LA ESTRATEGIA EN LOS TENTADEROS

La bravura no tiene medida si no es en la lidia, pero sabemos que esta condicionada al torero, que no siempre es un buen lidiador, o entiende debidamente al toro.

Pero en realidad esta es la bravura visible, aparentemente real, pero para llegar hasta aquí el ganadero sigue, procedimientos para aislarla y conservarla el test psicológico " El Tentadero ", que es una lidia en miniatura donde se prueban las conductas de las familias o reatas de la ganadería.

Todas las vacas ni son igualmente nobles ni igualmente bravas.

En la libreta del ganadero se anotan una a una todas sus características, buenas o malas.

Algunas vacas entran a la plaza de tientas con una buena características ; otras con más de una solo algunas son casi perfectas, unas más otras menos.

Como se anota todo lo que el ganadero observa en el tentadero, después en la paz de la dehesa, el mismo emite su juicio final, matadero, vida.

Al fin y al cabo en la plaza de tientas se busca bravura y nobleza, juntas las dos son la esencia del buen toro de lidia.

La nobleza es la cualidad comprendida en la bravura, cuya virtud consiste en hacerla más dúctil, más útil al fin de la lidia.

La nobleza da a la bravura una cualidad positiva, pero la falta de ella no significa falta de bravura.

En realidad, la práctica de la tienta son dos variables de dos términos insuficientes, por los errores frecuentes del ganadero que pregonan la insuficiencia del método.

Por todo ello, es peligroso que el ganadero amase la bravura del toro como comercio o base de comodidad para el torero.

La escala de la bravura es muy difícil de conocer y sujetar, para mí, la dificultad principal en dirigir una ganadería.

La bravura tiene una escala de resistencia al dolor, dureza, rapidez, codicia, nobleza, porque si el ganadero se pasa, el torero lo rechaza.

Que tenga fuerza para ir y venir, pero sin apretar en exceso al torero, que no puntee en capotes y muletas, que sea muy pastueño pero que no tenga mansedumbre. Todo esto es tan dificil de conseguir y conservar.

Se dice frecuentemente en las plazas de toros, el toro tal que sin ser bravo fue bueno para el torero, precisamente por eso, por no ser bravo.

Si el ganadero busca, que parezca toro, que parezca bravo y que no sea toro, ni sea bravo, contentará al torero, pero no al público que acude a las Plazas de toros, a ver la fiereza del toro.

Debido a una selección basada en criterios de comportamientos, existe en el toro de lidia gran variedad de encornaduras, alto grado de variación de pelaje, oscilaciones extremas de perfil fronto-nasal, proporciones tamaño y peso.

Tenemos comportamientos característicos por ganaderías, encastes, imposibles de aunar, pues sabemos que cada tipo de toro es fruto de un trabajo de selección personal de cada ganadero. Existen tantos criterios de selección como ganaderos, pues dentro de un mismo encaste se caracterizan por su diversidad de comportamiento durante la lidia.

Lo que el ganadero selecciona hoy, no verá su comportamiento en la plaza hasta cuatro o cinco años, por tanto el criterio del ganadero tiene que tenerlo muy claro, y ser fiel a el durante mucho tiempo el mayor posible, para que no existan variaciones significativas en la ganadería en el tiempo, por otro lado la vida de un ganadero queda corta, en una ganadería.

Otro de los problemas con los que se encuentra el ganadero es la "irrepetibilidad" en la medida que el tentadero supone la pérdida de la virginidad de la acometida del animal, pues lo que aprende en el mismo invalida cualquier prueba posterior.

También a la hora de puntuar existen condicionamientos, si un tentadero transcurre con vacas con mal comportamiento, puede salir una regular y mejorarle la nota, por tanto es conveniente evaluar la ficha del ganadero puntuando uno a uno los siguientes puntos : Fijeza, Capacidad para humillar, Capacidad de desplazamiento, Repetición de las embestidas, Duración, Casta, Fuerza, y Nobleza. Si se puntua uno a uno, cada uno de esos puntos, evitaremos el poderse dejarse influir por otros acontecimientos.

Cuando en un tentadero el ganadero pregunta el número de vaca que saltará a la plaza en un instante, yo añado y pregunto el número de crotal para asegurarme que no pueda existir errores en la anotación de la ficha de la vaca a tentar.

Al oír el chirriado de la puerta del toril que de entrada a una utrera lustrosa y bien armada el ganadero tiene que ponerse las pilas a tope para  llevar a cabo la selección más valida proporcionando a su vez a los investigadores información objetiva y fiable sobre la que basar los estudios sobre los caracteres, la heredabilidad, tengan en cuenta que las fichas que rellena el ganadero sirven para la Administración, para la valoración del esquema de mejora.

La tienta de cada vaca acto que dura aproximadamente entre veinticinco o treinta minutos sin poderse prolongar más de lo que dura la energía del animal, que sucede todo de manera muy rápida, sin poderse detener en ningún momento ni posponer, salvo las pequeñas pausas para que tomen aliento lidiador y la vaca.

Cada vez es más importante, lo apuntan las grandes ferias de este año, Valencia, Sevilla y Madrid, que cuando el ganadero tomé la decisión de manera irrevocable del destino de la vaca, vida o matadero, lo hagamos con la mayor responsabilidad por el bien y para el bien de nuestra incomparable FIESTA, pues cada vez es más patente la ausencia del " protagonista " EL TORO FIERO EN NUESTRAS PLAZAS DE TOROS.