sábado, 31 de julio de 2010

LAS QUERENCIAS.... EN EL TORO DE LIDIA


Todos los animales especialmente los hervíboros de explotación, en rebaño sienten este complejo emocional destacándose vigorosamente el anhelo de revertirse a la tierra de donde fue arrancada su vida y que en español llamamos "querencia".
La tendencia del hombre corresponde muy bien a la querencia de los animales. Ningún animal muestra señales tan características de la querencia como el toro de lidia.
Las querencias en los toros son más ostensibles que en los demás animales, por el regalo con que se les cría y por la vigilancia con que se les atiende.
Cualquiera de las muchas acciones consiguientes a la cría y cuidado de los toros puede resabiarles. y en este caso, el animal tiene que mostrarse de suyo querencioso, y así, para andar entre él como para lidiarle, el conocimiento de las querencias es la mayor garantía de seguridad que pueden proporcionarse a ganaderos, toreros y los que conviven diariamente con él les resulta muy útil conocer las querencias de los toros, para aprovecharse de ellas de la forma más oportuna.
La querencia es un sentimiento, mejor un complejo sentimental, que se apodera del toro e impone deseos imperativos en su conducta, es fuerza creadora, impulso, torrente vital.
Los animales registrán, mediante los sentidos, las imágenes de los objetos circundantes, y  este registro puede efectuarse con rapidez sosprendente; con un solo paseo a caballo graba en su memoria el recuerdo del camino recorrido. El toro es un animal torpe en su aspecto intelectual; tampoco su memoria resulta muy sobresaliente; únicamente la larga convivencia en un corto espacio de terreno donde ha nacido le permite fijar sus impresiones en la memoria, principalmente por la sensación olfativa y visual.
Los toros ventean más que ven, los paisajes conocidos, los olores de sus pastos quedan impresos en su memoria.
Parado y tranquilo el toro en la dehesa, adquiere conciencia de las sensaciones que le rodean y constituye un valor práctico para el presente y una guía para fijo para el futuro y cuando por necesidad queremos forzar estos hábitos, el animal opone resistencia, se defiende en lucha tenaz, como defiende su vida.
Las querencias del toro pueden ser naturales y espontáneas o caprichosas.
La querencia natural la forman, donde comen la hierba, donde comen el pienso, donde duermen, donde estan sus compañeros y huyen de los sitios donde no estan acostumbrados o donde se les ha castigado. Las querencias naturales son conocidas, los vaqueros se defienden por este conocimiento, en la crianza del toro de lidia, se trata de conseguir un animal fuerte, de masas musculares enérgicas y de fuertes reacciones, es decir, instintos de defensa muy despiertos. Llevan un vida de reposo, de tranquilidad para el sistema nervioso: todo lo que se interponga entre el toro y su querencia constituye amenaza y castigo, molestia a su nerviosismo, y a ello responde acometiendo con tanta más energia cuanto mayor sea su bravura o el acoso de la excitación.
Las querencias espontáneas o caprichosas, son aquellas que desarrollan por ejemplo en la plaza de toros, en las barreras, puertas de caballos, burladeros, trajes de los toreros y hasta a veces cuando algún espectador de los tendidos, vocea o amenaza al propio toro o al torero que lo lidia.
Cuando el toro sale a la plaza ha sufrido un viaje encajonado y varias horas enchiquerado en un chiquero. El toro, animal sociable, con este aislamiento ha perdido el gobierno del sistema nervioso; su escasa inteligencia, sus facultades mentales se encuentran perturbadas. El toro tiene mucho oído y mucho olfato y un nerviosismo afectivo; al verse solo, impulsivo, emotivo, siente miedo, encerrado sin luz, su imaginación se deforma, se amplia o se desvía.
El toro se revuelve contra el torero porque lo excita, acucia sus oídos con voces y llamadas, le deslumbra con colores chillones, y embiste para destruir el obstáculo, para libertarse de todo eso.
El toro querencioso, cuando se pega a un burladero, imagina una mejor defensa, y con ello se le despierta un sentimiento, de deseo de tendencia, de no alejarse; los toros querenciosos han de ser toreados de un modo especial, porque la defensa se hace también de un modo distinto.
El toro arrancado de su ambiente de la dehesa, todo tranquilidad, placer, serenidad, al llegar a la plaza demuestra querencias casuales, colores, música y gritos, influyen directamente sobre sus sentimientos.
Por eso es importantísimo que los toreros conozcan hasta la saciedad las querencias de los toros, por el papel tan importante que juegan en la lidia, de lo contrario, a veces, las cogidas son consecuencia del desconocimiuento de las querencias o ignorancia de las mismas y cuando el torero las conoce a la perfección realiza a cada toro la faena que le corresponde obteniendo el triunfo correspondiente con su satisfación personal y la de los espectadores que la premian pidiendo las orejas al presidente.



