jueves, 26 de marzo de 2015

URCOLA ( CAPÍTULO II )




Las dos vacadas las heredaron - pero, dejemos a un lado a los patas blancas - los tres hijos del matrimonio, los cuales formaron tres nuevas ganaderías ( Salustiano Galache, Paco Galache de Hernandinos, y Eusebia Galache de Cobaleda ).
La finca de Hernandinos, de Paco Galache, con sus robles centenarios, con su casa de muros de piedra recios como los de una mazmorra, y con los Urcolas pintando de colores los cercaos. A unos 80 kilómetros de Salamanca, donde el campo charro se vuelve más agreste, pasando Villavieja de Yeltes, se encuentra la finca Hernandinos.

 Los robles desnudos y quietos como en una postal dan un aire de belleza melancólica ;  pero no cobijan a los toros, que se protegen con el pelo llamativo y sin mudar, el día era muy frio en Hernandinos. En cuanto llegue el sol harán mucho los toros en poco tiempo, terminando de rematarse cuando explote la primavera en el campo charro.
En un amplio cercao están los Urcolas de saca, todavía juntos los utreros y los cuatreños, hasta que el suelo se asiente haciendo más fácil el manejo.
Andan revueltos, barruntan algo, galopan y chapotean el barro con las lluvia de estos días con las pezuñas pringadas de hierba y barro.
Una buena cabecera que vale para plazas importantes.
La ganadería de Paco Galache, sigue el hilo de la memoria, saltando del presente al pasado, de Manolete a Ponce, del tiempo en que los Galaches fueron deseo de las figuras.
Paco Galache Calderón, hijo de Salustiano Galache y nieto de José María Galache cuenta que en 1930, su abuelo y su padre fueron a Sevilla y compraron toda la ganadería de Urcola. Juan Belmonte tenía entonces una parte.
Trajeron a caballo desde Sevilla a Salamanca los Urcolas, tardaron 40 días en llegar. Cuando estuvieron en Salamanca tuvieron que hacer muchos cambios. Los toros tenían demasiada cara y eran muy grandones. Con la ganadería venía el libro que recogia todos los datos desde principio de siglo. En él se apreciaba que a las vacas les daban entonces 25 o 30 puyazos, y luego casí no las toreaban con la muleta. Las retentaron todas para ir acoplándolas a un toro más toreable.
La ganadería entonces no tenía apenas cartel. Había toreros como Marcial Lalanda o Vicente Barrera que no la querían torear. Don Félix Urcola era un bilbaíno muy especial. En aquel entonces había costumbre de darles una propina a los picadores. Pero cuando a él se la pedían, desde su barrera contestaba : " Mis toros tienen la propina en la punta de los pitones. Con esa táctica era don Félix, quien le quitó cartel a sus toros.
Manolete tentaba todos los años en Hernandinos. A él le gustaba mucho ver las vacas hasta el final, las exprimía. Y siempre comentaba que a veces se les descubren los defectos cuando ya se le han dado más de cien pases.
Camará pidio a Paco Galache un festival para Manolete. Después toreo una corrida en Toledo, mano a mano con Domingo Ortega. Los dos festejos salieron muy buenos. Un día llamó Camará para decir que querían venir a escoger dos corridas y tentar unas vacas. Y así fue como comenzaron una buena relación. Desde entonces todos los inviernos, antes de empezar la temporada, pasaba un tiempo en Hernandinos.
Venía a casa de Antonio Pérez, a San Fernando, a la de Atanasio Fernández, y comenzó a matarles muchas corridas. Les mataba las camadas casi enteras con muy buenos resultados.
Lidiaron una corrida en Albacete, la mataron Domingo Ortega, Manolo Bienvenida, Manolete y Marcial Lalanda, que aunque estuvo años sin querer los Urcolas, por fín se decidió a torearlos.
En lo de Urcola también da algunos toros con las patas blancas, la corrida salió extraordinaria. Y Marcial Lalanda vino a decir a Paco Galache que esto cruzado salía muy bueno. Paco Galache le contestó : que no había cruce alguno, y le miró Marcial como si Paco Galache no supiera lo que tenía en su casa.
Pidió Marcial una corrida para final de temporada en Madrid. Esa fue entera de lo de Villar, y mira por donde salió bastante regular.
A veces le preguntaban a Paco Galache cual de las dos procedencias le gustaban más, él siempre contestaba me gustan las dos. En la época de Manolete : - Cuánto pesaban sus toros.
- Entonces no se pesaban, nadie se preocupaba del peso. Pero rondando los 500 kilos. Y lo más importante es que los ganaderos escogían las corridas que querían lidiar.
Paco Galache que vivió diferentes épocas del toreo, con distintos momentos ganaderos decía :
Cuando era chico e iba a los toros en la época de Cagancho, Antonio Márquez, Niño de la Palma, las ganaderias que más embestían en Salamanca era la de Pepe Encinas, Graciliano, y sobre todo lo de Paco Coquilla, que era lo que tenía más cartel, y ahora sin embargo no lo quiere nadie.
En la actualidad se selecciona poco. No se mata una vaca ni por casualidad. El desecho se vende. Hay ganaderías que son el desecho de otras. Casi todo lo que se lidia es del mismo encaste.
Lo importante es mandar el desecho al matadero, no venderlo.
Paco Galache no cambió nunca su forma de llevar la ganadería.
El tema de la alimentación lo hacía como antiguamente de la forma más natural.
Nada de piensos compuestos, les echan mucho maiz, y dan mucha grasa. Yo siempre lo hice yo, con fórmulas naturales sabiendo las proteinas, a base de soja,cebada, girasol, nada de maiz.
Paco Galache no olvidaba la tarde del 16 de septiembre de 1978, en Salamanca, en la Glorieta, Curro Romero, El Viti, y Roberto Domínguez, con sus urcolas.
En los chiqueron después del enchiqueramiento de las doce de la mañana fueron masacrados, al abrir la puerta del toril para que saliera el primer toro, la confusión se apoderó de la plaza.
¿ Qué pasa ? ¿ Qué sucede ? ¿ Por qué no sale el toro ? Tras un amplio rato de espera los altavoces indicaron que el toro estaba muerto en el chiquero masacrado.
Dos pisaron el ruedo masacrados el resto estaban muertos en los chiqueros.
En aquella corrida el Viti en el quinto toro se despidió de sus paisanos.
Al día siguiente domingo Paco Galache en corrida concurso ganó el premio al mejor toro lidiado en Salamanca, salió en segundo lugar.
(Continuará )





