la " alquimia " es la pureza de sangre. Los cruces son siempre engañosos y producen resultados espectaculares durante unas pocas generaciones para volver a mostrar vicios o defectos estructurales que el entrecruzamiento de sangres dispares no hace, a la larga, si no resaltar.
La ganadería degenera con la dulzura, con el compromiso ambiguo de la bondad o con el fácil relumbrón de una docilidad que de hecho está reñida con la propia esencia del toro bravo.
Mientras se siga vendiendo por debajo de los costes de producción, la supervivencia de las ganaderías estará cada vez más en peligro. La crisis actual ha conducido a que todos los ganaderos se hagan presentes en todos los mercados, todos quieren vender añojos, erales, utreros de todo, cuando anteriormente cada ganadero tenía su propio mercado.
Piensen que tenemos unas mil doscientas ganaderías, las camadas se planifican a cinco años vista, toros siempre sobraron, no es una noticia nueva, pero a partir de 2012 sobrarán cada vez más, y cuando llegue Octubre y en el campo queden más toros que se han lidiado la procesión de camiones a los mataderos será incesante y con los 500 euros del precio de la carne pocos milagros se pueden hacer.
Y termino diciendo que la fiesta sigue viva, nadie lo duda, pero que las ganaderías se debaten en agónica crisis, tampoco, las " termitas " avanzan subterráneamente minando los mermados cimientos que sostienen las ganaderías.
Y sin embargo, se produce la padoja de que no son los toreros quienes mandan en la fiesta. El ejemplo de la situación de "El Juli" esta temporada lo ha puesto de manifiesto. Hace ya muchos años para referirse al afeitado y a otras prácticas contrarias al toro se utilizaba el eufemismo "humanizar al toro". Bajo la excusa de buscar una fiesta menos cruenta y facilitar su labor a los toreros se limitaba al verdadero protagonista.
ResponderEliminarRebuscando en crónicas hallé un comentario sobre la cuestión de fondo: ¿Aquién beneficia humanizar a los toros?. Al torero no, que se enfrenta igualmente a un peligro. Beneficia a aquellos que, sin arriesgarse ven peligrar sus comisiones si la tragedia o el fracaso del torero se materializan.
Busquemos en esa dirección y liberaremos a toreros y ganaderos que son hoy, como ayer víctimas de la fiesta, ya que el público sigue manteniendo su triste y pasiva actitud de "mero espectador".
Completamente de acuerdo con el comentario de F. Romero y con lo expuesto por D. Mariano en su post. Al menos sé que mi opinión en anteriores artículos (http://coquillascifuentes.blogspot.co.uk/2012/06/las-reformas.html?showComment=1339174178008#c6291644851613983454)no queda huérfana y que no estmamos solos luchando, cada uno en la medida de sus posibilidades, por la desprostitución de la Fiesta.
ResponderEliminarUns saludo a todos,yo leo esto Don Mariano y me da dolor de higados,viendo como ganaderias pueden lidiar 20 corridas y mas, y son la ruina de la tauromaquia,y como bien dice usted,acaparan todos los mercados. Todos. No sigo para no soltar mal humor. Un saludo a todos.
ResponderEliminarKaparra
Felipe Romero :
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentarioi lleno de verdades y que comparto plenamente, para mí el público que asiste a las corridas sin una exigencia previa y realista es el que ha llevado a la fiesta a esta monotonía y que la está perjudicando enormemente. Un abrazo.
Oscar :
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario, sabemos que este tipo de quejas caén en el vacío pero yó al menos cuando las hago me quedo más conforme. Saludos.
Kaparra :
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario le digo como a Oscar que sufre uno un montón de ver por el cauce que discurre la fiesta y que la perjudica muchisimo. Saludos.
Buenos dias Don Mariano,al hilo de su ultimo comentario. No se si estara viendo las corridas de mi pueblo: una porqueria,le quitan a uno la aficion,es el horror,pero todabia es mucho peor la gente. Un saludo.
ResponderEliminarKaparra
Kaparra :
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con usted de las ferias importantes de la actual temporada con lo mal que se desarrolaron todas, Valencia, Sevilla y Madrid se puede incluir a Pamplona en el mismo cesto. Saludos.