Estando tan candente la prohibición de los Toros en Cataluña, les traigo una foto del Museo, que sobre 1.958, me mandó D. José Luis Osborne de su toro nº 164 "COQUINERO", que estuvo expuesto en el Zoológico de Barcelona varios años. Yo recuerdo que en un Ruedo de esos años publicaron las fotografías de Coquinero en un reportaje en el mismo.




 
Ya han acertado el torero de Albacete que figuraba en las fotografías de las dos últimas publicaciones, se trataba de Pedro Martínez "PEDRES", precisamente lo acertó una seguidora del blog, y que dirige "Mi Mundo por Montera". Por tanto hoy les muestro dos fotografías de dos niños prácticamente, que torearon en Encina Hermosa y que después el tiempo los ha transformado en Matadores de Toros, como pista, le puedo adelantar que el primero está en activo y el segundo retirado, espero que lo acierten rapidamente.


 

lunes, 26 de julio de 2010

RECORDANDO A DON PACO COQUILLA, INOLVIDABLE GANADERO



No podía imaginar Don Paco Coquilla, cuando en 1.916 pone en marcha la ganadería, que desarrolló durante 19 años. Tuvo que desprenderse de la misma por motivos económicos en 1.935 enajenándola en cinco lotes que todos conocemos, que noventa y cuatro años después, y a pesar de que todo está en contra, queden ganaderos que defienden su encaste, más, que él mismo en su época gloriosa, tuvo la suerte que en los años que la conservó en activo estar en la primera línea de ganaderos de ese momento y sus toros se los torearan todas las figuras, como lo prueba el cartel que en estos momentos estoy ojeando y que hoy les muestro, pues pienso les puede gustar.

El primer espada Victoriano Roger, Valencia II, les hablé de él en Los Escastes Olvidados, editado en el blog en fecha 30 de Mayo de 2.010, para no repetirlo, el que quiera puede verlo en ese día.

Del segundo espada Cayetano Ordoñez y Aguilera, " Niño de la Palma ", nació en Ronda, en 1.904, y sus familiares no conocían  ningún antecedente taurino, aunque bien pronto lo tuvieron en exceso, pues los cinco hijos fueron toreros: matador Cayetano, novilleros Antonio, Alfonso y Rafael y banderillero Manuel.
Su padre tenía un establecimiento titulado " La Palma " y el apodo vino de esta razón. Cayetano bien pronto se aficionó al toreo, presentándose en 1.922 en Algeciras. Se presenta el 5 de Abril de 1.923 en Sevilla y el éxito no pudo ser más lisonjero, pues cortó orejas y rabo en la Maestranza. Gregorio Corrochano esculpe su célebre frase "Es de Ronda y se llama Cayetano". Toma la alternativa en Sevilla de manos de Juan Belmonte, el 11 de Junio de 1.925, con la presencia de José Algabeño y toros de Don Félix Suárez. Belmonte reaparecía ese día y la corrida fue memorable.
El Niño de la Palma lo poseía todo: arte, conocimiento de los toros, elegancia, alegría honda y viveza austera y sobre todo, seguridad. Las temporadas de 1.925 y 26 son triunfales para Cayetano. Pero sin embargo se advierte en él una apatía, que intriga e intranquiliza a la afición. En 1.927, aquella soberbia personalidad artística comienza a desinflarse y con ello su posibilidad de ser el dueño y señor del estamento de la torería. Cada vez se halla más decaído, con menos afición y se retira en 1.928, con gran sorpresa de los aficionados, que todavía esperaban de él las mejores cosas.
Regresa en 1.929 y torea desanimado, y en 1.930 aún torea menos y su decadencia es inequívoca. En 1.931 y 32 va descendiendo peldaño a peldaño del alto lugar que hubiera podido ocupar. En 1.932 corta una oreja en Madrid, en una tarde triunfal y en 1.933 y 34 obtiene todavía éxitos señalados que dan las últimas muestras de aquel arte opulento suyo.
Fue un experto director de lidia, uno de los pocos de aquellos momentos. Luego, como ejecutador de todas las suertes, fue depurado y sólido. Con la capa tenía una elegancia congénita y una naturalidad jugosa e inagotable. Con la muleta era inteligente y artista, templaba extraordinariamente y conocía el estilo de las reses. Su toreo tenía peso casi sensual y estaba anudado con una pincelada recóndita y viva. Como banderillero era fácil, elegante y perfecto, así preparando la suerte como clavando los palos. La espada fue su flaco, a pesar de los cual dió excelentes estocadas, y fue de los toreros que con más frecuencia ha intentado la suerte de recibir. Tal fue el volumen artístico de Cayetano Ordoñez, que se sintió de pronto sin afición, que se amilanó a la primera cornada y se retiró de la lucha, toreando últimamente sólo para salir del paso. Los verdaderos degustadores del toreo como un arte, recuerdan apenados a este magnífico espada que no supo ser el mejor.

