miércoles, 29 de enero de 2014

EL CUARTO ANIVERSARIO



El día 29 de Enero de 2010, irrumpimos en la blogosfera, ¿ se acuerdan ustedes ?.
Hoy nos enfrentamos a nuestro cuarto año, tarea nada fácil, pero con la misma
ilusión que el primer día y con el mismo objetivo ¡ CREAR AFICIÓN !
Les muestro dos fotografías del maestro de Ronda, Antonio Ordóñez, cuya
biografía en varios capítulos estará con nosotros en los próximos días.
Quiero agradecer un año más su asiduidad al blog, así como en Facebook, y en
Twitter.
Les mando un saludo muy cordial para todos.

martes, 21 de enero de 2014

ENERO Y LOS HERRADEROS



Enero es un mes muy propicio para realizar los herraderos del ganado bravo y manso con la única diferencia que en el bravo hay que cuidar que el becerro no aprenda nada, para que vaya virgen, a las plazas.
El herradero es una jornada de mucho trabajo, pero a la vez alegre y oficiosa que casí siempre se realiza en invierno.
Lo normal es que los animales presentes en el herradero oscilen entre los ocho meses que son los que nacieron en el mes de Abril y los de quince meses que lo hicieron en Septiembre.
Hace años no era obligatorio crotalizar al nacer el becerro, y por tanto la única forma de saber el número de la madre una vez numerados en el herradero era soltarlos de nuevo con las madres y a caballo el ganadero, el mayoral y el veterinario, ír anotando el becerro 20 es hijo de la 280, el 17 de la 310, etc, así uno a uno hasta completar la lista de lo herrado.
Hoy los crotales evitan esa operación, pues al entrar un becerro en el cajón de herrar el veterinario y el ganadero conocen de antemano toda su identificación y pueden rellenar todas las fichas al efecto.
Yo los puse voluntariamente, entonces no era obligatorio, el segundo año de ser ganadero, pues me dí cuenta el trabajo que ahorraba el no repetír en 24 horas dos veces el ahijado.
Les cuento hoy una operación normal de " destete " , es una operación anterior al herradero.

Los sonidos eran cada vez más cercanos, una enorme polvareda lo acreditaba, traidos por el viento, cada vez más cerca ; cencerros de los cabestros, voces de hombres y trote de caballos.
Los becerros corrían tras las madres, sin saber lo que éstos o los extraños olores significaban.
De pronto toda la manada paró en seco y permaneció esperando cerca de la plaza de tientas, el silencio se hizó patente y la polvareda desapareció.
Las vacas madres estaban muy nerviosas sobre todo las de más edad.
El ruido de los cerrojos anunciaban la apertura de las puertas que daban acceso al recinto donde se realizaría el " destete ".
Un vaquero montó en su caballo y se dirigió hacía la manada pendiente de la situación de los cabestros, al fondo otros vaqueros aguardaban sujetando a la manada.

