sábado, 15 de noviembre de 2014

DON EDUARDO MIURA FERNÁNDEZ ( CUARTA PARTE )




" El Gallo " pregunta : " ¿ De quién son los toros de mañana, Eduardo ? ".¿Qué hacer?  ¿ Mentirle para que duerma tranquilo o decirle la verdad ? Sería ya imposible sustituirlo en caso de que se negara a torear.....
" ¡ De Miura ! ", responde el empresario. Y " El Gallo " le dice :
 Perfecto, hace tiempo que tengo ganas de matar unas de esas....... ¿ Y de qué color son ? Pagés, que no tiene la menor idea, responde : " De todos, negros, castaños, berrendos......
" Formidable " - responde " El Gallo " metiéndose en la cama - esas son las buenas corridas de Miura. Y cinco minutos después estaba dormido, no sin antes haber pedido que le despertaran una hora antes de la corrida.
Un día que estaba Rafael tentando en lo de Miura, un gitanillo de tez aceitunada sale del burladero y antes de que nadie pudiera inpedírselo, logra dominar a una gran vaca colorada a la que nadie había logrado acercarse. Don Eduardo exclama : ¡ A ese niño lo parió una vaca !. Lo que el ganadero acaba de ver en Joselito era el saber enciclopédico que haría de él el más grande torero de esa tauromaquia arcaica.
Pero, mientras Joselito era tratado por don Eduardo como una gran figura, un chaval desharrapado torea a la vista de don Eduardo, se trata de Juan Belmonte. Antes del tentadero Joselito se dirige al cortjo de El Cuarto cabalgando sobre una preciosa jaca se cruza con Juan al que nadie ha invitado, sus miradas se cruzan.
El primero sabe hacer todo en el ruedo, el segundo prácticamente nada. Todo les separa, y es eso lo que va a acercarlos.
Un día le dijo Belmonte a Joselito :  " Piensa que puedes ser mejor que yo....... pero puedes estar seguro de que juntos podríamos ganar más dinero del que jamás has soñado ". Desde ese día, Joselito, hablará por ambos. " Lo que diga José ", decía Belmonte a las empresas.
Ambos van a imponerse lidiando toros de Miura, Joselito desde su primer año como matador de toros en Zaragoza en Octubre de 1913, domina a sus dos adversarios hasta el punto de cogerle con la mano el pitón a uno de ellos. Gesto que repite Belmonte el 21 de abril del año siguiente en Sevilla, cuando se enfrenta a los miura por primera vez : herido poco tiempo antes en Murcia, Belmonte ha debido renunciar a cumplir sus dos primeros compromisos en la feria de abril.
¡ Mentira ! claman los partidarios de Joselito : ¡ A Belmonte le dan miedo los toros de Miura !. Pero la leyenda está en marcha y va a escribirse con letras de oro durante la lidia de " Lentejo ", un terrible berrendo al que Belmonte le hace ese toreo que el mismo Joselito califica de " imposible ".
Hazaña que ratifica frente a su segundo enemigo ; en el que llevo a cabo el gesto prohibido de coger el pitón del miura con la mano.
Don Eduardo en el despacho de su casa esperaba como de costumbre el resultado de la corrida. Su mayoral tardaba en llegar más de lo común, y cuando por fin se presentó fue para decirle a su patrón que Belmonte le había cogido el pitón al toro berrendo........ ¡ Falso ! exclamó el ganadero, consciente de que con ese gesto Belmonte acaba de poner fin a la leyenda de la invencibilidad de sus toros......
De 1913 a 1920, Joselito toreó cuarenta y tres corridas de Miura, Belmonte, quien sigue a Joselito en todo, también los lidia.
Un día, en Bilbao, le había hecho a un toro de Miura una faena fuerte. En un momento dado se paró, con las patas juntas y el hocico en la arena.
Creí que lo había dominado completamente.
Me puse de rodillas junto a él. Era inmenso y estaba terriblemente armado. Permanecí allí un momento. Era el delirio en los tendidos. Yo estaba disfrutando de mi triunfo, olvidándome que el toro era de Miura. Entonces me fije en los ojos del toro, que estaban muy cerca de los míos.