El tercer espada Francisco Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana", al dar su verónica, fue un puro intuitivo. La primera vez que se puso delante de un toro ya la supo ejecutar. La daba con el capote dormido, lentísima, sostenido sobre un compás de piernas no natural, sin exceso, hincados los pies en la arena, el cuerpo erguido y las manos bajas. Fue tan lenta que se la llamó la verónica de un minuto de silencio. Como ejecución plástica, posiblemente ha sido la suerte en que se ha apurado más profundamente la belleza estética del toreo. Del inolvidable Gitanillo dijo el crítico Corrochano que se le paraba el corazón en cada verónica.
Gitanillo de Triana, usó también el remoquete familiar de "Curro Puya". Nació en Triana en 1.903, su compañero de juegos fue Cagancho y con él corrió las primeras aventuras taurinas en la adolescencia. Toreó bastante de novillero hasta recibir la alternativa en Sevilla el 28 de Agosto de 1.927, de manos de Rafael el Gallo. El mismo torero se la confirma en Madrid el 6 de Octubre del mismo año con toros de Julián Fernández. De testigo Juan Belmonte. Con el toro de la alternativa estuvo magnífico y con el capote tuvo un toro de los que hacen época. En 1.928 toreó 69 corridas triunfales. La calidad artística de esta temporada fue extraordinaria. En 1.929 descendió mucho su categoría, y toreó sólo 24 corridas para desmoronarse más en 1.930, si bien las tardes que triunfó fueron apoteósicas. En 1.931 el 31 de Mayo torea en Madrid con toros de Graciliano Pérez Tabernero, con Chicuelo y Marcial Lalanda.
Su primer toro " Fandanguero ", en un ayudado por alto le cogió asestándole tres desgarradoras cornadas, una en cada muslo y otra a la altura de la cadera.
El desgraciado Gitanillo estuvo agonizante aquellos dos meses de calor espeso, de 64 kilos que pesaba al ser cogido, llegó a pesar 32 al morir. En su espantoso delirio gritaba de una manera infrahumana, de modo que se oía a través de las paredes de la clínica, en plena calle. Murió el 14 de Agosto.
Gitanillo de Triana, además de ser el más maravilloso torero por verónicas de su época, logró torear con la muleta, cuando el toro se prestaba, con elegante estilo. Pero necesitó siempre su toro para poder torear cómodamente con aquel arte suyo transparente y triste, y fue porque carecía de recursos y de fortaleza física. Con la espada fue poco efectivo y, como la mayoría de estilistas de la época, no banderilleó jamás.