Las vacas se sentían seguras mientras que los vaqueros no se acercaran demasiado, mientras que la manada pudiera moverse libremente, así permanecerían juntas sin peligro de arrancarse a los caballos.
Los cabestros comenzaron a moverse empujados por las órdenes de los vaqueros en dirección a las puertas recien abiertas arropando lo más posible a la manada.
En pocos minutos se introducían en el recinto con los gritos de los vaqueros y los cabestros que estaban rezagados entraron en último lugar.
Pero en un instante una vaca salió disparada de la manada a galope tendido, seguida por su becerro, tratando de huír de aquel escenario, pero un vaquero que adivinó la maniobra les seguía muy de cerca, el becerro asustado cayó al suelo ; pasó el caballista por su lado como un verdadero relámpago, persiguiendo a la vaca que había tomado otra dirección tratando de despistarle, pero cada vez le ganaba más terreno hasta que se colocó en su flanco, obligándola a volver al recinto pues el becerro ya estaba dentro.
Pero no contenta la vaca cuando estaban llegando se arrancó de pronto al caballo y el vaquero aprovechó esta circunstancia para dejar que se colocará a la cola de su caballo y así entre una nube de polvo penetraron en el recinto el caballo y pegada a la misma cola " Pañera " que no era la primera vez que realizaba este numerito.
Enseguida divisó a su becerro y se unieron moviendo el hocico y las orejas.
Una vaca " Española " de nombre, que se le murió el becerro y que por tanto andaba sola, se movía entre las demás enganchando sus cuernos en los flancos de las otras vacas, a una le golpeó muy fuerte ; se oyó un bajo mugido de " Vistahermosa " nº 312, que le embistió hacía adelante y la pelea duró un buen rato, saliendo vencedora " Española " que al estar " machorra ", y por tanto más fuerte incluso le propinó un buen pitonazo que le hacía sangrar a " Vistahermosa ".
Una utrera bramaba y bramaba al no encontrar a su becerro, caminaba entre todas atropelladamente y una vaca vieja que tenía la acidez de los años, " Pañofino ", le golpeó tan fuerte con los cuernos que la utrera perdió el equilibrio y con el movimiento de cuerpos cayó al suelo y " Bailadora " que la vió tendida en el suelo aprovechó para cornearla cerca de la ubre, un vaquero que pasaba por allí en ese momento entró a todo galope agitando entre las vacas su sombrero y consiguió detener la pelea.
Por fín apareció el becerro de la utrera " Petaquilla " de nombre, y lo primero que hizo fué buscar la ubre de su madre con el hocico, sacudió la cabeza y estornudó, intentado echar la sangre que le había entrado por la nariz.
Una vez que la manada pasó a un corral muy grande se tranquilizaron las vacas, los vaqueros apartaron a las dos vacas heridas para curarlas, pues de no hacerlo enseguida con el olor de la sangre las vacas se ponen como locas y se pelean mucho.
Las vacas viejas sabían que el final se acercaba y una vez más perderían a sus becerros.
Un vaquero se subió a una tapia desde allí con una cuerda manejaba la puerta y podía ír dando salida a las vacas que venían corriendo hacia la puerta buscando la libertad, los otros vaqueron cortaban con los caballos a los becerros y los conducían a la manada.
Y así fueron seperando a las vacas de los becerros, operación de varias horas, pues las vacas se arrancan a los caballos y no abandonan el recinto sin su becerro por nada del mundo.
Las vacas pasaron a la libertad de la dehesa y la siguiente operación sería apartar los machos de las hembras.
Esta operación se realizó en los chiqueros y fué más rápida, los machos llevaban los crotales colocados de forma distinta a las hembras y eso les hacía a los vaqueros adelantar la operación.
Y con el sol puesto terminó el " destete " de doscientos ocho becerros.
A los quince días para dar tiempo a que se repusieran se produciría el herradero de machos, un día, y al siguiente el de hembras.
El herradero para el ganadero es uno de los signos de posesión definitivos de su ganadería.
Al igual que decimos con frecuencia que el ojo del amo engorda el caballo, el sello de su ganadería sobre su becerro le hace sentir al ganadero como garantiza la casta, la verdad que solo momentáneamente, pues todos sabemos que en la plaza es donde tiene que demostrarlo y acreditarlo.
El veterinario durante el herradero tiene que rellenar muchos impresos que al final del mismo firman el ganadero y el veterinario que es la llamada acta del herradero.
Una vez separados los machos de las hembras no se vuelven a juntar, pues las hembras pueden ser progenitoras a partír de los dieciseis meses, y con ese tiempo el macho también engendra.
Para terminar, el herradero es una operación de gran importancia, mediante el mismo los becerros pasan a formar parte de la ganadería, hasta hoy, día del herradero, eran una cosa que iban detrás de la madre.
Con su número a fuego adquieren identidad propia en la misma.






