martes, 25 de octubre de 2011

¡GANAN LOS MACHOS!



He pasado cuatro días en Encina Hermosa, esperando las anunciadas lluvias, y por fin hicieron su aparición en la madrugada del sábado al domingo.
Les muestro la puesta de sol del sábado día 22, donde se aprecia palpablemente que la lluvia estaba a punto de llegar.
 Esta mañana lunes a primera hora, de momento podemos decir que se mueve uno sin levantar polvo ¡qué no es poco!, la gente del campo nos conformamos con poquita cosa.

La paridera sigue su curso aproximadamente lleva un mes y tenemos 25 machos y 17 hembras, aplastante  triunfo de los machos, esperemos termine la misma con mayoría de machos como hasta ahora, ¡qué pena  no tengan buena hierba como otros años a estas alturas!.
El año pasado, por estas fechas, estábamos en empate a catorce. ¿lo recuerdan? por tanto el número de becerros nacidos nos aumento bastante.

El sábado a mediodía, los caballos tuvieron que irrumpir con fuerza en el cercado de los sementales donde se propinaron un palizón tres de ellos, y separarlos. Tuvo sus dificultades, rompieron un boquete y se salieron a otra cerca, después de hora y media todo volvió a la normalidad, pero por la tarde cada uno de ellos permanecía inmóvil en los extremos de la cerca, lanzándose eso sí, miradas aterradoras, rebotadas y enfurecidas.

El domingo día 23 a primera hora la mañana bastante fresca, pero la lluvia de la noche se notaba muchísimo en el ambiente más limpio. Las vacas al venir en busca de la comida que les suministrábamos no levantaban el insoportable polvo de días anteriores.
A medida que avanzaba la mañana el sol hacia sus intentonas de levantar entre las espesas nubes, pero apenas lo conseguía, se detecto al comprobar las distintas vacas de los cercados que tres de ellas habían parido. Dos hembras y un macho. Al crotalizar el macho que les muestro la fotografía con el crotal terminado en 3037, Bailador de nombre, hijo de la vaca 14, Bailadora y del semental 14 Bonarillo.
Crotalizar un becerro es un acto tan usual que apenas damos importancia, pero en el caso del becerro Bailador, los allí presentes nos quedamos atónitos al presenciar la reacción que tuvo una vez se le colocaron los crotales, la pena fue que al ser tan rápido no me dio tiempo a fotografiar el momento.
Al ponerlo sobre el suelo desde el piso del remolque donde se crotalizó, en vez de reunirse directamente con su madre, como suelen hacer todos, Bailador sin ningún tipo de vacilación la emprendió a topetazos contra las cubiertas del remolque, incluso contra las grandes del tractor, a continuación se fue derecho a su madre dándole un fuerte golpe en el encuentro, cuando terminó tenía el hocico chorreando y brillante.
Le haremos seguimiento a este becerro, tanto en el herradero del próximo año, tentadero de machos, si hubiera lugar, etc. etc. Fue buenísimo el verlo.

El herradero se aproxima poco a poco, un año más los machos se herraran un día y las hembras al siguiente. Les muestro fotografías tanto de machos como de hembras, que de momento tenemos juntos, comiendo paja y pienso entre los alcornoques de su cercado se les nota que la vida se les hace pesada y desagradable sin la presencia de su correspondientes madres, que perdieron hace un par de meses.
Al ver a los recién nacidos, parece mentira que en unos meses cambien tanto su configuración.

Las vacas cuando tratas de hacerles fotos con sus becerros salen corriendo y cuesta lo suyo, después se van confiando y los enseñan sin más.
El coger los becerros para crotalizarlos, tiene que hacerse en las primeras horas de nacer, pues con algún día por medio no se consigue atraparlos, tendríamos que llevar a la vaca y al becerro al cepo, labor ardua y de una gran paliza para todos.
Pero las vacas no dejan coger su becerro fácilmente para ponerles los crotales la habilidad y el buen hacer del oficio hacen se pueda llevar a cabo. En algunos casos con sus dificultades incluidas, tienen que burlarlas y quitárselo al menor descuido, a veces pasando por debajo del remolque, pero ellas los persiguen pasando así mismo por debajo y persiguiendo al que saben lleva a su hijo.
Las vacas paren siempre en sitios alejados e incluso escondidos, por tanto cuando se sospecha pueda estar paridas la cerca se recorre en todas las direcciones.

Esperemos que en los primeros días de esta semana las lluvias sigan visitándonos y por fin, se pueda realizar la siembra.
Así mismo se llenen las lagunas y charcas que están en los distintos cercados, por cierto muy mermadas, para que puedan beber los animales.

Bailador, con su madre Bailadora, una vez que se le pasó el enfado.


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