Por su pelo y su corta pero rematada estatura, se puede suponer que tenía bastante sangre veragüeña, heredada de su origen de Pedro Domecq.
Lo único cierto es que la leyenda de " Atrevido " le aportó un aura especial a la ganadería de Osborne durante los años siguientes, particularmente a sus ensabanados bocinegros y calceteros.
Sin embargo, José Luis Osborne tuvo que esperar 18 años para cumplir uno de sus sueños el lidiar una corrida completa de ensabanados en la plaza de El Puerto. A pesar de que ese pelo se asociaba mucho a la ganadería, tampoco era mayoritario en sus camadas. La corrida de los ensabanados en El Puerto fue nocturna. Eran los empresarios Canorea con Barrilaro.
Esa corrida, organizada el 21 de agosto de 1982, la lidiaron Manolo Vázquez, José Luis Galloso y Paco Ojeda, quien cortó las dos orejas y el rabo al tercero de la noche, confirmando su triunfo en Madrid el 25 de julio con el toro " Canastillo " de Cortijoliva. Ese mismo día, desde El Puerto, Ojeda empezó a subir hacia la cumbre, como Antoñete había hecho 18 años antes con " Atrevido ".
Comentaba de don José Luis su sobrino Emilio : " Mi tio regalaba mecheros con el toro ensabanado a todo el mundo. Buscaba muchas ideas. Fue quien planeó lidiar una corrida de colorados en el 91, que la torearon Joselito,Litri y Finito. " La camada no daba ya para seis ensabanados ". Seia años antes, "Campesino ", otro toro de Osborne, había propiciado un triunfo importante de Luis Francisco Esplá en Pamplona, citando al toro desde veinte metros para matarlo a recibir.
En 1995 Emilio González de San Román se hizo cargo de la ganadería, los Osborne se mudaron de la finca Bolaños, cerca de la Cartuja y de Jerez, hasta la sierra del Castillo de las Guardas. Emilio es hijo de Rosario Osborne Domecq, la mayor de los diez hermanos, casada con uno de los hermanos San Roman, quien tenía la Dehesa de Puerto Acebuche.
Cuando Bolaños y las otras fincas de la familia se repartieron entre los herederos, se decidió traer los toros a su actual ubicación.
La finca Montecillo la compró Emilio hace diez años. Tenía las alambradas y la plaza de tientas estaban ya. Tenía un nombre bonito Porte Los Llanos, pero le pusieron el nombre de su vino Montecillo. Tiene 300 hectáreas para 150 vacas. De los tres hierros que habían manejado los hermanos Osborne, Cuvillo compró el de Jaime Osborne Domecq, la O y la V de Osborne Vázquez, sin los sementales que se quedaron en Bolaños. A cambio, Cuvillo se llevó vacas extraordinarias ya que, en lo de Jaime, se dejaban las cinco o seis mejores vacas que se tentaban cada año por una sencilla razón ; como a los toreros no les hacia mucha gracia lo de Jaime, se pretendía así mejorar la calidad de la ganadería. Jaime Osborne lo pasó mal. Era muy aficionado, pero tuvo que vender al marcharle mal los negocios. Era el más joven de todos los hermanos. Y cuando vio que Cuvillo empenzaba a funcionar muy bien con lo suyo, lo paso peor. No era que fuera celoso, pero tenía mucha afición y veía que los esfuerzos de los años anteriores habían dado sus frutos. Hay que decir que el éxito de Cuvillo tembién se debió a que añadió sementales de otras ganaderías, del Marques, de Sayalero o Juan Pedro Domecq, puesto que Jaime Osborne no le vendió ninguno. Así le dio más poder a sus Osborne, sin perder su clase.
Además estos sementales aportaron un punto más de trapió para corresponder a lo que se pedía en Jerez o Sevilla en ese momento.
Comentaba Emilio : quien sabía mucho de todo esto era mi abuelo. Su hermano llevó la bodega hasta 1972, Y despues su hermano Antonio. El abuelo de Emilio era más de campo. Era campeón de España de tiro de pichón. Compró lo de Pedro Domecq en el 52, pero también al hermano del Marqués de Domecq, José Manuel Domecq, a su vez hermano de su abuela materna. Mis tíos, los hermanos de mi madre, eran una piña. Eran muy jovenes, se casaron con veinte años, pero todos funcionaban muy bien : José Luis era el número uno con los periodistas. Hacía propaganda con sus mecheros con el toro de Osborne ensabanado.
