El periodo de tiempo durante el cual se desarrolla el feto en el útero de la vaca es lo que se llama preñez. Después de la concepción y fijación del óvulo fecundado en la pared de dicho órgano, el ciclo normal de celo se interrumpe durante la duración de la preñez, la cual en las vacas es de unos 282 días.
Para parir escogen un sitio resguardado del frío, apartado, intricado. Si es posible cada vaca sigue en eso su costumbre y, dentro de la dehesa, puede decirse que cada una tiene su cuartel. El mayoral que sabe las que están a punto de parir, al llegar por la mañana al cercado donde se les extiende la comida, sabe inmediatamente la que le falta; después de echarles de comer se la busca, que a veces no es nada fácil, y una vez localizada se le crotaliza el becerro.
Paren echadas o de pie, si es de la segunda forma lo hacen con precaución dejando caer el feto sobre los corvejones, haciendo así una escala antes de llegar al suelo. Primeramente sale la bolsa de las aguas, el cordón se rompe con el peso de la cría. Para parir de pie encorva el espinazo y junta las patas hacia el centro del cuerpo, al romperse la bolsa las aguas le sirve de lubrificante. El feto aparece generalmente de cara, y el parto normal es de corta duración. Muchas veces no se sabe que una vaca está abocada a parir hasta que se ve salir la bolsa de las aguas. A las primerizas se las conoce mejor la preñez.
El ganado bravo, en este aspecto de la parición, no presenta más diferencia que la de ser extremadamente rústico y no necesita ayuda para hacerlo.
Una vaca recién parida es peligrosa, sobre todo para un desconocido, su instinto le advierte a la vaca de la posibilidad de que el hombre venga a arrebatarle a su becerro. En el caso de verse en apuros siempre hay que defenderse presentándole al hijo como escudo protector.
Poco después de nacer, la cría se pone en pie, en cuyo momento, lamiéndola la vaca, la deja limpia y reluciente.
A veces las vacas paren en un arroyo, un regato, ahogándose la cría, entonces su instinto de madre la lleva a dejarse mamar de otro becerro, por tanto ese becerro tiene dos madres a la hora de alimentarse y se les nota mucho su buen aspecto frente a los otros becerros.
Hasta que punto llega el instinto maternal de las vacas, que escuchando relatos de anteriores mayorales en la ganadería de la época que abundaba el lobo, que cuando atacaba, se ponían todas las vacas formando un círculo y en el centro del mismo encerraban a todos los becerros, de esa forma se defendían del lobo con los cuernos de todas.
Normalmente los becerros nacen fuertes y vigorosos y corren por el campo a las pocas horas del nacimiento. Incluso sobreviven sin dificultades cuando el parto tiene lugar sobre la nieve, o en días de auténtico frío.
Cuando el parto es normal las secundinas las expulsa la vaca en las primeras horas del mismo. Las secundinas son las membranas que envuelven el feto. Otras veces no es normal, se presenta un problema que es la retención de las parias, si ocurre es conveniente actuar rápidamente provocando la expulsión de las mismas, pues al llevarlas colgando y arrastrando le producira infecciones que degeneran en septícemia. Si se le pone una inyección del producto adecuado le ayuda a expulsar la placenta.
El que las vacas "machean o "hembrean", tiene su influencia en las lunas, hay lunas que nacen mayoría de machos o viceversa.
Lo primero que mama el becerro de la vaca se le llama calostros, después de tomarlos el becerro se duerme y la vaca se preocupa que lo haga en el sitio menos visible.
Cuando los vaqueros buscan el becerro para poner los crotales, la vaca les despista todo lo que puede, se va en la dirección contraria a la que duerme el becerro, pero los que conocen el oficio los encuentran, a veces, cuesta los suyo. Les hacen el simulacro de imitar el berreo del becerro, las vacas jovenes creen que es el becerro y acuden prestas hasta donde lo tienen, las más viejas se lo saben y no hacen caso al berreo, improvisado, es el momento una vez localizado que se aprovecha para colocarles los crótales, pues de no hacerlo en las primeras horas de vida del becerro, para colocarselo, habría que llevar a la madre y al becerro hasta el cepo y allí ponerlo.
Les voy a decir el nombre del matador de toros que aparecía en la fotografía de Manolete y Pepe Luis Vázquez el que no acertaron, se trata de Emiliano de la Casa "Morenito de Talavera ", el padre del tambiém matador Gabriel de la Casa.
Les muestro otra foto del Museo, está dedicada a mi por su matador, ¿saben el nombre del matador?.
Ahora que se está celebrando en Albacete su Feria , les muestro hoy esta foto de los años 60, donde los tres matadores salen a hombros de la plaza de Albacete. ¿ Saben los nombres ?
Querido Mariano,
ResponderEliminarEl que está en medio es Litri padre. A los otros dos no les conozco.
Un saludo y siga deleitandonos con su sapiencia ganadera.
Luis (Tercio de Pinceles)
D. Mariano el que esta a la izquierda d la fotografía, parece Gregorio Sanchez, estoy de acuerdo que el del centro es el Litri padre, el otro tiene la cabeza baja y no le distingo bien.
ResponderEliminarFinalmente nos dará completo el Manual del Ganadero.
Saludos
D.Mariano a mi entender los tres toreros que salen a hombros en la plaza de toros de Albacete son Juan Montero, Miguel Baez "Litri" y Gregorio Sanchez
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