miércoles, 18 de marzo de 2015

URCOLA ( CAPÍTULO I )




Don Félix Urcola, en los inicios del siglo XX, en la Sevilla exuberante que vivía los negocios taurinos, don Félix un banquero bilbaíno, representa un papel primordial.
Su nombre ha terminado en la misma oscuridad de tantos otros ganaderos que no tuvieron la suerte de que su obra les sobreviviera.
Sus toros gozaban de una gran calidad.
Don Félix era parroquiano de un café del centro donde tenía su tertulia con otros ganaderos. Su jactancia era legendaria, y no había un solo tema en el que no quisiera ser el primero. Si uno le felicitaba por la calidad de sus monocasines ingleses, explicaba inmediatamente que el zapatero que tenía en Londres era el mismo que trabajaba para el Rey Jorge.
El 25 de julio de 1902 adquirió don Félix la mitad de una de las ramas de Vistahermosa que poseía el ganadero sevillano don José Antonio Adalid - antes de Francisco Pacheco -, Teresa Núñez de Prado - José Arias de Saavedra - ,Juan Dominguez Ortíz ( El Barbero de Utrera ) - conde de Vistahermosa - porción compuesta por 214 vacas y 113 machos.
Sus toros acusarían en la lidia distinto comportamiento, pero en la edad, en trapio, en presentación acreditaban a su dueño como un esmerado y concienzudo criador.
Con divisa verde y gris, y en la corrida de la Prensa, si lidiaron estos toros por primera vez en Madrid en junio de 1904.
Cuando el defecto de don Félix se tornó ya un poco pesado, sus contertulios de café del centro encontraron la forma de vengarse. Una mañana, cuando llegó a la tertulia para tomarse el café, don Félix fue abordado por uno de sus amigos ganaderos :
" Un incendio devastó la campiña de Lora anoche. Varios cortijos se quemaron entre ellos el tuyo. Pero no te preocupes, ¡ los mayores estragos los sufriste tú ! ". ¿ Se trataba del cortijo de Azanaque, situado en la ribera izquierda del Guadalquivir, en Lora del Rio.
Don Félix instaló a sus toros en ese cortijo, no lejos de la finca El Rosario, donde dos años más tarde Fernando Parladé iba a llevar parte del ganado bravo que le acababa de comprar a  don Eduardo Ybarra. Separadas desde hacía medio siglo, las dos ramas salidas de Vistahermosa se acercaban geográficamente.
Durante casi quince años, hasta la muerte del ganadero, en 1918, los urcolas formaron parte de las ganaderías favoritas de la afición, debido a su irreprochable presentación y bravura.
En Bilbao debutó en abril de 1908. Grande, dura y brava, esta corrida lidiada por Rafael " El Gallo ", Cocherito de Bilbao y Pepete quedó grabada en la memoria de la afición gracias a un gran toro "Arrecifero ", el cual tomó siete varas y mató seis caballos. Como el público no dejaba de ovacionar al ganadero " El Gallo " le brindó la faena de dicho toro. Cada año partieron de Azanaque lotes tan suntuosamente presentados como esos, y a veces igual de bravos, camino de todas las grandes ferias, Madrid, Sevilla, Barcelona, Bilbao,, San Sebastián, Valencia, Zaragoza..... en tanto que el nombre de Urcola era a los ojos de los aficionados una garantia de autenticidad.