Tío Javier era muy de campo. Entendía mucho de sementales. Le gustaban mucho los ambientes taurinos. Nunca se separaron. Eran complementarios. Mi abuelo, era quien organizaba todo. Hacian muchos negocios, unos bien y otros menos.
Pero cuando se quedaron solos, ya no fue lo mismo. Su tío José Luis en realidad, llevaba los tres hierros de la familia : el de su padre, José Luis Osborne, y los de Jaime y Javier.
Tomás Osborne Faber, que colaboró en la construcción de la plaza de El Puerto, tenía una hermana que se casó con el primer Marqués de Saltillo ganadero. El segundo Marqués que se casó con una hermana de Pablo Romero, se llamaba Rafael Rueda Osborne. Este segundo marqués tuvo que esperar a que muriera su madre, la señora Osborne, para poder vender ejemplares de la ganadería en México.
Emilio tiene lo mejor de la ganadería de Osborne, como se comprueba en los libros, pero todo esto degenera.
Se ha comprobado con el salto que ha pegado Cuvillo cuando refrescó lo de su tío Jaime. Con lo cual Emilio también ha intentado mejorar a traves de los sementales de fuera. Le ayuda José Luis Galloso. Al final, han metido dos sementales de Lola Domecq para buscar lo que les falta a ellos.
Emilio tuvo un mayoral que era vaquero de Juan Pedro Domecq y estuvo toda la vida en Jandilla. Le decía a Emilio : Tú tienes lo de Juan Pedro Domecq antiguo, pero claro, ellos han ido hacia otra dirección, echando sementales de otra cosa para conseguir más caja, más raza...... lo que pide el toreo actual.
Al mayoral de Lola lo conoce desde chico y sabe que no le engaña. De hecho, han tentado ya algunas crías de esos dos toros : se quieren comer al caballo y tienen más poder. Una vaca, la Flamenca, quien la toreó, no pudo con ella. Desde hace un par de temporadas lo de Lola Domecq está de moda en el mundo ganadero.
De lo del El Torero, donde sale lo de Lola, siempre le gustó. En Jandilla tuvo a Emilio su mayoral, un día entero. Más de 10 horas. Le demostró que conocía al pie de la letra todas las reatas.
Morante, por ejemplo, le exige mucho más al toro porque le baja la mano y lo castiga mucho...... A él le hace falta un toro con poder.
En el cercado de los sementales no hay ensabanados. Hay descendientes y siguen trasmitiendo ese pelo. Los problemas de fuerza se han resuelto al cambiar de finca. Montecillo es más sana que Bolaños.
En otra dehesa que tiene Emilio Puerto Acebuche, es mejor finca que la de Montecillo y allí cría sus machos y tienta sus becerras.
Tras diversificar sus negocios - en manos de los primos de Emilio -, el Grupo Osborne tuvo que hacer frente a un dilema en 2009 : la imagen del toro, demasiado potente, hacía sombra a otros productos de la marca, como Solan de Cabras, los jamones Sánchez Romero Carvajal, Anís del Mono, el vino Montecillo, Magno..... Se planteo entonces la posibilidad de eliminar el toro Afortunadamente en el logotipo Osborne bajo esta explicación : Es una alegoría, como si el toro mirara al futuro a través de una ventana. Sin suda, se trataba de una coincidencia, pero el toro negro de Osborne se achicó poco después de que los últimos ensabanados viajasen de Bolaños hasta Montecillo.
A nivel comercial, la fuerza de este nuevo concepto fue tal, que en 2011, Osborne abrió una nueva linea de negocio mediante la explotación de la marca de El Toro de Osborne. Surgió entonces una serie de tiendas en régimes de franquicias para vender sus productos : camisas, jerséis, corbatas..... Todos con el toro estampado, que logró tanto éxito.
Emilio González de San Román persigue para los ensabanados que cría con nostalgia y mucha pasión conseguir el éxito de antaño para su ganadería.
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