Bailadora nº 305 y su hijo Bailador tienen hoy un día trágico, serán separados para siempre, sólo se volverán a ver si Bailador consiguiera superar la dura prueba de ser semental de la ganadería.
Llevaban unos meses, desde que nació, disfrutando de la maternidad, entre el resto de la camada, viendo a sus crías crecer, jugueteando con el resto de los becerros, en esa paz, que proporciona la dehesa extremeña.
Pero esta mañana inesperadamente han llegado los vaqueros a caballo y los han encerrado en un cercado pequeño donde les someten a un acoso para separar las vacas de los becerros, los conducen hacía una puerta al final del cercado, que da al campo, pero sólo dejan salir a las vacas, a los becerros los vuelven otra vez para abajo, en el caso que hayan llegado a la puerta, lo normal es volverlos antes. Gracias a la habilidad del que maneja la puerta, impide el paso de los becerros que, poco a poco, se van quedando solos en el cercado.
El destete o desahijar es el acto de separar los becerros de sus madre., Es una faena que requiere llevar a cabo una operación laboriosa, pero que si se ejecuta con orden y ritmo, es de las faenas camperas más bonitas.
En Encina Hermosa, hemos recibido los escritos correspondientes donde nos dicen que todos los animales saneados, son NEGATIVOS a la TUBERCULOSIS, BRUCELOSIS Y LEUCOSIS ENZOOTICA.
Al ser así nos aseguramos por tanto la Carta Verde, de nuevo, hasta el próximo saneamiento.
Para realizar el Destete, hemos aprovechado las faenas del saneamiento, con el fin de molestar a las vacas lo menos posible, de esta manera el último día de saneamiento se procede a realizar el Destete.
Afortunadamente y después de la lluvia de estos días, la otoñada se presenta bastante bien, y la hierba comienza a dar señales de vida.
Pasarán dos o tres días los becerros después de apartarles de sus madres en un cercado con las paredes muy altas y las vacas en el contiguo, berreando de día y de noche, los becerros corriendo de un lado a otro, como locos buscando a sus madres.
Las vacas no se pueden llevar lejos de ellos, pues romperían todos los alambrados hasta llegar donde estuviera su becerro, por eso hay que dejarlos unos días así, hasta que poco a poco se van desengañando unos y otros.
En las faenas de apartarlos las vacas más viejas que se lo saben de memoria en cuanto ven la puerta corren hacía ella sin vacilar un instante y abandonan el recinto a gran velocidad; las más jóvenes se resisten y no abandonan a su becerro con facilidad, se consigue a base de carreras y engaños.
Las vacas una vez en el otro cercado andan despacio, por el hilo de las tapias, de noche y de día durante varios días, pensando que en cualquier momento va a recobrar a su becerro. El concierto de vacas y becerros bramando dura hasta que las vacas les baja la inflamación de las ubres. Es difícil dormir esas noches en las dehesas. La vaca desde que se queda sola su queja atraviesa paredes y ventanas, el berrido de la vaca es angustioso y el del becerro inacabable.
Una vez se van calmando y se les olvida, las vacas se pasan al cercado que les corresponda y entonces viene lo difícil enseñar a comer a todos los becerros,.Algún mes antes del destete se les colocan comederos a los que sólo tienen acceso los becerros y algunos van entrando a comer, son los menos, y por tanto cuando ya no pueden mamar de las madres, si no comen pienso se quedan sin alimentación.
Se les pone un pienso de arranque, que al llevar mucha leche el olor les atraiga, y se apartan los que comen en un grupo y los que no comen en otro corral.
A los que comen aparte del pienso se les puede dar paja a discreción, los que no lo hacen, se les quita unos días la paja, hasta estar seguros que todos comen, de no hacerlo así, comerían paja y no pienso.
Mariano:
ResponderEliminarQue gusto ver esas caritas con esa mirada tan despierta. Quizás podría invitar a algunos de esos que dicen que son dóciles como corderos y dejárselos a los becerros, para que estos se entretuvieran. Es una maravilla verlos en el campo.
Un saludo
D. Mariano que maravillosa es la ganadería, me pasaría horas viviendo las labores ganaderas y contemplado los animales en su hábitat, comprendo perfecta mente la pasión con que vive y disfruta de la ganadería.
ResponderEliminarSaludos.
Juanito
De los relatos que más me han gustados de los que llevamos hasta ahora..
ResponderEliminar¿Don Mariano, puede influir el estrés en las enfermedades que ha comentado antes?, las que se controlan para la carte verde.
Leyendo el relato, he recordado un documental que vi sobre un hombre que poco a poco iba domesticando a uns búfalos para criar y luego repoblar otras zonas, y llegó a saber que cuando los animales se estresaban mucho, desarrollaban enfermedades que al final hacía que los sacrificara para no contagiar al resto, y ya una vez estaban más tranquilos, conseguía que estubieran en cercados y demás, las crías salían sin ninguna enfermedad y las podía reintroducir en otros parajes, llegó a esa conclusión analizando los años de trabajo...
Debe ser enternecedor, emocionante y, por qué no decirlo, desasosegante -por los berridos, claro- separar madres de crías. Trabajo impagable y abnegado, supongo, el de su mayoral, D. Mariano.
ResponderEliminarMe han encantado el relato.
ResponderEliminarMe gustaría comentar que el destete a mí me parece una faena de campo desgarradora, he llegado a no poderla soportar, y viéndola una vez en Coquilla, de María Lourdes, llegaron a saltárseme las lágrimas de la congoja que sentí.
La condesa de Estraza