domingo, 4 de enero de 2015

MARÍA ANTONIA FONSECA ( CAPÍTULO I )



Pedraza, lugar reservado para ganaderías bravas, en la actualidad la gran cantera de Pedraza se ha apoderado de estos territorios.
Sobre la pared ruinosa del caserío en ruinas, salvaguardado por una alfombra de zarzas, un azulejo añil.
En la época en que fue colgado, la familia Fonseca disfrutaba de una situación próspera y, sin formar parte de los grandes ganaderos charros :
- Antonio Pérez, Gracialiano, Paco Coquilla, Atanasio, Galache y Cobaleda, con estas dos últimas estaba vinculada, también criaba toros bravos. Pudieron rescatar del paso del tiempo, que sólo respetó las paredes exteriores del caserío, una chimenea monumental rematada con una " m " redonda.
Sentados delante de la misma, tres generaciones de ganaderos : Luis Fonseca, su hermana María Antonia, y después Domingo, hijo del encargado, amadrinado por ella y que, por falta de hijos propios, acabó adoptando.
Luis Fonseca compró en 1931 un hato de Carreros con el que se presentó en Madrid en 1934. A su muerte, cuatro años más tarde, su hermana María Antonia Fonseca Herrero hereda la ganadería, elimina lo de procedencia Carreros y lo reemplaza por doscientas vacas y dos sementales de Agustínez, de origen Villagodio, es decir " COQUILLA ".
Pronto redujo su ganadería a unas setenta vacas y, en 1942, añadió el semental " Vistahermosa " de " COQUILLA "; iniciando su andadura en Vitoria el 4 de agosto de 1947 y en Madrid el 19 de marzo de 1950. Pero su ahijado Domingo la convence de que hay que buscar algo mejor, le da plenos poderes para ir a casa de Juan Pedro Domecq y Díez para comprar vacas y sementales procedentes del Conde de la Corte y Pedrajas. O sea : Parladé arcaico a traves de Mora Figueroa y Gamero Cívico con algo de Tamarón. En aquel momento, Juan Pedro Domecq y Díez no había completado la fusión con la sangre Núñez obtenida en casa de su hermano Álvaro.
Se cuenta que en 1946, en la escuela taurina de Porrita cercana a las Ventas, en una placita que después fue reemplazada por una hilera de edificios, donde acudía un joven chaval de nombre Julio Aparicio. Su padre tenía una peluquería de señoras en la calle Alcalá, 96, donde acudía Lupe Sino, que invitó al muchacho a un tentadero en casa de Fonseca, donde acudía su novio Manuel Rodríguez " Manolete ".
Después el maestro Julio Aparicio aclararía, que a Pedraza le llevo un banderillero amigo de su padre, que Lupe Sino le recomendó en casa de Atanasio Fernández y Manolete ni siquiera le dijo hola. Vivía en su mundo. Pero el que se fijó en Aparicio fue Camará apoderado de Manolete. Un año más tarde Manolete caía muerto por " Islero ", de Miura, en Linares y Camará apoderó a Julio Aparicio.
Comentaba Julio que en aquellos años la finca Pedraza era bonita. María Antonia una mujer encantadora y su ahijado Domingo una persona formidable. Sobre los toros de la ganadería y con memoria precisa aclaraba que en aquel momento tenían " COQUILLAS ". En Pedraza pasé varios inviernos. Me acogían como uno más de la familia, Luego todos murieron, María, su marido, y al final Domingo, muy campero, muy buena gente.
Me regalaron unos zahones extraordinarios, mi hijo Julito los usa todavía. Están como nuevos. Con toda la amistad que tuve con esta familia, nunca les maté una corrida.
Lo de " COQUILLA " que tenían no debía de gustarle mucho a Camará, y él lo hacía todo. Yo no opinaba. Toreaba. Y después lo de Domecq que compraron no lo alcace a ver. Ya coincidió con mi retirada.
Cuando murió María Antonia empezaron a vender todo, cachito tras cachito. Los toros primero y después la finca. Esto desapareció. Se arruinaron. Fue una pena.
El abuelo " Gorrilla ", de nombre Domingo Fonseca, era un charro imponente, propietario de varias fincas, Pedraza, era una de ellas y estaba muy arbolada.
Tres testigos lo rememoran : Felicísimo con 84 años en la actualidad fue contratado en el invierno de 1934 para recoger bellotas. " Tista " Ledesma entró a los diez años como obrero y Javier Galán vieron mutar Pedraza desde el esplendor hasta la decadencia.
Javier Galán era sobrino de Serafín Serrano, que se había casado con María Antonia Fonseca, siendo ambos mayores. Murió Serafín prematuramente.
Serafín el marido de María Antonia, canalizó la finca y reemplazó los cereales por el mimbre, que era muy rentable. Hicieron una corta de robles a orillas del rio obteniendo buenos ingresos.
Los destinaron para pagar los intereses de un préstamo importante que consiguieron para construir varios edificios en Pedraza inmensos, incluida una nave para albergar 2000 ovejas.
Pero las tasas de los bancos empezaron a poner la economía de la finca en peligro. Serafín el marido de María era périto agrícola y conocía perfectamente la finca, pero murió joven en 1959.
Domingo, el hijo adoptado por María era un hombre de campo, no un financiero. Los intereses de aquella deuda comenzaron a roer a Pedraza que entonces fue tasada en 80 millones de pesetas, tenía 700 hectáreas. La tala de madera, el mimbre y las cosechas apenas bastaban para pagar los intereses.
El préstamo principal era de 40 millones de pesetas, ninguna de las fuentes de Pedraza lo cubría, se pagaban los intereses pero no se amortizaba nada del principal en ningun vencimiento. Sólo un milagro podría haber frenado este mecanismo por haber calculado mal las consecuencias de su audacia.
Pedraza en los años cincuenta, era un palacio semejante al de las películas. Se accedía a él por un camino de plataneros que desembocaba a un patio lleno de pavos reales, mientras en la explanada situada en la parte posterior de un torreón edificado en el siglo XV por Garci- López de Chaves y relacionado con el señorio de Villavieja. La vega del río Yeltes era una maravilla, pero unos años después todo fue liquidado.
Los árboles se cortaron, los álamos, los alcornoques......., los intereses y la deuda lo imponían.
Al atardecer, la tapia de la finca del lado de Sancti Spíritus estaba negra de tantas perdices.
Tenían también caballos de carreras. En Pedraza todo era espectacular. Ir a Pedraza era como entrar en otro mundo. Fue la primera ganadera que introdujo en Salamanca sangre Domecq. La criticaron por eso. Los toros eran un lujo que mantenía por placer. Cuando la situación se volvió insostenible, María Antonia acepto su suerte con resignación y una dignidad admirable. Los toros, apenas tres años después de haber comenzado a lidiar, fueron lo primero en venderse para pagar un plazo de intereses exorbitantes.
Le siguieron los caballos de carrera, las ovejas y las otras fincas de su padre el abuelo " Gorrilla "...... la de la raya de Portugal, la del Espino, un cuarto del Villar y por último Pedraza, el 8 de mayo de 1975, Pedraza fue vendida, María Antonia murió dos años después, exiliada lejos de su querido campo en un apartamente  el el número 10 de la Gran Vía, de Salamanca.
El debut de María Antonia Fonseca Herrero con sus domecq comienza el 10 de marzo de 1968, en Barcelona, seis novillos, actuando Juan José, el torero de la Fuente de San Esteban. Balañá le firma después de la novillada 50 festejos en sus plazas.
( Continuará )





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