martes, 14 de enero de 2014

ENERO..... LLUVIA Y FRÍO



Del 4 al 7 de Enero de 2014 han caído en Extremadura muchos litros de agua, el norte de la provincia de Cáceres estuvo con aviso amarillo, y el 112 atendió 2600 llamadas y gestionó 81 incidentes relevantes.
Les muestro una fotografía de Encina Hermosa que acredita la noticia.
El agua es siempre bien recibida en la dehesa, pese a algún incidente puntual, nos ha remediado la sequía que veníamos padeciendo con un otoño muy seco así como el principio del invierno.
Algo similar recuerdo que ocurrió en Enero de 2005, y lo recuerdo con tanta precisión por coincidir con el nacimiento de " Bonarillo ", semental nº 14, cuya fotografía aparece en la portada del blog y que aprovecho para contarles tal y como me quedó grabado :
Transcurría Enero de 2005 y el día 4 en Encina Hermosa a mediodía, la tierra estaba a pesar de lo avanzado del día cubierta de rocío helado, la niebla muy espesa permanecía intacta y el viento gélido unido a la humedad hacían que el ambiente fuera muy frío.
Las lluvias de esos días hincharon de agua los regatos y desbordaron el arroyo que la cruza. Los caminos estaban intransitables, incluso a trozos borrados por el agua y llenos de barro por todas partes.
Ayer llovió con tanta fuerza durante todo el día, una gran borrasca del Atlántico llena de nubes bajas penetraron y parecía la dehesa una costa con las olas azotando las encinas y los alcornoques.
La niebla se arrastraba desde el rio Tiétar y daba signos de no querer desaparecer aquel día.
En los lotes de vacas se notaban algunas con sintomas de estar a punto de parir.
A las vacas con el frío les gusta mucho ramonear la poda de las encinas y las paridas aprovechan esas ramas para proteger a sus becerros del frío de la noche y del viento gélido.
Desde el caballo me dí cuenta que " Bonarilla " nº 252, estaba a punto de parir, era una vaca  de seis años y contaba con una excelente nota en el tentadero, éste sería su tercer becerro, los dos anteriores fueron machos. Con gran disimulo iba abandonando el grupo y se marchaba a la soledad de algún punto solitario, que ellas conocen muy bien, y que suelen ser los mismos donde paren a toda su descendencia.
A distancia la observé y pasó la tarde sin mostar signos de empezar el parto, pero permanecía en el sitio fijado por ella y muy separada del resto de las vacas. Con la puesta de sol me marché. En el regreso la niebla era muy fría y bastante llorona, al pasar bajo las encinas parecía que estaba lloviendo.
Pero con el nuevo día apareció un sol radiante, hacía frío y mi primer pensamiento de la mañana fué ir a ver a " Bonarilla " .
Cuando atravesé el grupo de vacas las mismas estaban comiendo lo que desde el tractor y el remolque les extendían, enseguido distinguí a " Bonarilla " que estaba con ellas pero comía poco y las ubres estaban muy abultadas, el área bajo el rabo estaba hinchado y flácido, se le notaba fuir un chorrillo de liquido.
Estaba intranquila y enseguida abandonó la manada con mucho disimulo y se dirigió de nuevo al sitio escogido por ella para el parto.
Una abubilla se hacía notar con su " puuu - puuu " que intranquilizaba a la vaca y por fín se echó al suelo y se decidió a comenzar a parir.
Pero al momento los ladridos de dos perros no muy lejanos comenzaron a molestarla. La vaca miraba en la dirección del sonido con las orejas apuntando hacia adelante ; los perros para las vacas paridas son como sombras de lobos.
Con la cabeza apoyada en el suelo, sus costados palpitaron pesadamente. Enseguida comenzó a aparecer el extremo del saco lleno de líquido que contenía el becerro. Pronto fueron visibles las puntas azules de las pezuñas ; los becerros nacen con la cabeza por delante y las patas traseras extendidas. A los diez minutos, se levantó " Bonarilla " con trabajo el extremo del saco colgaba bajo la cola como una gran bombilla. Se volvió a echar su respiración cada vez era más pesada, levanto la cabeza del suelo, volviéndola para mirar el saco. Tenía las ubres llenas. Sus costados palpitaban con los dolores del parto. De pronto se estremeció con más fuerza, forzando al becerro a terminar de salir y caer al suelo. Levantó la cabeza y lo miro durante varios minutos. Se levantó y agacho el hocico para tocar con su nariz la del becerro. Comenzó a comerse la placenta y a limpiar a su becerro macho." Bonarillo " emitió apagados quejidos y movió la cabeza débilmente.
Lo dejo limpio, y lo acariciaba con el hocico. La vaca le empujaba suavemente. Durante un momento se mantuvo de pie, cayendo después sobre el costado. Tras varios intentos consiguió ponerse de pie y dar unos pasos tambaleándose y cayendo ; las largas y delgadas patas le temblaban y se le doblaban.
Por fín consiguió enderezarse. " Bonarillo " estaba hambriento y olfateó el vientre de su madre. Sabía lo que buscaba. El dolor de la hinchada ubre hizo que la vaca levantara la pata trasera, facilitándole así la toma de los primeros calostros. Tocó uno de los pezones con la nariz, lo lamió y comenzó a chupar.
.
Tan insimismado me encontraba con el acontecimiento que sin advertirlo me descubrió " Bonarilla " en el caballo y levantó la cabeza y agitó los pitones amenazantes, pero no embistió, no quería por ningún motivo abandonar a su precioso becerro. Se volvió y empezó de nuevo a lamerlo en un paraje lleno de juncos, que le resguardaba del viento frío.
La tarde languidecía y un viento fuerte ondulaba la arboleda, jugando y silbando entre las hojas.
De vuelta, el ruido del andar del caballo entre el barro y cuzando las grandes encinas me hizo pensar en el destino  de " Bonarillo ", su madre obtuvo en la tienta una gran nota en cuanto llegara apuntaría a " Bonarrillo " en mi agenda,  para probarlo de semental.
Por la mañana " Bonarilla " se la notaba débil del parto. La hierba tierna y joven acariciaba el hocico del becerro haciéndole cosquillas.
La encontré cuando ella venía en busca del grupo de vacas y la comida que en esa primera hora de la mañana les suministraban heno y tacos de camperina.
Pasó el tiempo y el sueño se cumplió " Bonarillo " a los dos años de vida, en la plaza de tientas de Encina Hermosa se tentó y pasó una de las más difíciles pruebas, la de semental para toros de lidia, y durante varios años ocupó un puesto importante de semental en la ganadería.





