Para que la afición al toro fuera en aumento, sería inevitable que los aficionados en rodaje, visitaran las dehesas, la vida y las costumbres del toro y le conocieran en su hábitat, " la dehesa ". El toro es un animal misterioso, noble y bravo, es fiero y a veces nos parece manso, observa con la mirada fija, la mirada del toro es larga, intensa, yo la definiría como una mirada de ensueño.
El aficionado en la dehesa percibiría el pitido de los toros, en el cual se les nota que presienten algo, unas veces la lluvia, otras el calor, según la estación del año.
En el mundo cerrado de la dehesa un pitido del toro avisa del peligro, los demás animales están al acecho, esperan que algo va a pasar.
Cuando por la noche estás en Encina Hermosa y escuchas el reburdear de los toros, primero uno, al rato otro, lo escuchas y te gusta mucho que los mismos se vayan sucediendo.
Otras veces escuchas sus berreos, pueden ser de nostalgia, melancolía, miedo o simplemente de queja.
Los becerros conviene distinguir en su berreo, que el mismo lo realicen con la boca abierta que es del malo, si lo hacen con la boca cerrada, es berreo del bueno, a veces berrean de rabia, se les nota pues es contenido, hondo, demuestran al realizarlo casta y bravura.
Les estoy hablando de "berreos" y la verdad pienso que a ningún ganadero le gusta el berreo en sus animales, lo soportamos y lo admitimos en contadas ocasiones cuando nos encontramos con una vaca tan excepcional que su calidad, hace, que te olvides del berreo.
En una explotación de ganadería de lidia, tiene que conservar su particularidad actual, de forma que cada ganadero tiene que ser dueño absoluto en la misma conservando su sello, lo más propio posible, sin dejarse influir, ni por toreros, empresarios, etc. cría lo que quiere tener en el campo. El aumento de ganaderías en los últimos años ha contribuido a que se críe un toro sintético, como a demás todo se lidia, por tanto todo vale, hemos llegado a un toro monótono, al que se le practican todas las faenas iguales. Antiguamente la diversidad de encastes, hacía que en las ferias importantes estuvieran anunciados, y los toreros del momento tenían que enfrentarse a lo más fácil y a lo difícil para ellos, no para el aficionado que paga y llenas las plazas, por tanto no podían repetir las faenas a todos los toros, como por desgracia ocurre en la actualidad.
Las distintas televisiones debían de preocuparse más por mostrar el toro en el campo, es lo que más nuevos aficionados atrae a la fiesta y que después poco a poco se integrarán a la misma y con el tiempo a las corridas de toros con calidad, al menos en carteles, no en cantidad.
Al toro actual si analizamos su comportamiento en la lidia, comprobamos que la mayoría de los defectos del que le precedió han desaparecido. Pero la ligereza actual en la selección, han hecho aparecer un toro apagado, en mayor número del que fuera deseable por los aficionados.
Que distinta es la mirada del toro en el campo o en la plaza,.En la plaza clava su mirada al torero encolerizada, en el campo es de lo más pacífica.
El toro no ve demasiado bien, es miope, bizquea, a larga distancia divisa el bulto, ven más a los lados y abajo que al frente.
Cuando presenciamos una corrida por televisión, es corriente ver como algunos toros lloran durante la lidia, los aficionados que presencian la corrida en la plaza no pueden ver ese tipo de detalles.
Antiguamente era muy corriente escuchar que el pelo de los toros influía en su bravura, no es cierto, el ganadero debe buscar el toro que embista como él cree o sueña, sin tener en cuenta para nada el pelo del animal.
En el campo hay que desconfiar del toro solitario, con ese toro todo el cuidado es poco, si te encuentras con él existe un dicho " toro quieto, plantado y fijo, tened cuidado".
El toro también se arranca de estar recién pegado por sus compañeros, normalmente avisa, mueve la cara, mira amenazante, lo da a entender. Es conveniente estar en esos momentos muy pendientes de las orejas, como mueva las dos hacia atrás, en segundos lo tendremos encima de nosotros.
El toro abochornado es peligrosísimo, se arranca a todo lo que ve moverse. Por eso si se encuentran en una dehesa con un toro solitario desconfíen de él y se pongan a salvo lo antes posible. El toro abochornado es el que después de una pelea o aquejado de alguna enfermedad, se retira y queda solo. No quiere ver a nadie, y de aparecer alguien comienza a respingar y al final se arranca.
Hay toros que cogen al torero, por descuido, o una equivocación del matador, normalmente el toro avisa antes de la cogida, sobre todo el toro bravo que es el que más coge, por la confianza que manifiesta el torero,con el manso, por lo general el torero no insiste se encuentra más a la defensiva y procura matarlo con ciertas precauciones, la cogida es tan imprevista como repentina y puede ocurrir en cualquier instante.
El toro en el campo escarba con mucha frecuencia, lo más común es hacerlo para echarse tierra en el lomo, evitando así las picaduras de las moscas, también se defiende de ellas azotándose los flancos con la cola y sacudiendo la cabeza, se refugia entre los matorrales para evitarlas.
Les muestro rincones del Museo de Encina Hermosa, estos dos cuadros de José Puente.
Estimado Mariano,
ResponderEliminarEsquisito el rincón del Museo de Encina Hermosa. Se adivinan preciosos y ágiles apuntes taurinos junto a obras de artistas consagrados, como el gran José Puente. ¡Qué envidia sana!.
Un saludo afectuoso,
Luis (Tercio de Pinceles)
SIN PALABRAS!!!
ResponderEliminarme parecen interesantísimas las explicaciones sobre el "lenguaje" y sonidos de los toros. Me encantaría que nos siguiera contando cosas sobre el tema!
ResponderEliminarLucía
Bonita definición del Toro en su hábitat
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