INDAGANDO EN EL LABORATORIO

En primer lugar quiero aclararles que las fotografías que acompañan a la entrada de hoy, están realizadas en Encina Hermosa por nuestro amigo Arsenio, del blog, "Por las Rutas del Toro" que nos las cedió gentilmente para mostrarlas a los seguidores del blog.

El ganadero maneja la casta y el trapío hábilmente en forma empírica guiado por simples observaciones prácticas.

Así mismo. exige que el semental reúna caracteres individuales acentuados al patrón morfológico que intenta reproducir.

Un semental tiene mayor valor cuando transmite a su descendencia la máxima seguridad y fijeza.

La genética trata de determinar el número y el género de factores que componen la fórmula biológica de los animales en función de la reprodución señalando las leyes que rigen estos factores en las sucesivas generaciones.

El fenotipo nos representa los caracteres comprobados en el reconocimiento exterior.

El genotipo la constitución orgánica, la funcionalidad del animal.

En el genotipo todos las factores hereditarios de los ascendientes se manifiestan o no al exterior.

En la reproducción hay animales que coinciden en su genotipo dando lugar a descendientes con genotipo idéntico.

Por tanto, resumiendo, podemos decir :

Fenotipo: en el toro de lidia es todo lo que el animal es y hace. Así, constituirán el fenotipo de un toro, no sólo su aspecto exterior, si no también las manifestaciones que exprese durante la lidia. Una parte de estas manifestaciones son de naturaleza genética y la otra es producto del medio ambiente, entendiéndose como tal absolutamente todos los factores que, aparte de los atribuibles a la herencia, puedan influir en su comportamiento.

Genotipo : en el toro de lidia es lo que en realidad es un organismo debido a la condición de su germoplasma. Las características buenas o malas que un semental pueda transmitir, se deben fundamentalmente a su calidad genotípica.

Los genes determinan todas las características hereditarias de los animales, desde el tipo corporal hasta el color del pelo.

Los cuerpos de todos los animales estan formados por millones o por miles de millones de células de tamaño microscópico.

El núcleo de cada célula del cuerpo del ganado de lidia contiene treinta pares de cromosomas, o lo que es lo mismo, un total de sesenta cromosomas, y es posible que existan miles de pares de genes.

Por tanto todos los animales de lidia son el resultado de la unión de dos células germinativas, un espermatozoide y un óvulo.

Es en la fecundación del óvulo por el espermatozoide ocurre una división reductiva y solamente un cromosoma y un gen de cada par constituye la célula generadora. Significa esto que en cada óvulo y en cada espermatozoide se halla únicamente la mitad del número de cromosomas y genes presentes en la célula del cuerpo de un animal, pero cada célula espermática u ovular tiene genes para cada una de las características de su especie.

Es por tanto que con todas las combinaciones que se dan en los treinta pares de los cromosomas de un bovino, y los genes que ellos llevan, cualquier macho o hembra puede transmitir alrededor de mil millones de distintas muestras de su propia herencia.

El semental o enrazador es prepotente si transmite a sus descendientes sus condiciones incluso el propio tipo; biológicamente, ningún toro padre puede transmitir lo que existe en su fórmula genética y por tanto los ganaderos siempre han considerado, en tono estimativo, que las particularidades distintivas requieren una exterorización manifiesta ; de aquí la tienta con dureza de los reproductores, padre y madre, y se realiza así porque ambos sexos pueden ceder con fidelidad tanto las cualidades como los defectos.

Sin embargo, siempre el interrogatorio está abierto, porque el ganadero ignora la exactitud de la fórmula biológica, y como al fín y al cabo la impulsividad no es un cáracter somático, sino un complejo nervioso, aparece influenciado por factores múltiples que necesariamente combinan en la fórmula hereditaria.

Los problemas biológicos tienen tal complejidad en los distintos factores y variedad en ligazones, que los vaticinios no alcanzan la certidumbre de fórmulas matemáticas.

Cuando se trabaja en animales de lidia, lo imprevisto y la inneidad surge constantemente.

No obstante el ganadero aprovecha las nociones que tiene de la herencia para sostener lo más posible la bravura en su ganadería.

Tiene en cuenta así mismo que la bravura es un carácter hereditario, y que a mayor pureza de casta, más posibilidades se tiene de obtener reses para la lidia, que denoten líneas muy netas constantes y un comportamiento fiel y de mucha efectividad.

Y teniendo en cuenta que la preocupación del ganadero es que no decaiga la bravura en su ganadería que sabemos que es el instinto que caracteriza a una raza de lidia.

Carácter y bravura son términos confusos, cuyo origen y medida desconocemos sin ser una definición, tenemos alguna luz por comparación :un toro es más bravo que otro, pero en realidad no es cierto, porque siempre depende de la lidia que se le dé a cada toro.

Pero estos son los elementos que el ganadero utiliza en el laboratorio de su ganadería mezclados, con lo fundamental : PASION, ILUSION Y AFICION, sin esos ingredientes no se puede ser ganadero.