Les sigo mostrando cosas del Museo de Encina Hermosa. La foto del torero, es del mismo torero de Albacete, que no han acertado todavía, lo mismo en ésta, lo ven más claro.
En cuanto al torero toreando en la plaza de tientas de Encina Hermosa, no es Miguel Abellán, se trata del matador de toros en la actualidad Matías Tejela, entonces empezaba en la Escuela de Tauromaquia de Madrid.





miércoles, 21 de julio de 2010

LA MORFOLOGIA DEL TORO DE LIDIA




Cuando el toro presenta un mechón de pelo sobre el testuz se le llama "meleno", si por el contrario presenta el pelo del testuz rizado se le llama "carifosco".
Un toro podemos denominarlo bello, cuando su cara es corta y ancha, y diremos que es un toro con defecto si su cara y su hocico son alargados entonces se les llama "cariavacado ".
En las orejas del toro, los ganaderos tenemos cada uno su señal de oreja registrada al igual que el hierro y la divisa. En Encina Hermosa utilizamos horca en ambas orejas y divisa amarilla y verde, como la de Paco Coquilla.
Las señales más corrientes son: rabisaco en ambas orejas, horca en ambas orejas, hendido en la derecha y despuntada la izquierda, hoja de higuera en la derecha y descuerte en la izquierda, muesca en la derecha y descuerte en la izquierda, hendida en ambas, etc.
Los ojos de los toros tienen que estar limpios y diáfanos bien alojados en sus cuencas, los párpados defienden al globo ocular de la invasión de cuerpos extraños. Cuando no están bien alojados en sus cuencas y los tienen sobresalientes se les llama toro de ojos "saltones" si los tienen muy dentro de las cuencas se les dice ojos de "cochino ". A veces en el pastoreo el toro sufre lesiones en los ojos, con el pasto, entonces vulgarmente se  dice tiene un "pajazo " en el ojo.

El toro tendrá de cuatro a seis años para ser lidiado en corridas de toros, cuatro y cinco es lo normal, y que tendrá como mínimo 6 dientes en completo desarrollo, sin embargo algunos utreros (tres años) tienen los 6 dientes. La tabla dentaria completa son 8 dientes, hoy día desde que están en vigor los certificados de nacimientos que expiden las distintas Asociaciones de Ganaderos, se demuestra perfectamente la edad de los toros sin necesidad de tener en cuenta la tabla dentaria, así mismo el día del herradero se les pone el guarismo, año del herradero correspondiente otro comprobante más de la edad del toro cuando se lidia, pues aparte del guarismo que luce en su piel le acompaña el correspondiente certificado de nacimiento, que visan los Veterinarios encargados del Festejo.

El cuello que sirve para unir la cabeza al tronco, tiene mucha influencia sobre la marcha el equilibrio y la dinámica del animal.
En el cuello podemos distinguir varias regiones: en la parte superior esta la cerviz, de la cual, la parte anterior más desarrollada, espesa y robusta se le llama "morrillo". En la parte inferior el gaznate o tragadero que presenta un pliegue en la piel llamado "papada".
La papada en determinadas ganaderías se presentan desarrolladas y se les llama "badanudos " y los que la tienen muy reducida se les dice "degollados".
La cerviz será fuerte, robusta, musculada. arqueada constituyendo el "morrillo" , característica de belleza de primer orden en el toro de lidia. Los coquillas desarrollan mucho sus morrillos desde erales se les aprecia enseguida.
La nuca está situada detrás de la testuz y delante del cuello, debe ser corta, ancha y no estrecha.
La cola del toro, formada por las vértebras coxígeas, su parte superior se llama "penca", su terminación presenta un mechón de pelos que es la cola propiamente dicha. La cola si se presenta en trompa es de gran belleza pues el toro en sus embestidas suele así mostrarla. Los toros de cola corta se les llama "colines" y los de cola larga "rabilargos", si carecen de ella "rabones", el no tener cola, algunos toros, obedece a los ataques que tienen cuando son pequeños y están con sus madres, que los dejan al sol dormidos, las zorras los acechan y tratan de cogerlos, al huir el ternero se quedan en la boca con el rabo del mismo las zorras.
La parte más alta de la grupa se llama "palomilla" y sus dos planos laterales "llanos", lugar en el que suelen marcarse a fuego el hierro de cada ganadería en los herraderos al toro de lidia. La grupa suela ser cuadrada, corta y recta, para favorecer la impulsión en las carreras, si la grupa termina en forma acumunada (en punta), se dice que el toro tiene "culo de pollo".
La cruz, rubios o agujas está formada por huesos de la columna cervical y músculos que constituyen el punto de unión del cuello con la línea dorsal y es el sitio que ha de clavarse el estoque en la suerte de matar al toro.
Como conclusión les diré que el toro mejor conformado puede ser mediocre en su lidia si le falta lo principal la "casta", mientras que nos podemos encontrar con toros con defectuosa conformación y que en su lidia desarrollen un excelente juego, por tanto no se puede juzgar a priori por las hechuras a un toro, sin haberlos visto en acción en su lidia.
En el toro la energía va ligada a su aptitud para la lidia y una cosa sin la otra queda desdibujada.




