jueves, 26 de marzo de 2015

URCOLA ( CAPÍTULO II )




Las dos vacadas las heredaron - pero, dejemos a un lado a los patas blancas - los tres hijos del matrimonio, los cuales formaron tres nuevas ganaderías ( Salustiano Galache, Paco Galache de Hernandinos, y Eusebia Galache de Cobaleda ).
La finca de Hernandinos, de Paco Galache, con sus robles centenarios, con su casa de muros de piedra recios como los de una mazmorra, y con los Urcolas pintando de colores los cercaos. A unos 80 kilómetros de Salamanca, donde el campo charro se vuelve más agreste, pasando Villavieja de Yeltes, se encuentra la finca Hernandinos.

 Los robles desnudos y quietos como en una postal dan un aire de belleza melancólica ;  pero no cobijan a los toros, que se protegen con el pelo llamativo y sin mudar, el día era muy frio en Hernandinos. En cuanto llegue el sol harán mucho los toros en poco tiempo, terminando de rematarse cuando explote la primavera en el campo charro.
En un amplio cercao están los Urcolas de saca, todavía juntos los utreros y los cuatreños, hasta que el suelo se asiente haciendo más fácil el manejo.
Andan revueltos, barruntan algo, galopan y chapotean el barro con las lluvia de estos días con las pezuñas pringadas de hierba y barro.
Una buena cabecera que vale para plazas importantes.
La ganadería de Paco Galache, sigue el hilo de la memoria, saltando del presente al pasado, de Manolete a Ponce, del tiempo en que los Galaches fueron deseo de las figuras.
Paco Galache Calderón, hijo de Salustiano Galache y nieto de José María Galache cuenta que en 1930, su abuelo y su padre fueron a Sevilla y compraron toda la ganadería de Urcola. Juan Belmonte tenía entonces una parte.
Trajeron a caballo desde Sevilla a Salamanca los Urcolas, tardaron 40 días en llegar. Cuando estuvieron en Salamanca tuvieron que hacer muchos cambios. Los toros tenían demasiada cara y eran muy grandones. Con la ganadería venía el libro que recogia todos los datos desde principio de siglo. En él se apreciaba que a las vacas les daban entonces 25 o 30 puyazos, y luego casí no las toreaban con la muleta. Las retentaron todas para ir acoplándolas a un toro más toreable.
La ganadería entonces no tenía apenas cartel. Había toreros como Marcial Lalanda o Vicente Barrera que no la querían torear. Don Félix Urcola era un bilbaíno muy especial. En aquel entonces había costumbre de darles una propina a los picadores. Pero cuando a él se la pedían, desde su barrera contestaba : " Mis toros tienen la propina en la punta de los pitones. Con esa táctica era don Félix, quien le quitó cartel a sus toros.
Manolete tentaba todos los años en Hernandinos. A él le gustaba mucho ver las vacas hasta el final, las exprimía. Y siempre comentaba que a veces se les descubren los defectos cuando ya se le han dado más de cien pases.
Camará pidio a Paco Galache un festival para Manolete. Después toreo una corrida en Toledo, mano a mano con Domingo Ortega. Los dos festejos salieron muy buenos. Un día llamó Camará para decir que querían venir a escoger dos corridas y tentar unas vacas. Y así fue como comenzaron una buena relación. Desde entonces todos los inviernos, antes de empezar la temporada, pasaba un tiempo en Hernandinos.
Venía a casa de Antonio Pérez, a San Fernando, a la de Atanasio Fernández, y comenzó a matarles muchas corridas. Les mataba las camadas casi enteras con muy buenos resultados.
Lidiaron una corrida en Albacete, la mataron Domingo Ortega, Manolo Bienvenida, Manolete y Marcial Lalanda, que aunque estuvo años sin querer los Urcolas, por fín se decidió a torearlos.
En lo de Urcola también da algunos toros con las patas blancas, la corrida salió extraordinaria. Y Marcial Lalanda vino a decir a Paco Galache que esto cruzado salía muy bueno. Paco Galache le contestó : que no había cruce alguno, y le miró Marcial como si Paco Galache no supiera lo que tenía en su casa.
Pidió Marcial una corrida para final de temporada en Madrid. Esa fue entera de lo de Villar, y mira por donde salió bastante regular.
A veces le preguntaban a Paco Galache cual de las dos procedencias le gustaban más, él siempre contestaba me gustan las dos. En la época de Manolete : - Cuánto pesaban sus toros.
- Entonces no se pesaban, nadie se preocupaba del peso. Pero rondando los 500 kilos. Y lo más importante es que los ganaderos escogían las corridas que querían lidiar.
Paco Galache que vivió diferentes épocas del toreo, con distintos momentos ganaderos decía :
Cuando era chico e iba a los toros en la época de Cagancho, Antonio Márquez, Niño de la Palma, las ganaderias que más embestían en Salamanca era la de Pepe Encinas, Graciliano, y sobre todo lo de Paco Coquilla, que era lo que tenía más cartel, y ahora sin embargo no lo quiere nadie.
En la actualidad se selecciona poco. No se mata una vaca ni por casualidad. El desecho se vende. Hay ganaderías que son el desecho de otras. Casi todo lo que se lidia es del mismo encaste.
Lo importante es mandar el desecho al matadero, no venderlo.
Paco Galache no cambió nunca su forma de llevar la ganadería.
El tema de la alimentación lo hacía como antiguamente de la forma más natural.
Nada de piensos compuestos, les echan mucho maiz, y dan mucha grasa. Yo siempre lo hice yo, con fórmulas naturales sabiendo las proteinas, a base de soja,cebada, girasol, nada de maiz.
Paco Galache no olvidaba la tarde del 16 de septiembre de 1978, en Salamanca, en la Glorieta, Curro Romero, El Viti, y Roberto Domínguez, con sus urcolas.
En los chiqueron después del enchiqueramiento de las doce de la mañana fueron masacrados, al abrir la puerta del toril para que saliera el primer toro, la confusión se apoderó de la plaza.
¿ Qué pasa ? ¿ Qué sucede ? ¿ Por qué no sale el toro ? Tras un amplio rato de espera los altavoces indicaron que el toro estaba muerto en el chiquero masacrado.
Dos pisaron el ruedo masacrados el resto estaban muertos en los chiqueros.
En aquella corrida el Viti en el quinto toro se despidió de sus paisanos.
Al día siguiente domingo Paco Galache en corrida concurso ganó el premio al mejor toro lidiado en Salamanca, salió en segundo lugar.
(Continuará )





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