Hoy les traigo dos poesías del baúl de los recuerdos del Museo, espero les gusten, se llaman ROMANCE DEL TORO BRAVO y RAFAEL MOLINA.
ROMANCE DEL TORO BRAVO
¡ Qué bonito era aquel toro !
Cuerna fina, piel lustrosa,
con un morillo valiente
de estocada hasta la bola ......
¡ Qué bonito era aquel toro !
que aún cornea la memoria.
El clarín rompió el silencio
con la espada de sus notas
y .... ¡ comiéndose la arena !,
salió aquel torito negro
embistiendo hasta la sombra.
Un olor a dehesa brava
perfumó la arena toda,
y se alegró aquella tarde
como si fuera una copla.
En los tendidos del cielo,
ojos sin luz, le doctoran.
" Toro bravo " dijo el Guerra
con la sentencia en la boca ;
" Qué toro, dijo José
con la voz herida y sola "
Un peón vestido de miedo,
con más vueltas que una noria,
le echó un capote sin gracia
en una carrera loca.
Sonrisas de burladero
recibieron su persona .....
Cuatro picas barrenaron,
con cuatro muecas traidoras,
aquellas cuatro embestidas
cubiertas de cuatro broncas ....
Con el capote del aire
el toro bravo retoza,
que los capotes de tela
no saben cantar victoria,
desmayados en seis manos
que están sudando las horas.
¡ Quiébrale banderillero !
Las ovaciones te rondan
y la tarde está caliente
de entusiasmos que se ahogan.
¿ Por qué clavaste los palos
en el sitio del " que importa " ?
A matar.........
Se quedo el brindis
en una garganta rota.
Cuatro trapazos sin rumbo,
entre silbidos y bromas ;
un brazo huyendo del miedo
con la espada cazadora,
y .... aquel torito tan bravo,
que aún cornea la memoria,
dejó la tarde torera
con tres mulillas de escolta.
El redondel se quedó
en silencio y sin aromas......
Sólo soy yo el que conozco
el final de aquella historia;
Mientras iban los silbidos
buscando blancos de mofa,
mientras la tarde que muere
el oro convierte en sombra,
aquel torito tan bravo
se fue a una arena remota ;
todos los toreros muertos
le esperaban en la gloria .....
¡ La bandera de la plaza
le saludó por verónicas !
RAFAEL MOLINA
En un retrato borroso sin
fecha ya en la memoria,
como una antigua medalla
de un emperador de Roma,
con un perfil de Califa
y con esa linea estoica
equilibrada y solemne
que hay en los hijos de Córdoba,
conocí a Rafael Molina
revolviendo viejas cosas
que apiñaron mis abuelos
en el cajón de una cómoda.
Entre rosarios y lazos,
flores secas, telas rotas,
cachivaches en desuso
nimiendas incoloras,
recuerdos de Filipinas
Blancos y Negros, sin hojas
tristes guantes sin pareja
cartas de fechas remotas
que traen un mundo a los ojos
que ya ha perdido sus horas
conocí a Rafael Molina
sin presentación, a solas.
El verle hacer el paseo
valía su peso en onzas
con que arrogancia y orgullo
cruzaría la plaza toda
como el que ciñe en su frente
el peso de una corona.
Ya se....... Ya se que un día
dio más vueltas que una noria
y su despedida fue afligida de congojas
Ya se....... Ya se que no supo ver
que los años se acortan, y su
adiós al toro fue más voluble que
una copla que rueda por los caminos
sin padre que la conozca.
Ya se....... Ya se que al final fue
telón de chunga y broma.
Pero en el viejo retrato
¡ Qué fortaleza más ronca !
¡ Qué majestad y poderío se aprisiona !
Como Rafael Molina ¡ TORERO !
y lo demás sobra
Estimado Mariano,
ResponderEliminarde nuevo gracias por ese apunte al arte de la poesía y la pintura taurina en su blog.
Si los exaustivos comentarios ganaderos son inmejorables dada su enorme experiencia, esta entrada corrobora que hay sentimiento en su quehacer diario.
Un saludo,
Luis - Tercio de Pinceles