Les sigo mostrando cosas del Museo Taurino de Encina Hermosa, hoy les enseño el Diploma que en su día me entregó D. José María Alvárez del Manzano, así como una foto de un tentadero de hace años, si saben el nombre del torero pueden indicarlo.





viernes, 16 de julio de 2010

MAS... SOBRE LOS TOROS EN LA DEHESA



Desde muy antiguo en el temperamento animal se le atribuye una marcada influencia a la presencia o ausencia de testículos, recientemente se han realizado comprobaciones que demuestran que las grándulas semínales aparte de la función reproductora son órganos que segregan hormonas, las más importantes se llaman andrógenas, segregadas en los testículos de los machos.
Las hormonas testículares mantienen los caracteres de masculinidad tan destacados en el toro de lidia y así mismo tienen influencia en la actividad afectiva. El toro de lidia tiene que ser animal entero, si se castrará produciría modificaciones que le harían más manejable, calmoso, pacífico carente de agresividad, huidizo y resignado.
La castración facilita el engordamiento del animal por engrasamiento sin formar músculo.
La actividad testicular del toro bravo, esta confirmada si se comprueba la vitalidad del esperma recogido de un toro tras una dura lidia.
Desde muy antiguo siempre se admitía que las excitaciones olfativas juegan un papel en la vida sexual de los toros y que influye favorablemente en todo el complejo sintomático del celo. Por otro lado la aparición del celo en épocas de gran luminosidad en animales en libertad, como es el caso del toro bravo, ejercen sobre la hipófisis, que es una válvula endocrina llamada silla turca.
En el toro de lidia se producen manifestaciones viscerales y algunas motrices como la emoción, como los temblores, carne de gallina, defecación, se pueden interpretar por una descarga de adrenalina en la sangre, atribuidas a una excitación extraña; de ahí que siempre se ha dicho que el toro en algún momento de la lidía tenga miedo.
La lidia es una maniobra encaminada a conseguir un rápido agotamiento del toro, por tanto es una durísima prueba de resistencia a la fatiga, puyas, banderillas, que el toro soporta desplegando un derroche de fuerza, de energía nerviosa, vemos, que al final agotado el músculo y activo el derrote, al fin y al cabo no deja de ser un signo de bravura.
El toro de lidia es el único animal que rinde una actividad ingénita, sin previo adistramiento. Su impulsividad durante la lidia constituye una reación espontánea y natural.
La falta de entrenamiento dramatizan las faenas de la lidia, un toro adiestrado, daría una lidia más vistosa, pero ausente de peligro, el espectáculo perdería toda su emoción.
Las peleas del toro en la dehesa con sus compañeros les sirve como factor educativo para tirar derrotes, se ejercita y adquiere destreza, de becerro topa, de novillo cornea con fijeza en movimientos rápidos, y de toro donde a peleado con sus compañeros tantas veces tiene adquirida una gran destreza y fuerza en la técnica defensiva.
El toro se nos presenta como un tipo atlético, respiratorio, viritilizado y en el que el sistema nervioso juega un papel preponderante modelando una arquitectura corporal adecuada al grado de excitación nerviosa indispensable para la acometida.
El toro en el campo embiste si está crecido, si sabe que es superior a su enemigo y que pueda alcanzarle con su arrancada o incluso, si se le acorrala impidiendo su huida. Igualmente se arranca si de repente alguna cosa le extraña o le sorprende. Sus intenciones son las de coger y herir siendo una acción totalmente intencionada.
También embiste cuando le obligan algo que a él no le gusta; es una forma de manifestar su discontento.
Si se le enfada más de la cuenta embiste para demostrar su poderío y dejar bien claro que con él no se juega.