Hacia el final de su vida, don Félix, en un sosprendente acceso de modestia, reconoció que sus toros no siempre eran tan bravos como él lo hubiera deseado, aseverando que el oficio de ganadero era harto difícil, y que si bastase con hacer una selección rigurosa para triunfar " todos seríamos ganaderos de primer orden ". Una confesión que no impidió que algunos ganaderos, y no de los menos reconocidos, le compraron sementales o camadas enteras de becerras.
Al morir don Félix, su vacada fue vendida a un descendiente de uno de sus propietarios anteriores Curro Molina y Arias de Saavedra, vendiendola en 1926 al popular empresario taurino don Eduardo Pagés.
La Rivera de Campocerrado es una de las zonas más ricas del campo charro, hasta tal punto que uno podría creer que está en otra comarca, por las frondas que abrigan los toros y que evocan las llanura boscosa de los Pirineos Orientales. No obstante, la ilusión se desipa con bastante rapidez, ya que basta con alejarse apenas unos cientos de metros de ese pequeño valle previlegiado, para volverse a topar con la inmensidad de paja seca que anuncia la venida del verano. Los hermanos Bernabé e Ignacio Cobaleda se hicieron con este paraiso en 1898, y desde entonces sus descendientes no lo han soltado.
A lo largo de décadas y matrimonios la rivera se ha dividido en varias propiedades, siendo la más conocida aquella donde Atanasio Fernández, quien se casó con Nati Cobaleda, la hija de Bernabé, inventó un encaste nuevo. Otra parte de este territorio, invisible desde la carretera, ya que está oculta en el corazón mismo del valle, al que accede después de recorrer algunos kilómetros de caminos, fue a parar a manos de otra señorita Cobaleda, Caridad, cuyo esposo José María Galache, le compró en 1930 a Eduardo Pagés la ganadería que éste último acababa de adquirir algunos meses antes a los herederos de Curro Molina y Arias de Saavedra,
Pagés compró la ganadería para hacerle un favor a Curro Molina, con la idea de revenderla cuanto antes, algo que consiguió al cabo de algunos meses. Paco Galache, el venerable ganadero de Hernándinos y tío del ganadero actual contaba que el trato fue laborioso, pero finalmente su padre José María Galache, volvió a pie a Campocerrado con su nueva ganadería, llevando la promesa a Pagés de lidiar todos sus toros en sus plazas durante algunas temporadas. El estado de la vacada no era muy alentador, y no pocos animales murieron en la larga travesía.
Afortunadamente, los ganaderos de ésa época eran de otro temple y José María Galache simplemente dedujo que los que habían sobrevivido al viaje gozaban forzosamente de buena salud, pues la selección natural se había encargado en su lugar de llevar a cabo la inevitable purga, a la que de cualquier manera él hubiera sometido a la vacada con el fín de volver a empezar sobre mejores bases.
Evidentemente, una vez que llegaron al Edén de Campocerrado, los animales se aclimataron sin trabajo, prefiriendo quizá este clima al excesivamente seco de la campiña. Y también evidentemente, Pagés no cumplió su palabra - pero ¿ acaso José María Galache le había creído de verdad ? - e indudablemente tuvo que rematar a contracorriente durante algún tiempo para vender sus toros. Al ser un gran ganadero, solo requirió el tiempo necesario para dotar a sus astados de la misma nobleza intensa que había sabido sacar de su otra vacada.
( Continuará )





martes, 10 de marzo de 2015

MARÍA ANTONIA FONSECA ( CAPÍTULO V )




