Nació el 30 de Marzo de 1746, en Fuendetodos (Zaragoza), de donde ladera arriba, entres riscos y peñascos, sin río ni vega salió un buen día Francisco de Goya y Lucientes unido a la cuadrilla de unos míseros torerillos de los de capea.
De esos que van de pueblo en pueblo, unos ratos a pie y otros andando para recoger miedo y cornadas.Así de torero, se incorpora Goya a la vida española.
Para definir a Goya basta una sola frase: era rotundo.
Rotunda su pintura: pinceladas fuertes, agresivas, viriles. Su visión, también rotunda, desde el espanto de los Caprichos, hasta las suaves transparencias de sus majas, exquisitas y felices. Rotundo su golpe de vista para recoger de un solo trazo la imagen. Incluso su propio rostro era rotundo, modelado a cincel, con entereza, de rasgos acusados.
Y hasta con una lejana semejanza, algo más que simple parecido, con Beethoven. Genio por genio los dos fueron sordos también.
Y eso que su pasión por los toros, más aún que la afición, resulto un eje en torno al cual giró, no ya su mágico pincel, sino también su propia vida.
Alternando las banderillas con los pinceles, y cambiando la muleta por la paleta, Goya va recibiendo siempre de su arte. Y a veces lo que gana frente a los toros es destinado a alentar su afición artística: sus estudios de pintor.
Es decir, es torero antes que pintor, y siempre artista.
A través de sus grabados Goya creó un nuevo arte pictórico, totalmente nuestro, que viene a engrandecer, a ampliar la escuela española, rellenando un sensible vacío.
La limpia ejecución de movimientos que se observa en su cuadro " Jinete poniendo un rejoncito a un toro ", es algo que atrae, que cautiva, por la belleza plástica y por la estudiada serenidad del caballero, precisamente en el momento culminante en que toda indecisión es fatal. ¿No parece, tal es la magnífica realización del grabado, una fotografía ?. Goya dio a ese arte español que son las corridas de toros la más alta expresión de su valor, y enriqueció a la escuela española precisamente con aquello que era genuinamente hispano y sin duda por eso nos faltaba.
¿Por qué los pintores modernos no le imitan?. Realmente, es inexplicable y lamentable que el soberbio ejemplo de Goya no haya tenido seguidores.
Porque incluso Zuloaga, que tanto se le aproximó en este sentido, sólo pintó a toreros, como retratos aislados o en grupos ; pero no recogió la dificilísima y emotiva lidia de los toros : ¿qué mejor tenia que una corrida de toros?.
La colección de aguafuertes conocidos por la Tauromaquia es la que sitúa a Goya en la presidencia ideal de cualquier festejo taurino que se celebre por los siglos. Ella es la obra que le concede el tercer entorchado en las arenas y la principal razón de que " Don Francisco el de los toros " sea como le llamó el pueblo. Bien es verdad que Goya no limitó su conexión con la fiesta al puro arte ni a recoger en ella motivos para él.
Goya se sitúa ante los toros a través de una afición competentísima, de una asistencia y de un conocimiento definitivo.
Las suertes, los lances, alquitarados dentro de una estética de profundidad y de movimiento, revelan a las claras al formidable entendido.
Goya decía que en su tiempo fue torero y con el estoque en la mano no tenia miedo a nadie.
A través de su afición, Goya, pinta y graba constantemente de toros. Con el pincel nos legó los retratos de los diestros famosos de la época : Pedro y José Romero, Costillares.
Alguno de sus cuadros o tablas de costumbres tienen motivo taurino, pero en menor escala.
Parece como si todo su genio reservase el tema grande y total de los toros por una obra coherente, con el principio y fin, como es la " Tauromaquia "
Los aguafuertes responden a tres intenciones, la historia, las anécdotas conocidas por el pintor y las suertes en abstracto. En este último género, Goya es anárquico, Goya, salvo es esa parte en que sus aguafuertes derivan el toreo de los antiguos españoles, seguidos por los árabes, con el " animoso moro Gazul ". Goya ve los toros como fiesta definitiva.
Y sobre todo, fantasía. No a la manera de volar sobre nubes sino fantasía de raíz.
Sus cuadros de Paseo en Andalucía, La Novillada, Corrida en un pueblo, Corrida de pueblo en plaza partida, Suerte de varas, La capea.
Cuando en el año 1815 don Francisco de Goya da comienzo a la serie de 40 aguafuertes que con el titulo global de " La tauromaquia " habían de señalar un cauce nuevo en el impresionismo taurino.
¡Goya torero! Goya pintor de toros.Las posteriores litografías " Los toros de Burdeos" son la otra máxima que la fiesta ha proporcionado al arte plástico.
Porque lo uno no es sino el cultivo de lo otro. El sentido dramático se mezcla, se confunde y auna con lo popular, y de ese " cocktail " de emociones, de esa bebida fuerte hecha para hombres, nace y brilla lo mejor de la pintura española, esa pintura sin " dengues ".
Goya, murió en Burdeos en la noche del 15 al 16 de Abril de 1828.
Les muestro, los aguafuertes siguientes :
Nº 10 ( Carlos V )
Nº 16 ( Martincho )
Nº 20 ( Juanito Apiñani )
Magnifica entrada Mariano, comparto todo lo expresado por usted, y creo que Goya ha sido el mejor pintor con diferencia de su época y el que mejor a plasmado en su pintura la Fiesta Nacional y los sufrimientos del Siglo IXX.
ResponderEliminarJuan :
ResponderEliminarMuchas gracias una vez más por su cordial comentario lleno de apoyo.
Siga entrenando que contamos con su presencia y el añojo está con pienso a discreción, es todo un tío. Cordiales saludos.
Mariano:
ResponderEliminarMe parecen un acierto las entradas de perfil cultural que incluyes en el blog.
Con relación al pienso del añojo, mídete no vaya a ponerse como un cinqueño y tengamos que salir corriendo.
Un abrazo
Felipe
Felipe :
ResponderEliminarEl añojo lo tienen apartado junto a los de Zaragoza con el fín que coma más y la verdad si no te lo dicen, sinceramente, no se nota diferencia. Cordiales saludos.