Nunca olvidaré la luz que vi en ellos. El toro se había recuperado y era el amo de la situación : al menor movimiento me iba a coger. Me entró una angustia indescriptible : le hubiera bastado con alargar un poco el pescuezo....... sacando de los más profundo de mi ser toda la energía de que era capaz me lancé hacia atrás. Apenas acababa de hacer el movimiento cuando el toro brincó hacia delante. El encontronazo fue terrible. Me pescó por la taleguilla, un pedazo de la cual quedó enganchada en la punta del pitón. ¡ Afortunadamente, la violencia del impacto lanzó a varios metros de distancia a Belmonte, lo que le dio tiempo a su peón de interponer su capote y desviar la acometida del toro.
El mismo Belmonte confesaba que el toro más difícil de su carrera fue otro Miura que lidió en Bilbao en agosto de 1914. " Fue al mismo tiempo el más difícil y el que me dio mi triunfo más grande. Había sido imposible picarlo : atacaba al caballo con furia para luego retirarse de inmediato.
Estaba aculado en tablas, me vigilaba y me esperaba. Cuando estuve a unos diez metros de él, se arrancó como un bólido. Tenía dos opciones  huir o aceptar el reto. Si huía seguramente me alcanzaría, mientras que si lo esperaba....... no era más que una probabilidad. Así que lo esperé y no saqué la muleta sino hasta el último momento. Y de nuevo se encontró con mi muleta. Y así ocurrió diez veces más.
Estaba en medio de un remolino, atrapado por una tormenta.
Pero a medida que pasaba el toro, iba perdiendo un poco de su poder hasta que se paró. Entonces pude iniciar la verdadera faena. ¡ es uno de los momentos de mi vida en que más he disfrutado !
Una única vez en sus carreras, Joselito y Belmonte fueron superados por los toros de Miura por otro torero. Fue el 29 de abril de 1916, cuando Vicente Pastor, a costa de dos volteretas cortó la oreja de la historia de la Maestranza. Fue del toro " Recovero , un Miura monumental. " Es usted un valiente, señor Pastor ", publicó en su revista el severo don Criterio.
Contaba don Ignacio Zuloaga, que en una reunión en un conocido restaurante de la Carrera de San Jerónimo, de Madrid, con Joselito, varios amigos del mismo y el gran aficionado, popular en todo Madrid, Paco Avial.
Paco y José eran entrañables amigos, pero Avial se metía mucho con el gran torero ; siempre le estaba gastando bromas y tirando pullas. Lamentábase José de que habiendo tan buenos banderilleros no se superasen éstos al ejecutar la suerte, buscando más y más dificultades.
- No vi banderillear a Fuentes ni al Guerra, pero estoy seguro que ninguno de ellos puso dos pares al quiebro por el mismo lado.......
- Ni tú tampoco - dijo Avial.
- ¿ Qué no ? Vaya, señores, un almuerzo para toos, y va a ser en Madrid en donde yo los ponga, pa que me veáis vosotros.
El 5 de junio de 1913 torea José en Madrid toros de Saltillo. El primer toro de José, " Jimenito ", era bravo, y algo vería en él cuando apenas lo toreó de capote, cogió los palos y con un ligero  ademán se los brindo a Paco Avial, que ocupaba una barrera del tendido 1.
Entre los tendidos 1 y 2 citó y por el lado derecho quebró un maravilloso par, otra cita, y segundo par por el mismo lado ; un tercero inverosímil, y por último, previo permiso, cita en corto ; el toro no acude, coge la gorrilla de un monosabio, y arrojándosela para provocar la arrancada de la res, clava muy, muy en corto......
¡ El cuarto par cambiado por el mismo lado !..... Y después una de las mejores faenas y la primera oreja ganada por Joselito en Madrid.
La apuesta estaba ganada. Paco Avial aumentó su admiración por el gran Joselito y le costo pagar la comida.
( Continuará )







2 comentarios:

  1. Debería añadir "tags" en las entradas del blog para poder buscar más facilmente los artículos.
    Un saludo

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  2. K-Charro.
    Muchas gracias por su sugerencia. Espero poderlo hacer en la próxima entrada.
    Cordiales saludos.

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