lunes, 6 de enero de 2014

ENERO..... Y LA DEHESA




Enero es el primer mes del año en el calendario gregoriano. Toma su nombre, del dios Jano, del latín Janus, representado con dos caras, el espíritu de las puertas y del principio y el final.
Las dehesas en España atraviesan una grave crisis. Se reúnen problemas de índole económico, cambio estructural de las explotaciones y una falta de conocimientos adecuados para incrementar con gasto mínimo el rendimiento agropecuario.
El sistema complejo que forma cada explotación tiene unos frenos que limitan su buen funcionamiento.
La productividad de pastos y forrajes, limitada por el clima cada vez más variable y la escasa fertilidad de los suelos.
Productividad ganadera, con grandes oscilaciones a lo largo del año ( grana, bellota-pienso, ensilado, heno, etc. )
Limitaciones impuestas por el mercado, que solicita unos productos con precios por debajo del coste de producción que causan daño a las empresas y provocan desánimo en las mismas.
Nuestras dehesas no producen lo que deberían, principalmente por el freno que supone la falta de fósforo.
Muchos de sus productos autóctonos sufren, la lana de las ovejas merinas o el corcho de los alcornoques, por ejemplo son ahora sustituidos por sucedáneos sintéticos. También sufren las retintas, las ovejas, las cabras, y los oficios alrededor de esta cultura milenaria.
El 53,24 % de las hectáreas de montanera se localizan en la dehesa extremeña contando también con la mayor cabaña ganadera.
La provincia de Cáceres cuenta con una tierra de contrastes y sospresas, bello mosaico de paisaje y colores que atrapan al visitante y que hacen que todo el que la visita desee volver.
La Vera, Valle del Jerte, Las Hurdes, Valle de Ambroz, Tierras de Granadilla, Sierra de Gata, Valle del Alagón, Las Villuercas - Jara - Ibores, Campo Arañuelo, Monfragüe, Plasencia Natural.
Encina Hermosa se encuentra rodeada por esta maravilla de comarcas que encierran grandes tesoros romanos así como un ámbito ideal para los amantes de la naturaleza con el parque Nacional de Monfraguë, considerado como una de las áreas de vegetación mediterránea mejor conservada del suroeste de la Penisula, donde conviven cientos y cientos de buitres.
La dehesa como todos sabemos es un ecosistema agroforestal único.
El toro de lidia, es el escudo protector de la dehesa y el mejor adaptado a la misma.
En la Península Ibérica hay unas 500.000 hectáreas de dehesas dedicadas al toro de lidia, concentradas en Andalucia, Extremadura, Salamanca y Madrid, que proporcionan unas manchas únicas de bosque adehesado.
La vaca brava es una animal durísimo, semisalvaje, que aprovecha la más leve cantidad de hierba y aguanta a pie firme los inviernos más angustiosos. Sin embargo a la vaca brava hay que sobrealimentarla en invierno, sobre todo si son duros y largos. Si no es así se quedaran muchas vacas vacías.
Parece mentira pero es curioso que las vacas de un mismo cercado se dan cuenta cuando los vaqueros vienen para una cosa u otra. Hay vacas muy nobles y vacas muy ariscas. En tiempos de escasez de hierba al ver a los vaqueros traerles comida algunas se toman confianzas con el hombre incluso se dejan acariciar.
Me viene en mente la imagen de aquel ganadero Fernando Villalón, el que soñara criar toros negros con ojos verdes.
La razón principal por la cual en la dehesa de los toros bravos no aparezca la muerte está en esos hombres a caballo, que nunca se distraen y aparecen sin falta en el momento justo.
El caballo aprende también a conocer el toro. Los conoce por el amusgue de las orejas, por la manera de mirar.
¡ Que grandeza el profundo silencio de la dehesa !
Todo se hace a paso lento, paso de procesión. Cuando un toro cae herido, todos saben cómo hay que llevarlo despacio, después, para que se tranquilice entre los cabestros. Cuándo hay que arrancar y parar. Y por qué sitios ir para que no trate de separarse de los cabestros que lo conducen a la manga para ser curado.