El empleo de los perros en una ganadería de bravo tiene como todo su explicación, el perro tiene los colmillos de tal forma que una vez que muerden a su presa no la sueltan.
Cuando a los vaqueros y mayoral de una ganadería tiene problemas en la misma los utilizan siempre en caso de extrema necesidad, no por capricho, si quieren coger una res y se les resiste mandan a los perros que la persiguen velozmente y le muerden en el hocico, las orejas, papada, etc.. Aunque al principio la res se defiende como puede de los perros, llega un momento en que es reducida y dominada por ellos. Es el momento en que aparecen los vaqueros y pie a tierra, la atrapan o derriban.
También los perros desarrollan otras funciones de interés. Si dos toros se están peleando acuden a separarlos cuando así se lo mandan. A veces se  arranca un animal hacia algún miembro de la ganadería y gracias a los perros que están siempre pendiente de todo, le hacen el quite, evitando así una cogida.
A la hora de distribuir el pienso la persona que lo hace, le indica a los perros que no entre ningún toro a comer hasta que no termine de echarles, ellos se colocan delante de los comederos y hasta que no terminan allí no entra nadie a comer.
Si un toro se obstina en no querer entrar en un cercado, corral, no hay forma de embarcarlo los perros a la menor indicación rápidamente le hacen cambiar de idea.
Parece mentira que dos o tres perros sean capaces de reducir a un toro bravo acobardándole y consiguiendo a partir del enfrentamiento que coja las puertas o lo que haga falta.
Para que los perros sean totalmente efectivos tienen que ser muy obedientes, estarse quietos donde así se les indique, de lo contrario no sirven para nada pues se mezclan en momentos que no hacen falta y dificultan todavía más las faenas de campo.
Los perros también reciben cornadas de los toros, fuertes golpes, a veces los tienen que coser pues algún toro los abre en canal, pero no por eso cogen ni un ápice de miedo, en cuanto pueden vuelven a la brecha.




Les muestro unas fotografías del Museo de Encina Hermosa, cuatro son de un torero de Albacete, si saben el nombre lo pueden indicar.


viernes, 9 de julio de 2010

LA VIDA DEL TORO EN LA DEHESA


Para que la afición al toro fuera en aumento, sería inevitable que los aficionados en rodaje, visitaran las dehesas, la vida y las costumbres del toro y le conocieran en su hábitat, " la dehesa ". El toro es un animal misterioso, noble y bravo, es fiero y a veces nos parece manso, observa con la mirada fija, la mirada del toro es larga, intensa, yo la definiría como una mirada de ensueño.
El aficionado en la dehesa percibiría el pitido de los toros, en el cual se les nota que presienten algo, unas veces la lluvia, otras el calor, según la estación del año.
En el mundo cerrado de la dehesa un pitido del toro avisa del peligro, los demás animales están al acecho, esperan que algo va a pasar.
Cuando por la noche estás en Encina Hermosa y escuchas el reburdear de los toros, primero uno, al rato otro, lo escuchas y te gusta mucho que los mismos se vayan sucediendo.
Otras veces escuchas sus berreos, pueden ser de nostalgia, melancolía, miedo o simplemente de queja.
Los becerros conviene distinguir en su berreo, que el mismo lo realicen con la boca abierta que es del malo, si lo hacen con la boca cerrada, es berreo del bueno, a veces berrean de rabia, se les nota pues es contenido, hondo, demuestran al realizarlo casta y bravura.
Les estoy hablando de "berreos" y la verdad pienso que a ningún ganadero le gusta el berreo en sus animales, lo soportamos y lo admitimos en contadas ocasiones cuando nos encontramos con una vaca tan excepcional que su calidad, hace, que te olvides del berreo.