Histórica faena de Julio Robles al toro  " Sombrerito ", imcomprensiblemente la presidencia negó a Julio Robles la segunda oreja que el público pedía insistientemente, por lo que le obligó al de Fontiveros a dar tres vueltas al ruedo entre los gritos de torero ¡ Torero ! ¡ Torero !. En el transcurso de la misma corrida sale " Niñito " de la ganadería de Aldeanueva, al que Yiyo cortó su última oreja en Madrid. Al año siguiente Matías Bernardos vende una corrida de cada uno de sus dos hierros. En la del lunes 26 de mayo de 1986, Joselito confirmó alternativa de manos de Curro Romero y Paco Ojeda, cortando una oreja al toro de la confirmación, de Aldeanueva, en la del 27 de mayo del mismo año bordan con la de COQUILLA en la tarde de los quites entre Julio Robles y Ortega Cano, mano a mano, después de que Manzanares padre se cayera del cartel porque tres COQUILLAS de Raboso habían sido rechazados.
El 17 de septiembre se anuncian en la feria de Salamanca con los toros de Aldeanueva, Capea sale a pie, pero Ortega Cano y Espartaco a hombros.
En Aplausos del año siguiente Juan Carlos Martín Aparicio entrevistaba al Raboso : yo soy tan bueno que parezco tonto. Tengo prestaos toros a toos los ganaderos de Salamanca y no pienso morirme sin ver a los de Jerez venir a buscar un semental a Cilloruelo, y a lo mejor pa darme satisfacción, se lo regalo.
Aquel año, el Raboso acepta venderle a Moisés Fraile una parte de su ganadería de Aldeanueva.
Comentaba Moisés Fraile : cuando yo compré lo de Aldeanueva estaba en su mejor momento. Le eché valor al comprarle por aquel entonces porque tenía mucha calidad y bravura, con un fondo extraordinario..... y pensé que trabajando, saldríamos pa´lante y la verdad que creo que acerté. Lo que la ganadería necesitaba era alimentación, manejarla y sanear. No más. Ahora se lidian 70 toros al año y no sé si éste han echado alguno para atrás.
Un día comiendo con José en el Cruce de Ciudad Rodrigo al despedirnos le dije : Bueno, Pepe, me voy que tengo que vacunar las vacas que te compré - Me respondió : - ¿ De qué las vas a vacunar hijo, de que las vas a vacunar ?.... De IBR...... una enfermedad que sabía que la tenían.... costaba vacunar cada vaca 400 euros, - Hijo, ¿ y eso lo subvencionan ? . Pues no . Eso hay que pagarlo, José - ¡ Pues entonces nada !
El hombre por no vacunar de IBR tenía 150 vacas y sólo lidiaba dos corridas de toros al año.... Pero la calidad de la ganadería del Raboso era tal añadía Moisés Fraile que no se parecía nada a la de Juan Pedro Domecq....... si acaso a la de Salvador Domecq, pero tampoco lo de Aldeanueva es más grande.
Esto salió de casa de Juan Pedro Domecq y Díez, que era el viejo..... y llegó a Salamanca a María Antonia Fonseca. Lo de Fonseca embestía con una fuerza brutal.
Entonces era puro Conde de la Corte - Mora Figueroa.....
Juan Pedro no había cruzado aún con lo de su hermano Álvaro, que tenía Núñez.