A la visita diaría a los toros y a las vacas se le llama repasar, por ver si les paso algo.
El caballo los recorre uno a uno lentamente, y lentamente ha de verse el ganado. La vaca enferma, ver si está triste, si tiene las orejas mustias, si no come, se retira o aparta de los demás, Lo mismo ocurre con el toro, donde si cabe se repasa todavía más despacio, si se pelearon, si hay alguno herido, si lagrimean por accidente, si tiene una nube, un pajazo, si tenemos que separar del resto, al que come mal, anda triste, cojea o está intranquilo.
En una palabra una ganaderia brava no se puede desarrollar sin buenos caballos y hombres que sepan manejarlos. En el campo cada día se aprende algo nuevo.
En el mundo sonámbulo de la dehesa, ese mundo cerrado y único, de vez en cuando nos sosprende el pitido, el berreo, el reburdeo de los toros.
Es normal que cuando un toro pita, el resto de animales de la dehesa acechan, algo va a pasar.
Berrean por miedo, por nostalgia, por melancolía.
El reburdeo lo emplean en las luchas con los otros toros.
Si visitan una ganadería de bravo y aprecian un toro quieto, plantado y fijo, tengan siempre mucho cuidado y conviene se pongan a cubierto.
Generalmente el vaquero los espanta con la voz, o haciendo ruido con sus botas entre los estribos de la montura del caballo, unas veces se marchan y otras se arrancan.
Ver arrancarse un toro en la dehesa es impresionante.
En la dehesa las sospresas se dan con mucha frecuencia y con ellas las desilusiones afloran a flor de piel, siempre por lo mismo " la bravura " donde el ganadero se mueve siempre en un terreno difícil e improbable, donde a base de mover y combinar los distintos factores que componen la misma, que , al igual que ocurre con la virtud, se compone de distintas cualidades y no de una sola.
Alegría, temperamento, raza, nervio, prontitud, codicia, embestir derecho, suavidad, meter la cara, el ir largo, seguir la muleta, fijeza, energía, acudir, galopar, aguantar, y sobre todo y para mí la fundamental de todo esto ir de menos a más. Todo esto el ganadero lo tiene que medir con tanta exactitud que unas veces acierta, las menos, y otras desacierta, las más.
Cornear puede responder a ser un toro bravo, pero también de toro con genio, incluso del malo y a veces hasta con ganas de pararse de embestir.
Por eso siempre lo repito, en la ganadería hay que ser muy fiel con uno mismo y los datos que manejas aplicarlos con gran rigor, no fiarse nunca de las casualidades.
Una vaca puede ser excelente en el tentadero pero siempre hay que consultar su genealogía si se quiere pisar con algo de seguridad, el libro genealógico de la ganadería nos mostrará la calidad de sus ascendientes, pero luego viene comprobar si esas buenas virtudes es capaz de fijarlas en sus descendientes. Hay reproductores que. aun con nota excelente, después en la práctica no fijan lo suficientemente bien y no tienes más remedio y con mucho dolor de corazón que prescindir de ellos.
Fácil de comprender que cuanto mayor la ganadería el ganadero dispondrá de un mayor arsenal de datos para que en la soledad de su dehesa compare y recompare los mismos en busca de su máxima aspiración y objetivo, la bravura.
Y sobre todo lo hace en los meses de invierno donde las noches son tan largas y frente a su chimenea se concentra horas y horas y a base de poner toneladas de pundonor, de muchos disgustos, de muchos malos ratos, de asechanzas y aseveraciones.
Pero en estos tan críticos momentos por los que atraviesa la Fiesta les recomiendo que edifiquen BRAVURA sobre los cimientos mas firmes y estables de que dispongan y que alejen de una vez por todas esos profundos nubarrones inesperados llenos de MANSEDUMBRE y que por desgracia para los buenos aficionados se precipitan cuando menos lo sospechamos.