En una explotación de ganadería de lidia, tiene que conservar su particularidad actual, de forma que cada ganadero tiene que ser dueño absoluto en la misma conservando su sello, lo más propio posible, sin dejarse influir, ni por toreros, empresarios, etc. cría lo que quiere tener en el campo. El aumento de ganaderías en los últimos años ha contribuido a que se críe un toro sintético, como a demás todo se lidia, por tanto todo vale, hemos llegado a un toro monótono, al que se le practican todas las faenas iguales. Antiguamente la diversidad de encastes, hacía que en las ferias importantes estuvieran anunciados, y los toreros del momento tenían que enfrentarse a lo más fácil y a lo difícil para ellos, no para el aficionado que paga y llenas las plazas, por tanto no podían repetir las faenas a todos los toros, como por desgracia ocurre en la actualidad.

Las distintas televisiones debían de preocuparse más por mostrar el toro en el campo, es lo que más nuevos aficionados atrae a la fiesta y que después poco a poco se integrarán a la misma y con el tiempo a las corridas de toros con calidad, al menos en carteles, no en cantidad.
Al toro actual si analizamos su comportamiento en la lidia, comprobamos que la mayoría de los defectos del que le precedió han desaparecido. Pero la ligereza actual en la selección, han hecho aparecer un toro apagado, en mayor número del que fuera deseable por los aficionados.

Que distinta es la mirada del toro en el campo o en la plaza,.En la plaza clava su mirada al torero encolerizada, en el campo es de lo más pacífica.
El toro no ve demasiado bien, es miope, bizquea, a larga distancia divisa el bulto, ven más a los lados y abajo que al frente.
Cuando presenciamos una corrida por televisión, es corriente ver como algunos toros lloran durante la lidia, los aficionados que presencian la corrida en la plaza no pueden ver ese tipo de detalles.

Antiguamente era muy corriente escuchar que el pelo de los toros influía en su bravura, no es cierto, el ganadero debe buscar el toro que embista como él cree o sueña, sin tener en cuenta para nada el pelo del animal.
En el campo hay que desconfiar del toro solitario, con ese toro todo el cuidado es poco, si te encuentras con él existe un dicho " toro quieto, plantado y fijo, tened cuidado".
El toro también se arranca de estar recién pegado por sus compañeros, normalmente avisa, mueve la cara, mira amenazante, lo da a entender. Es conveniente estar en esos momentos muy pendientes de las orejas, como mueva las dos hacia atrás, en segundos lo tendremos encima de nosotros.
El toro abochornado es peligrosísimo, se arranca a todo lo que ve moverse. Por eso si se encuentran en una dehesa con un toro solitario desconfíen de él y se pongan a salvo lo antes posible. El toro abochornado es el que después de una pelea o aquejado de alguna enfermedad, se retira y queda solo. No quiere ver a nadie, y de aparecer alguien comienza a respingar y al final se arranca.
Hay toros que cogen al torero, por descuido, o una equivocación del matador, normalmente el toro avisa antes de la cogida, sobre todo el toro bravo que es el que más coge, por la confianza que manifiesta el torero,con el manso, por lo general el torero no insiste se encuentra más a la defensiva y procura matarlo con ciertas precauciones, la cogida es tan imprevista como repentina y puede ocurrir en cualquier instante.
El toro en el campo escarba con mucha frecuencia, lo más común es hacerlo para echarse tierra en el lomo, evitando así las picaduras de las moscas, también se defiende de ellas azotándose los flancos con la cola y sacudiendo la cabeza, se refugia entre los matorrales para evitarlas.


                                                                                                                                                                         
                                                                                                                                                                         Les muestro rincones del Museo de Encina Hermosa, estos dos cuadros de José Puente.

lunes, 5 de julio de 2010

LOS LOTES Y LOS CERCADOS EN LA GANADERIA



En una ganadería existen diferentes tipos de animales: vacas de vientre, añojos, erales, utreros, toros, sementales, etc., que deben ser manejados de forma distinta. En el ganado de lidia se designa a los animales de diferentes maneras según la edad que posean. Reciben el nombre de becerros los animales menores de un año, destetados o no; Añojos, los que tienen un año; Erales los de dos; Utreros de tres; a los cuatreños les llamamos toros.

