viernes, 31 de mayo de 2019

GALEANA



Antes de entrar en la familia de don Joaquin, Galeana ya era una finca dedicada al bravo. " La antigua dueña de Galeana era una ganadera española y en 1939 el abuelo de don Joaquin se la compró. Esta señora era la viuda de Soler, una ganadería muy conocida, origen Marqués de la Conquista ( Casta Jijona ). Dejó en la finca tres grandes carteles de corridas suyas lidiadas en Valencia y otras plazas. Le vendió la finca a su abuelo, pero no la ganadería que se la vendió a Claudio Moura, tio abuelo de Joao Moura, y de ahí, paso a Passanha ".
En las 918 hectáreas de Galeana, don Joaquin tiene 200 vacas bravas.
Muchas son, dice. Me gasto 20.000 euros al mes en alimentación.
Afortunadamente, don Joaquin supo desarrollar el turismo verde en Galeana. Fue una casualidad y una suerte. Todo esto ocurrió después de contestar una email, de una agencia francesa, en el que le preguntaban si recibía grupos. Después de responder que sí, le preguntaron que si también les daba de comer y los precios. Entonces empezaron a llegarle autobuses y autobuses de visitantes. No son gente del toro sino turistas. Son grupos de 50 a 100 personas. Uno o dos autobuses a la vez. Cuatro o cinco tractores.... una caravana,
Desde que empezó esta actividad, don Joaquin ha reformado parte del cortijo ha creado un museo para albergar los numerosos trofeos ganados con la ganadería. En Galeana tienen el Oscar ganadero : el premio de la ganadería más brava de San Isidro. También tienen el de la más brava de Pamplona, de Bilbao, de Albacete, de Santander.
Don Joaquin hizo siete pantanos. Uno tiene que almacenar todo el agua que cae de la lluvia. La finca es muy agradecida. Cuando llueve se pone verde verde. Tiene primaveras exuberantes, muy precoces y con una abundante variedad de pastos.
En 1944 el abuelo de don Joaquin, Manuel Joaquin Grave, compró reses de Pinto Barreiros para formar su ganadería. Pinto Barreiros era básicamente Gamero Cívico con una punta de Félix Suarez.
Despues de fallecer el ganadero en 1958, sus pintobarreiros pasaron a sus hijos Joaquin Murteira Grave y su hermana.
En aquel momento don Joaquin quiso comprar más Pinto Barreiros a José Lucerda. Pero no pudo ser. Compró a Iganacio Sánchez Ibargüen el hierro de la Espuela, que había sido de Fernando  Villalón y, para continuar con Gamero Cívico, compró primero a Samuel Flores y luego en 1961, el semental Sargento y un lote de vacas a Guardiola Soto.
Estaba claro que el padre del actual ganadero, que se quedó solo al frente de la ganadería a partir del año 1962, pasaba del origen Santa Colomeño existente también en los cimientos de Pinto Barreiros y se decantaba  por la procedencia Gamero Cívico : es decir el tronco Ybarra-Tamarón-Parladé. La ganadería evolucionó mucho pero de cierta forma lo hizo dentro de un mismo encaste. En el 1970 don Joaquin compró dos toros a Carlos Núñez. " Alcalino " y " Tortolillo ", más tarde en 1980 se fue a buscar un toro puro de la linea Tamarón a José Luis Vasconcelos, que acababa de comprar lo de Coimbra, y otro de Cayetano Muñoz con el hierro de Paquirri de la linea Villamarta. Finalmente en el 1994 compró dos sementales a Juan Pedro Domecq, " Borracho " y " Gamberro ". En 1995 compró 30 vacas de Núñez. En el 2002 don Joaquin entregó la ganadería a su hijo don Joaquin que siguió la ganadería con la linea Tamarón. Pues en la ganadería le quedaba poco de lo puro de Guardiola Soto del principio, que era su marca de los años sesenta a ochenta.
Sin dudarlo, don Joaquin lanzó una serie de aportaciones. En 2003, fue a Jandilla compró los sementales " Botijero " y " Verdulero " y en 2009 le alquiló otro durante dos años, " Temporero ".