Como ganadero, el Raboso, a la hora de seleccionar, fue extraordinario. Una corrida que le vi en Burgos, con Ojeda y Manzanares, echo tres toros de COQUILLA y tres de Aldeanueva..... embestían los seis igual. No sabías cuál era cuál. Los tenía uniformados de una manera.... Además, sin libros ni nada. Cuando empezaron a funcionar en las Asociaciones los libros genealógicos yo creo que para entonces había muerto José.... antes, todo lo tenía escrito en una libreta el mayoral.
Recuerdo una anécdota contada por su amigo Juan Mari Pérez Tabernero. Venía Juan Mari de ver una corrida suya donde las cosas no rodaron bien y llega a casa y le dice a su mujer : - " ¡ Solita ! ", - " Dame los libros de la ganadería que los voy a tirar a la lumbre ". ¿ y eso por qué Juan Mari ?." Pues muy fácil " : ¡¡ Yo llevo libros y no me embisten..... y el Raboso no lleva libros y le embisten !! ¡ A José se lo mata todo Curro Romero. ¡ Fijate si le embiste !
Me contaba el Raboso un día que tentaron machos salió uno que a él gustaba cómo lo estaba haciendo, pero a Pedrés no le acababa de convencer, al final lo rechazamos ; a los dos años se lidió en Salamanca y le dieron el premio al toro más bravo, entonces le dije a Pedrés : ¡ no ves si lo dejamos ! sabes lo que me contestó, que si lo llego a dejar no me hubieran dado el premio.
En los años ochenta en los que Andalucía nacían métodos de anotación extremadamente sotisficados mediante los cuales Juan Pedro Domecq Solís seleccionaba su encaste, el Raboso se contentaba con anotar las notas en los tentaderos en un paquete de cigarrillos. El Raboso tuvo mucho tiempo para saborear su triunfo, lo que le permitió digerir la decepción de haberse separado de sus COQUILLAS.
Falleció en Salamanca José Matías Bernardos, en 1995 con 82 años.
Le relevó su hijo único Domingo Matías Bernardos.
Al año siguiente, en Valencia, " una corrida de Aldeanueva, para soñar el toreo, así titulaba Aplausos. Roberto Domínguez corta una oreja, Espartaco dos, y Litri otra. Al final los tres a hombros con el mayoral.
Domingo falleció, desde entonces Tina, viuda de Domingo y nuera de José resiste la situación lo mejor que puede. Desde la muerte de su suegro primero, y después la de su marido acaecida poco después los toros de Aldeanueva han ido desapareciendo poco a poco de las ferias.
Añadía Tina, no porque sean peores, sino porque el mundillo taurino es así. El Juli, José Tomás y otras tantas figuras que años atrás venían invitados a tentar y triunfaron frente a los toros de Aldeanueva, ya no se acuerdan que existen. Todos los que compraron Aldeanueva lidian más que yo.
Si lo del Pilar lo lidian todas las figuras por lo bueno que sale, si Aldeanueva es lo mismo, apenas lidiamos novilladas y alguna de rejon
es.
En tiempos de su suegro venían Manolo Chopera o Camará....... veían los toros y ni contratos ni nada.
Pero ahora, con contratos y todo, te dejan los toros ahí y ya está ¡ Y que haces ?
Tengo cinqueños, y no vienen ni a verlos.
Aparte del Pilar, compraron a Aldeanueva Andrés Ramos, Pedrés, Juan Bautista, Rollanejo y lo de Pedraza surgida también del Pilar en 2006, y ubicada en la misma finca donde llegaron los primeros pedrajas adquiridos por María Antonia Fonseca.
( Continuará )





