sábado, 3 de septiembre de 2011

EL DESTETE




Como les decía en la anterior entrada "El Saneamiento" aprovechamos la operación del saneamiento para realizar el "Destete", de esta manera evitamos otro trauma a las vacas y a los becerros.
Destete o desahijar tarea laboriosa que requiere hacerla con caballos adecuados, mucho orden, pero de esta manera en los chiqueros las vacas a uno y los becerros a otro y se acaba el acto, eso sí, se pierde la gran belleza del destete apartando vaca por vaca de los becerros y las últimas no los sueltan ni por casualidad y te puedes pasar una mañana corriendo con los caballos para separar los ciento y pico becerros.
Las vacas tienen que dejarse en los corrales contiguos al de los becerros mamones durante al menos cuatro días, momento en el que les baja la inflamación de las ubres.
Las vacas andan y andan todo el día, despacio, al hilo de las tapias pensando en poder entrar en cualquier momento, al olor y la nostalgia de sus hijos que se sienten totalmente desamparados.
Esta operación tiene más importancia de la que generalmente se le concede, por el gran estrés que supone para las crías que pasan de estar todo el día siguiendo a sus madres a quedarse solos, de pronto con la compañía del resto de los becerros.
Difícil de dormir en las dehesas cuando se realiza el destete y en las noches posteriores, las vacas llaman cada vez con más insistencia a su hijo a medida que la leche va inflamando las ubres. A su vez las crías les contestan hambrientas y prisioneras, que ven que por más vueltas que dan al corral no pueden reunirse con sus madres de ningún modo.
El concierto dura varios días, el de las vacas resulta angustioso, el del becerro es inacabable.
El problema principal viene después de la separación pues la mayoría solo comen pasto o de lo que les echamos a las madres por las mañanas  de las pacas recogidas en la dehesa.
Llegar hasta donde tienen el pienso es casi imposible, llegan los que fuera, cuando estaban con sus madres, comían en los comederos que les tenemos donde sólo ellos tiene acceso.
El herradero lo realizaremos a últimos de Noviembre pero tenemos que ponerlos fuertes para que ese día les cause el menor estrés posible.
Les ponemos un pienso de arranque que al llevar mucha leche el olor les atraiga, pero aún así, cuesta de lo lindo conseguir que entren todos. Como todos los años tendremos que separar a los reaceos a comer pienso y a base de no darles otra cosa el hambre les hace , por fin entrar.
Cuando pase la "berreina" las vacas pasarán a sus cercados habituales, a últimos de Septiembre enpezarán a parir, por tanto muchas llevan dentro a su becerro que alimentar.
Los machos salvo que lleguen ser "sementales" no volverán a ver nunca a sus madres.
Las hembras, por el contrario, la que consiga aprobar en el tentadero pasarán de nuevo con el grupo de las vacas y podrá disfrutar de su madre y de toda la familia, ellas se conocen perfectamente madres e hijas.
Es curioso, en mis paseos sin prisas por la dehesa, a veces al ver un grupo de cinco o seis vacas muy juntas sesteando en la rumia, compruebo sacando la libreta que llevo siempre en el bolsillo (en la que tengo a todas las vacas por familias) y al identificar el grupo mencionado te encuentras a la abuela, la nieta, bisabuela, biznieta, etc. Y uno se pregunta:  ¿se conocen durante toda su vida?.

Cuando las ganaderías están establecidas con el número de vacas que quiere tener el ganadero para reproductoras, en los tentaderos conviene afinar mucho para dejar las muy buenas y no pasarse en número, del desvieje que anualmente se pretenda hacer, de esta manera mantendremos la ganadería con el mismo número de cabezas.
Esto se hace, primero por la cabida y segundo por afinar en la selección, a menos necesidad de vacas, menos vacas se dejan, pero algunas siempre conviene dejar por el tema del desvieje. Las vacas viejas bajan mucho de producción y aún dando pena quitar vacas buenas, no queda otro remedio.
Los ganaderos antiguos, al leer algún libro de aquella época,  hablan de " hierbas" y "años". Por ejemplo decían ese toro tiene cuatro años y cinco hierbas.
Los becerros que nacen los primeros en Septiembre u Octubre, cuando llega su primera primavera tienen de cinco a seis meses, comen hierba a placer y su madre les da una leche muy rica. La vaca que come mucha hierba tiene una leche rica en vitaminas, por tanto son unos previlegiados y por eso siempre son las cabeceras de las camadas. En cambio los que nacen en primavera cuando quieren empezar a comer al mes el campo está agostado y la leche de la madre baja de calidad al comer pasto seco.
Esta es la diferencia que se encuentra en cualquier camada en el destete y que luego prevalece en los primeros años, después se llegan a igualar, los tardíos se crían siempre más canijos.
Hay vacas que se encargan de destetar con anterioridad a nuestro destete a sus crías, la naturaleza tan sabia en todo, les da a los animales ese poder de saber que llevan en su entrañas a otro becerro y por tanto el de fuera que se busque la vida por sus medios, ellos entonces al verse sin la leche de la madre  empiezan a ir a los comederos y poco a poco empiezan a comer pienso.

Y así terminó esta jornada de destete, de días tristes para las vacas y los becerros mamones, noches de intensos lamentos y un concierto ininterrumpido a la más alta escala de mugidos mutuos, pero sabemos que en unos días, poco a poco, todo volverá a la normalidad en nuestra querida " dehesa ".



Un día antes del destete. ¿ A qué parece que lo presienten ?

¡ La separación !



5 comentarios:

  1. En los minutos que estado leyendo el relato Mariano he tenido la sensación de estar presente en Encina Hermosa implicado en las labores que han desarrollado estos días, teniendo en cuenta la descripción que haces de las mismas unido ha la afición que tengo y recordando las dos veces que estuve en la finca, me alegra que siga transmitiéndonos sus vivencias en la DEHESA.
    Recuerdos para todos y un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  2. Sin conocer perfectamente el sentido de la palabra "destete", hé entendido rapidamente, al léer las primeras palabras, que se trataba de lo que llamamos en francés: "sevrage",cuando hay que privar un animalito de la leche de su madre.
    Como siempre, narración muy interesante de un trabajo apasionante. Muchisimas gracias por hacernos partir su pasión
    Pedrito

    ResponderEliminar
  3. Juan :
    Es una pena que estemos tan distantes para que nos pudieras ayudar en las distintas faenas que realizamos.
    Muchas gracias una vez más por el excelente comentario que te agradezco. Cordiales saludos.

    ResponderEliminar
  4. Pedro :
    Muchas gracias por su amable comentario que le agradezco.
    Mi objetivo en el blog es difundir todas las faenas de la ganadería, dando variedad al mismo, alternando,para complacer a todos los seguidores. Cordiales saludos.

    ResponderEliminar
  5. Gracias D. Mariano por traer las interesantes labores ganaderas al blog. Un saludo.

    ResponderEliminar