MÚSICA... PARA EL RECUERDO

La reacción que una melodía produce en cada persona es diferente. Una melodía que una persona percibe como de gran poder expresivo, puede no conmover a otro en absoluto.

Pero en la música que hoy les traigo, lo bueno que en la misma se dan cita varios elementos básicos como la melodía, la textura, la armonía y el timbre.

Aún siendo muy conocida de todos, espero les guste, a mi personalmente me acompaña durante todo el día, desde el 9 de marzo, fecha del adiós de los Coquillas de Cifuentes. Sobre todo en mis estancias en Encina Hermosa, en mis recorridos por la misma, por sus cercados llenos de soledad y tristeza, la misma te arropa y te da una fuerza especial para "recordar" e incluso para conmoverte.

Por tanto he pensado que en lo sucesivo será la música con la que recordaremos a "Los Coquillas de Cifuentes", espero haber sabido elegir y que a ustedes les conmueva de la misma forma que a mí. En este enlace pueden escuchar la música.

Música para el recuerdo 

Y sin más dilación pasamos al capítulo VI del Encaste Santa Coloma.

Como dijimos en el anterior capítulo Paco Coquilla vendió la ganadería en lotes:

El lote que incluye hierro y divisa pasó a manos de Santiago Ubago, de Jaén que después en el tiempo vendería a don Daniel Ruíz.

Otro lote fue a Zamora a los Hermanos Villagodio.

Otro para Alfredo Corrochano, era el mejor lote lo tenía Paco Coquilla reservado para él y al final lo tuvo que vender.

Otro para José María López Cobos, provincia de Cuenca.

Y el último lote, Paco Coquilla se lo dejo a su amigo Justo Sánchez Tabernero para pagarle las rentas atrasadas de las fincas que le tenía arrendadas.

Justo, que no es ganadero, acepta apesadumbrado la propuesta de su amigo. No sabe que hacer con los toros, pero su hijo Alfonso es un apasionado del toreo, incluso llegó a torear festivales. De la finca Coquilla el lote pasa a Pedro Llen pasando por las Veguillas, apenas diez kilómetros.

Dos años más tarde su nuevo propietario venderá para México los machos marcados con el hierro de Coquilla.

Uno de ellos " Tapabocas ", será sacado a escondidas de los corrales de la plaza de El Toreo, y utilizado como semental... Los otros cinco fueron muy bravos y los últimos ejemplares lidiados bajo el nombre de Coquilla.

Don Justo Sánchez Tabernero, recibió una carta de su primo don Graciliano Pérez Tabernero recomendándole que cambiara el nombre de la ganadería, con el fin de evitar confusiones entre los aficionados pues lo de don Graciliano provenía también del Conde de Santa Coloma, desde 1920, y podía prestarse a confusión por el parecido de los apellidos.

Quizá don Justo lo tuvo en cuenta y empezaron a lidiar a nombre de sus hijos los hermanos Sánchez Fabrés.

Del lote de don Justo en 1944 se desgajó un lote de 85 vacas y 3 sementales que pasaron a nombre de don Jesús Sánchez Arjona, pasando después a sus hijos Javier y Fernando Sánchez Arjona.

El toro de Coquilla, es de hocico convexo, muy lavados y con poca badana, ojos muy saltones, por eso dicen los toreros que tienen ojos de gamba.

Paco Coquilla murió en Béjar en 1950, de forma callada, resignada, cristianamente como siempre vivió.

Quedó pobre de la noche a la mañana pero con una tranquilidad de conciencia, una limpia conducta y una resignación ejemplar, de lo que no hablaba nunca. Prefería evocar con pasión el recuerdo de sus toros, que al fin y al cabo representaban los mejores timbres de gloria durante sus últimos años.

No podemos olvidarnos de hablar de su hija " Pilarín Coquilla ". Pilar Sánchez Hernández, la musa de Coquilla que había sido cortejada por todo el toreo, siempre permaneció soltera.

Fue una mujer de leyenda, tanto en el mundo taurino como en el de la canción. Falleció en Salamanca, en 2005, a los 98 años.

La Ganadera Salmantina, la protagonista de esa copla que cantó por todo el mundo Concha Piquer, con música de Quintero León y Quiroga.

Amazona de leyenda, ganadera salmantina, estirpe de toros bravos, verde y oro es su divisa. Y fue la primera mujer que, pintada por Vázquez Díaz, ilustró un cartel de toros, vestida de corto en pleno campo en 1949.

En 1937, don Justo Sánchez Tabernero lidió una novillada en Salamanca, por Paco Cester, Boni Chico y Paco Coquilla, hijo del ganadero.

En 1951 dividen los hermanos Sánchez Fabrés la ganadería correspondiendo a Alfonso la finca de Pedro Llen, el hierro y la mitad de la vacada, en tanto que la otra mitad la recibe su hermana Dolores Sánchez Fabrés.

En 1952 compra el lote de doña Dolores don José Matías Bernardos conocido como el " Raboso "

( Continuará... )