domingo, 26 de junio de 2011

JUAN BELMONTE ( CAPITULO X )




Mediado Agosto de 1918, se anunció el regreso de Belmonte.
Venía de recorrer medio mundo, en viaje de luna de miel.
Cuatro días antes de desembarcar Juan le puso un cable a su amigo, el doctor Serrano, que le decía textualmente así :
" Encantado de haber nacido. Vuelvo con mi mujer y quiero abrazarte, Juan".
Pero el doctor no pudo llegar a tiempo y cuando Belmonte desembarcó en Cádiz se tuvo que contentar con repartir abrazos entre sus padres, hermanos y algún miembro fiel de su cuadrilla.
Después de descansar unos días en el campo, el nuevo matrimonio como decían las crónicas de sociedad, se marchó a Madrid, Juan se enfrentó con los periodistas y les aclaró que no había pensado retirarse de la fiesta.
Ahora, dijo Belmonte es cuando estoy más seguro de si mismo. Yo no he calculado nunca eso de las retiradas.
Pero lo cierto, aquel año Juan no se vistió de luces.....
En Febrero de 1919, volvió Juan a los ruedos. Aquella temporada sumó ciento diez corridas: mató un total de doscientos treinta y cuatro toros.
Belmonte confesaba estar en su mejor momento. Tuvo aquel año dos o tres percances sin que revistieran gravedad.
Su amistad con Joselito llegó a su más sincera plenitud.
Coincidían en los pasillos de los trenes, en los hoteles, en los ruedos.
A Joselito el hombre que tan fácil le resultaba todo, le tenía que doler en el fondo del alma el obstáculo de imcomprensión que se alzaba entre su corazón y la mujer que quería.
Llegó el año 1920, el más grande y doloroso recuerdo para Juan es la muerte de Joselito en Talavera.
El día 15 de Mayo torearon los dos en Madrid
El público que estaba cansado de ver triunfar todas las tardes a uno y otro, se mostró muy irritado con ellos aquella tarde. A Joselito llegaron a tirarle una almohadilla......
Esto dijo Joselito, no puedo seguir así.
Lo mejor es alejarnos durante una temporada de la Plaza madrileña, hasta que el público se le pase este injustificado malhumor.
Y Joselito se fue al día siguiente a Talavera de la Reina para despachar, con Sánchez Mejias, una corrida de la viuda de Ortega. Como es sabido de todos el quinto toro "Bailador " le hirió mortalmente.
Aquella misma tarde Juan, por haberse suspendido la corrida de Madrid, se quedó en su casa, jugando con unos amigos a las cartas.
Fue Antoñito, su mozo de espadas, quien le trajo la triste noticia de la cogida de José.
Ahora mismo vino diciendo Antoñito Conde, se ha recibido en Teléfonos un parte para Rafael el Gallo diciéndole que se vaya para Talavera con Mascarell, porque a Joselito lo ha cogido un toro.
Poco después, Juan celebraba una conferencia telefónica con un amigo de Talavera y conocía toda la verdad : Joselito había muerto en la enfermería de la Plaza.
La impresión que la noticia causó a Juan fue inmensa.
Se encerró en su cuarto y no quiso saber más detalles. Dos días después, mientras el tren se llevaba a Sevilla el cuerpo frío de José, Juan alcanzaba en la Plaza madrileña uno de los mayores triunfos de su carrera.
Cuando terminó la temporada, había firmado ciento dos corridas, pero había perdido más de treinta. Belmonte decidió aceptar un contrato que le ofrecían desde Lima. Guardaba de su primera estancia en la capital peruana muy gratos recuerdos, y tan pronto como pudo tomó un barco para cruzar el Océano. El éxito le acompaño también en esta excursión Juan no volvió a España hasta final de Marzo de 1921.
Juan comenzó su temporada en la feria de Abril de Sevilla, con mala suerte. En la segunda corrida un toro de Santa Coloma lo enganchó por el muslo y le infirió además una grave cogida en la boca.
El percance causó en la Plaza penosa impresión.
Juan estuvo sin conocimiento varias horas y tardó en curar mucho tiempo. Hasta el 12 de Junio de 1921 no pudo vestir de nuevo el traje de luces.
Fue en las fiestas de Algeciras.
En otoño volvió Belmonte a embarcarse, esta vez para torear en México 6 corridas.
Hasta el mes de Septiembre de 1922 no regreso a España.
Si puedo , dijo Juan a un periodista en Santander, estaré un año sin torear, pero de eso a la retirada va un abismo. Cuando me lo pida el cuerpo volverá a los toros.
Pero no volvió hasta 1924.
En 1924, Belmonte, que no había perdido el contacto con los toros en tentaderos y festivales, se fue con su familia a veranear a Zumaya.
Allí le hizo Zuloaga un retrato. Fue éste, en unión de otros amigos, quien pidió a Belmonte que toreara un festival benéfico.
Juan no pudo resistirse. Pero los toros que no entendían de estas cosas, proporcionaron a Belmonte un serio disgusto : una cornada de cierta importancia. Curándose estaba cuando llegó de Lima una invitación.
Se trataba de festejar el primer Centanario de la Independencia del Perú, y allí querían que fuera Belmonte para dar taurinamente altura al acontecimiento.
Belmonte llegó a Lima a primeros de Noviembre de 1924.
Toreó las siete corridas que llevaba contratadas, alternando con su hermano Manolo, Paradas Y Gitanillo.
También intervino Juan en el beneficio de Rafael el Gallo que rondaba sin un real por aquellas tierras. La temporada en conjunto, fue un éxito para Belmonte.
Cuando tomó en Nueva York el barco para regresar a España tenía hecho el propósito de volver a la práctica activa del toreo.
En Lisboa se encontró Juan con don Eduardo Pagés. En varias ocasiones habían tenido ocasión de tratarse.
Pagés era un partidario de Juan. Y Juan apreciaba mucho a don Eduardo.
Este propuso una fórmula económica que gustó al torero, y uno y otro sellaron el contrato de varios millones de pesetas, con un simple apretón de manos. En adelante, don Eduardo fue el único empresario de Belmonte.
Aquel año 1925, comenzó Belmonte su temporada entrenándose en su cortijo de la Capitana.
Pero seguramente el exceso de preparación le acarreó un debilidad tan grande que sus familiares se alarmaron.
El Doctor Marañón tomó carta en el asunto y aconsejo a Juan una temporada de reposo. En el estado que estaba una cogida podía ser fatal.
Pero Belmonte no hizo mucho caso y siguió toreando.
Durante la semana se pasaba el tiempo acostado, y el domingo, tan pronto terminaba la corrida, volvía a la cama.   ( Continuará... )



Les sigo mostrando fotografías de los Cursos de Aficionados Prácticos de Encina Hermosa 2011.



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