LOS COQUILLAS DE CIFUENTES... POST CONGELACIÓN

Las dos fotografías se hicieron hace ahora un año. ¿ Todo era distinto ? Encina Hermosa estaba pletórica de hierba y de los animales de la ganadería. Hoy, un año después. ¿ Qué cambios ? Todo en contra, la hierba brilla por su ausencia, la pertinaz sequía continua en Extremadura y empiezan a correr rumores sobre el virus " Schmallenberg ".

En los cercados se respira una " soledad " y una " tristeza " por doquier, hasta el canto del " cuco " lo encontré más apagado a pesar de la recién estrenada Primavera.

¡ Por desgracia !, Los Coquillas de Cifuentes ya son parte del pasado.

La entrada de hoy viene a explicarles lo que en estos días tanto en el Centro Etnográfico y Bibliográfico Virtual del Toro de Lidia, de Salamanca, como en Iagra, de Talavera de la Reina, trabajan para obtener material genético y pasarlo a post congelación por si en algún momento queremos desempolvar a Los Coquillas de Cifuentes.

Y les digo que lo único que cura a la " tristeza " es la acción y por tanto vamos a ponerla en práctica :

La zoo genética trata de la aplicación de los descubrimientos genéticos en el campo propio de la explotación de los animales.

Entre estos nos encontramos con dos principales : la inseminación artificial y el trasplante de embriones.

La inseminación artificial es el método mediante el cual se deposita en los genitales de las vacas el esperma suministrado por el semental al que se le ha recogido por procedimientos especiales.

Este método tiene inmensas ventajas, pues la dilución del esperma y su posterior conservación a medio o largo plazo. Con la congelación le da una duración de años, permite la inseminación de vacas cuando se conocen los resultados de un determinado semental y por tanto se juega con esa ventaja.

Además se pueden aparear animales de distinta alzada al suprimirse el acto del coito.

Si un semental sufre una cornada se puede recoger su semen.

Un milímetro cúbico de esperma puede contener 800.000 espermatozoides. Si en cada eyaculación se obtienen 4 o 6 centímetros cúbicos obtendríamos unos 4.000 millones de espermatozoides, teniendo sólo uno que fecundar al óvulo.

Con este procedimiento le permite a un semental poder tener 40.000 descendientes en un año y 150.000 durante su vida.

Una vez hecha la dilución en mestruos especiales que contienen los elementos necesarios para su nutrición y conservación, se procede a su envasado, bien para su uso a corto tiempo, o bien se efectúa la congelación, que permite su uso en fechas lejanas que pueden alcanzar años. Esta congelación se efectúa a bajísimas temperaturas de -196 º C.

Para su descongelación en el momento de su empleo, tanto si se hace en frigorífico para aplicación cercana como si se ha hecho por congelación, hay que proceder con métodos especiales para evitar la muerte de los espermatozoides.

El trasplante de embriones es una técnica mucho más compleja que la inseminación artificial.

El primer trasplante de embriones se atribuye al inglés Walter Heape en el año 1.980.

Al igual que con el semental en la inseminación artificial del trasplante de embriones que una vaca puede durante su vida tener entre 100- 400 descendientes cuando normalmente tiene una vacas una media de 8 descendientes.

Por tanto decimos que en el trasplante de embriones el procedimiento es mucho más complicado que en la inseminación artificial.

Lo primero a llevar a cabo es la elección de las vacas donantes, que generen ovocitos y embriones. Estas vacas tienen que ser ejemplares de un gran valor genético y zootécnico que permitan la mejora de la raza y las lineas de las mismas teniendo que superar para ello un test de progenie.

El siguiente paso es disponer de vacas receptoras que también han de superar condiciones sanitarias óptimas, deben ser jóvenes en completa normalidad sexual y genital. Incluso pueden ser vacas de distinta raza.

Con estas vacas el método consiste en producir por medios biológicos, la superovulación de las vacas donantes que en realidad son las poseedoras del material hereditario de la ganadería que se persigue. En ganaderías de lidia, la vaca brava, como portadora del caudal hereditario de la especie.

Una vez obtenida la superovulación las hembras son fecundadas bien por monta natural o por inseminación artificial, con el fin de obtener el mayor número posible de óvulos fecundados ( embriones ), que son los que posteriormente se trasplantan a los órganos genitales de las hembras receptoras que previamente han sido preparadas por delicadas técnicas.

Estas técnicas consisten en recolectar del aparato genital de las hembras donantes los huevos fecundados una vez han descendido al útero y antes que comience el proceso de anidación.

Una vez obtenidos los embriones, el paso siguiente es hacerlos anidar en las hembras receptoras, previamente preparadas para ello con el empleo de diversos artificios biológicos.

Hasta el momento en la vaca que obtienen de 12 a 30 terneros, como mínimo, por año, mediante recolección de 6 a 8 embriones cada dos o tres meses.

Actualmente el ganadero de bravo mide la eficacia en su explotación por el resultado final, que es el toro a los cuatro años de edad.

De aquí la importancia que ha de tener en el proceso de la economía ganadera de bravo la posibilidad de obtener mayor número de machos que los que se consiguen actualmente por los métodos tradicionales.

El diagnóstico del sexo representa el avance biológico más importante de los últimos años, al permitir la preparación de dosis de material fecundante destinadas a conseguir machos y hembras a voluntad.

Al poder elegir sexo la comercialización, significa un importante avance que permite elegir, a la hora de criar machos o hembras, hijos de animales escogidos por su calidad genética.