lunes, 2 de marzo de 2015

MARÍA ANTONIA FONSECA ( CAPÍTULO IV )



Mientras que el grueso de la ganadería de María Antonia Fonseca se instalaba en tierras extremeñas en la finca Botoa donde don Baltasar Ibán, un leonés afincado en el Escorial había comprado Botoa a Lisardo Sánchez, un encaste original iba a nacer en Salamanca con los restos de las vacas y los sementales de la finca Pedraza, de María Antonia Fonseca.
En la fotografía un fonseca de el Raboso cuando lidiaba ambos encastes con el hierro de la interrogación, se lidió en Salamanca en la feria de 1979.
Nace José Matías Bernardos  en 1913 en la aldea del Puerto de la Calderilla, (Salamanca), que su padre tenía arrendada al Tío Botines, nació sietemesino, era más listo que el hambre.
Seis de sus hermanos ya habían muerto al nacer y temieron sus padres por la vida de José.
Comentaba siempre el " Raboso " - hay que ver la suerte que tuve, y claro se quedó él con la herencia de todos, se casó con su prima carnal para unir el capital. Así empezaron las siete vidas de el      "Raboso".
" El Raboso " y su padre se sacaron de los riñones la dehesa de " Cilloruelo ".
Cuando la compraron, la limpiaron trabajando a dolor vivo....., él mismo lo preparó todo.
La finca la hizo buena él.
Muy pronto, ambiciona convertirse en ganadero de la Unión y compra el lote de Dolores Sánchez Fabrés que le correspondió al dividir la ganadería. Tiene 39 años y una sólida experiencia en materia ganadera.
Tenía José una intuición para los sementales, las vacas, las reatas..... impresionante. Libros, pocos.
Era muy inteligente y un pedazo de ganadero. Se pasaba una hora viendo pastar un toro. ël disfrutaba viéndoles comer..... Era un hombre rudo, pero con una gran inteligencia.... Afeitaba un huevo en el aire. Y tenía siempre solidez económica.
Sabía que si parían 50 ovejas, tenía que estar ahí, al cuidado..... que tenía que tener 50 corderos y que no se escapara uno..... y que si alguno se transtornaba había que darle el biberón. Y los becerros lo mismo. Cuando parían las vacas, no les quitaba ojo, cuando tenía interés porque pariera una vaca, tanto se acercaba para comprobarlo que, le cogían el caballo. Y cuantas veces tuvo el valor de dormir durante más de un mes en pleno invierno a campo raso, con una lumbre, cuando no hace tantos años los lobos le mataban más de veinte becerros.
José, era el amo y el padre de " Cilloruelo ", porque buena parte de la finca le había nacido de los riñones, descepando y roturando lo que antes era un terreno baldio. A su hijo Domingo lo llamaban para distinguirlo el " Rabosín ", pero poca diferencia había entre aquellos hombretones. Juntos revolvieron la tierra y atendieron la ganadería sin respetar el sol y los hielos.
El buenazo de Domingo, otro hijo único que siguió con la línea familiar.
Esta es la historia de la dehesa de " Cilloruelo " y de la " casta " de los " Rabosos ", gente trabajadora y seria, sin el menor asomo de señoritismo. Ganadero de gorra charra y pantalón de pana, de muchos ahorros, y de tratos conformes al refrán tan charro del " borrego fuera, dinero en la montera ", José materializa su sueño con sus " COQUILLAS "........ Mi abuelo y luego mi padre tenían unas vacas de las que llamaban de segunda y yo seguí con la afición, pero no estaba muy contento, porque quería tener una ganadería de primera y compré un lote a Dolores Sánchez Fabrés, y así empece, contaba siempre el " Raboso ".
Debuta en Madrid el 17 de julio de 1955, y dos años más tarde, el 31 de marzo de 1957. Luis Segura torero madrileño, bajo un diluvio apocalíptico, corta la oreja del gran novillo " Petaquillo ", prodigio de bravura que se encontró con el arte de Luis Segura para que desde entoinces marcharon juntos el nombre de el " Raboso " y el torero de Madrid. Aquel día Miguelín se presenta en Las Ventas y Fermín Murillo se despide como novillero.
José fue, con su pintoresca forma de ser, alejado del señoritismo que suele acompañar a la figura del ganadero, era un hombre arraigado a su tierra, trabajador de callos en las manos y que sabía estar con el mismo temple y socarronería tomando una jarra de vino en casa de Otilia que alternando con otros compañeros vestido de traje negro en el bar del Hotel Victoria de Madrid, en el Colón de Sevilla o en el Astoria  de Valencia, en las tardes que lidiaba en esas plazas. Porque si bien adoraba a sus "COQUILLAS ", es gracias a los pedrajas de María Antonia Fonseca que José iba a convertirse en uno de los mejores ganaderos de España.
Le vendió los " COQUILLAS " a Juan Manuel Criado, pues con ellos no podía lidiar en las grandes Ferias.
En cambio, los Fonseca eran una máquina de hacer toreros : Joselito, Julio Robles, Ortega Cano, Curro Romero........ todos los festivales que toreaba Curro Romero, venía a buscarlos a " Cilloruelo ".
Cuando se queda con lo de María Antonia Fonseca, se quedó con las eralas, las vacas grandes y las utreras se las llevó Baltasar Ibán. Eso fue en el año 69 - 70.
El binomio " Pedrés " y el " Raboso " se dan cuenta que aquello era una mina y de golpe y porrazo colocan el hierro de Aldeanueva en un lugar previlegiado.
" Cilloruelo " tiene dos fuentes naturales con las que se riega la finca entera. En el mes de agosto, podía regar las 900 hectáreas. Pero la hierba en verano acabó por transmitirles enfermedades a los animales. José, siempre estuvo apurado de sementales.
El 19 de mayo de 1981 se presenta en Madrid con el hierro de Aldeanueva.
Aplausos titulaba : Defraudaron en la sexta los toros. Llegaron las figuras y se terminaron las notas de seriedad que había predominado hasta ahora en la Feria. Además de la soseria de los toros charros, volvieron las broncas porque el trapio de la corrida de Matías Bernardos dio pie para ello, Paquirri, Capea y Luis Reina, que confirmaba, pagaron el pato
Afortunadamente, cuatro años más tarde, el 7 de julio de 1985, dos temporadas después de su faena a un toro del Puerto de San Lorenzo que lo devolvió a la circulación, Julio Robles corta dos orejas y sale triunfador con los toros de Aldeanueva.
Aquella tarde acompañé al " Raboso " en unas barreras del tendido 9.
( Continuará )