Las dehesas que albergan ganado de lidia están cercadas de piedra o con alambre y subdivididas en cerrados o cercados.
El ganadero conoce las posibilidades alimenticias de cada cercado de acuerdo con la calidad del pasto y su extensión, así, podrá clasificarlos según su categoría con el fin de distribuir los diferentes lotes de animales. Los lotes de animales no pueden mezclarse.
Una ganadería tiene que tener las reses divididas en lotes, según el sexo y la edad, cada lote tiene que pastar en un cercado diferente. La única excepción a esta norma es la mezcla de los sementales con las vacas en la época de cubrición, y los becerros con sus madres hasta llegar el destete, dentro de muy poco tiempo les hablaré del mismo, cuando lo llevemos a cabo.
La alimentación de un animal varía con la edad y con el estado fisiológico.
Las vacas madres, al final de la gestación y primeros meses de lactación, son las que mayores necesidades nutritivas necesitan. Además, en estos primeros meses cuando tienen que volverse a cubrir de nuevo, habrá que proporcionarles, por tanto, los mejores cercados de la dehesa.
A las vacas madres les siguen en necesidades nutritivas los becerros recién destetados, y los añojos hasta que entran en erales.
Después les siguen en importancia todo lo que va a ser lidiado ese mismo año, erales, utreros, toros. El acabado antes de la lidia es fundamental, pues aunque comen pienso la ración para cada uno recomendada, es muy importante el que vayan a la Plaza bien rematados, pues el ganadero al menos habrá cumplido en presentación, el juego nadie lo sabe, la hierba cuando la tienen es un complemento necesario para equilibrar y asegurar un buen funcionamiento del aparato digestivo.
La creencia entre los ganaderos antiguos que los toros que comían pienso se volvían mansos, no tiene ningún valor entre los ganaderos actuales, el pienso indudablemente influye en el carácter de los animales y en su comportamiento. Si el pienso es rico en proteínas, el toro se moverá más, tendrá más fuerza y viveza, cada ganadero trata al menos de saber que pienso conviene más a su ganadería.
Los sementales en los meses que van desde Julio a Diciembre de cada año, el ganadero tiene que cuidarlos con mimo para que cuando llegue el momento de la cubrición estén lo más fuertes posible.
En primavera los toros se vuelven barrigudos como consecuencia el aumento de volumen con la hierba que ingieren en grandes cantidades que, además posee un elevado contenido en agua.
El pienso si se distribuye en comederos siempre hay que tener más comederos que animales y estar separados unos de otros. Todo ello es debido a la jerarquía que existe en la manada.
Los animales más poderosos no permiten grandes movimientos a los más débiles. Estos sin embargo, aspiran a desbancar a los fuertes. Al final cada animal tiene asignado su comedero o área de influencia de la cual no debe salirse. Sólo el jefe de la manada tendrá derecho a elegir el lugar que más le plazca para comer.
El pienso se les distribuye por las mañana, bien en harina o granulado, en harina las mermas son mayores, sobre todo en días de mucho viento.
En las dehesas con mucha encina se les llama con "techo", en invierno se resguardan del viento, de la lluvia y del frío, en verano les proporciona sombra y se defienden de las moscas y mosquitos que tanto les martirizan. La encina aporta a la ganadería además de la bellota, el ramón del que se comen las hojas. Es curioso ver  como las encinas bajas, a las que llega el ganado, sólo se les aprecia ramas sin hojas, pues los animales se estiran como jirafas y se las comen.
A mediados de Noviembre hasta final de Febrero se escucha en las dehesas el ruido de las motosierras podando las encinas, las vacas se comen las hojas y en las noches de mucho frío y viento del invierno, las vacas guarecen a sus becerros entre las ramas caídas de las encinas podadas.
La encina en un árbol longevo, algunas llegan a superar quinientos años de vida, hoy por desgracia y cada año más, nos encontramos en la dehesas con más encinas secas, en Encina Hermosa, todos los años tenemos que cortar por estar secas del orden de cuarenta a cincuenta encinas.
Una vez que las vacas se comen las hojas de la poda de la encina, se queman las tarámas que son las ramas muy finas y se trocea con las motosierras la leña, imprescindible en un buena chimenea y sobre todo con una buena tertulia taurina.


Esta cabeza pertenece al último novillo que mató en Badajoz, Antonio Ordoñez, antes de la alternativa.