También tuvo un toro de Torrealta, otro de Zalduendo, otro de Cuvillo, dos de Daniel Ruíz, otro de Los Guateles.
Los toros de Jandilla le dieron la vuelta a todo esto, Jandilla tiene una variabilidad genética muy importante. Tiene de todo. Se puede decir que es la casa madre del encaste. Al final lo nuestro afirma don Joaquin es un encaste propio porque las hembras fueron casi siempre las mismas. Yo quiero el toro que pone a todos de acuerdo. El que repite y es noble en el sentido de rectitud en el ataque.
La nobleza se asocia muchas veces a suavidad y eso no le gusta a don Joaquin, le gusta que embistan con carbón. El toro tiene que ir por su sitio, tiene que obedecer, humillar, repetir, tiene que ser bueno para todo el mundo. Bueno para el ganadero, para el torero, para el público y para el empresario. Ese es el toro que da espectáculo el toro que tiene tanto motor como clase. Encastado y enclasado. Está claro que en lo poco que le queda de Gamero Cívico no puede encontrar nada para refrescar.
La plaza de tientas de Galeana de color rosa pálido tiene mucho sabor. Pero en los tentaderos dice el ganadero no hay ni vino blanco ni croquetas. Es para trabajar.
Normalmente las plazas de tientas están muy cerca de los cortijos, lo que muchas veces convierte a los tentaderos en un acto social. Aquí, de ninguna manera. De hecho, la plaza dista tres kilómetros del cortijo. igual ocurre en Encina Hermosa, y es poco habitual ver gente en ella fuera de la temporada de tentaderos.
En el palco se sienta solo o con algún amigo de máxima confianza, Cuando su abuelo compró la finca la plaza estaba hecha en ese lugar. Parece ser que la viuda de Soler no le gustaban los maletillas que venían y por ese motivo puso la plaza lo más lejos y escondida posible.
En el tentadero de hoy la primera vaca sale fácil para el torero, pero aquí eso no basta. a don Joaquin no le hace falta mucho tiempo para decidir si se queda en la ganadería. Yo lo veo más sencillo : me sirve o no me sirve. A la que me emociona de verdad porque embiste con esa rectitud y transmisión que busco, le pongo cinco cruces y ya está. Me gusta disfrutar de lo que estoy viendo.El público va a la plaza y no toma notas. Va para emocionarse. Y lo que emociona a ellos, primero tiene que emocionarme a mí. Esta becerra es nieta de los dos de Jandilla, por la madre y por el padre.
Si en Portugal los toros de Murteira Grave siguen gozando de buena fama, en España desde hace años su éxito palideció. La meta de don Joaquin es volver a ponerlos en su sitio. La primera corrida completa la lidiaron en 1963 en Cáceres, en 1964 tomaraon antigüedad en Madrid y con el toro " Pianista ", al que Antonio Bienvenida desorejó en una corrida concurso, llegó el primer triunfo. De lo último que se lidió, tenemos un toro ensabanado que embistió por abajo y con celo en la muleta de José Garrido, en Lisboa. Lo tenemos aquí de semental.
Por lo menos alguna ventaja tenemos que tener en Portugal, por ejemplo la de poder dejar un toro de semental que le ha gustado al ganadero.
Sin lugar a dudas, el mejor momento de la ganadería fueron los años 1980, con el cruce de Núñez.
" Fue cuando ganamos el premio al mejor toro de Madrid en el 1984, y a la mejor corrida de San Isidro en el 1988.
Yó entregué personalmente al padre de don Joaquin el premio en el Hotel Wellinthon, al formar parte del Jurado, cuya fotografía les muestro abajo.
En España y Francia nos llamaban los " Murteira", mientras que en Portugal nos dicen" Grave".
Esos años fueron una década casi perfecta aparecía como la recompensa de su empeño.
Don Joaquin sigue luchando para alcanzar en España y Francia los triunfos que obtuvo su padre en aquellos inolvidables años.




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